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CULTURAL MADRID 25-05-2019 página 14
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CULTURAL MADRID 25-05-2019 página 14

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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La cátedra Alfonso XIII de Estudios Españoles que ocupa Jonathan Thacker está adscrita a Exeter College, pero en congruencia con las peculiaridades de Oxford su despacho está en la plaza de Wellington. En pleno "ombligo de Inglaterra", ese despacho tiene algo de capilla hispánica, tapizado de arriba abajo con obras clásicas de la literatura española como Miau (aquí Meow) o The poem of My Cid. Experto en nuestro Siglo de Oro, el profesor Thacker acaba de ser nombrado para esta cátedra vitalicia que, fundada en 1927, conlleva la jefatura de la hispanística en Oxford y la responsabilidad de seguir por la senda de los gigantes. Este año, la subfacultad de Español dentro de la facultad de Lenguas Medievales y Modernas cumple cincuenta años. El primer ocupante de esta cátedra fue alguien muy importante para los españoles: Salvador de Madariaga. Sí. Madariaga sólo iba a estar en el puesto cuatro años, pero aun así es imposible no sentir el peso de las expectativas ante tanto predecesor ilustre como él. Tras Madariaga vino un cervantista muy influyente, William J. Entwistle. Después tenemos a una personalidad casi legendaria, Sir Peter Russell. Aparece en varias novelas de Javier Marías, que también dio clase en la subfacultad en los ochenta. Russell fue otro gran hispanista; trabajó mucho la historia portuguesa, ante todo la figura de Enrique el Navegante, pero fue muy conocido en España por su trabajo sobre La Celestina, además de por haber escrito uno de los artículos más influyentes de la medievalística española a propósito de la datación del Cid. Le sucedió otro gran sabio cidiano, Ian Michael: además del Cid, editó otras obras medievales canónicas como el Libro de Alexandre. Ahora está jubilado y vive en Madrid; tuve la suerte de tratarle en mis primeros años aquí y era un gran colega y racconteur. Mi antecesor directo es Edwin Williamson, bien conocido tanto por sus trabajos sobre Cervantes como sobre los dedicados a Borges, de quien escribió una influyente biografía. Es el primer especialista en teatro que ocupa la cátedra. Sí, y me llena de orgullo. Porque creo que el teatro ha sido, al menos en parte y al menos en Inglaterra, el hermano pobre de los estudios del Siglo de Oro, cosa sorprendente al hablar de un periodo tan señero. Me pregunto si esto se debe a que se percibía, por parte de algunos colegas que me precedieron, como algo más alineado con la cultura popular, por lo que preferían escribir sobre algunos de los textos prosísticos más canónicos: Cervantes, Gracián y, por supuesto, la poesía, en todo lo que va de Garcilaso a Góngora. Es llamativo: ¿cómo comprender la España del XVII sin su teatro? Al fin y al cabo, tenía un impacto en los usos sociales y en la vida de las gentes que otras artes no tenían Es así. Cuando lees las obras de teatro o las ves representadas, adquieres una percepción mucho más clara de cómo era la cultura española en el Siglo de Oro. Porque sabes que estos dramaturgos escribían para un público muy amplio en el abanico social, e inventaron una forma que tuvo éxito porque era popular. Quienes intentaron, como Cervantes, escribir drama en la década de 1580, no tuvieron ese éxito porque el suyo era un drama de estilo demasiado clásico. Fue Lope de Vega quien logra la mezcla de estilos que triunfaría en la Comedia nueva. Trataba temas con los que el público general podía verse identificado, y tiene esa suma de comedia con un lado más serio que los españoles terminaron disfrutando. Oxford es un lugar difícil de entender desde fuera. ¿Cómo se estructuran los estudios españoles? ¿Qué es lo que diferencia a Oxford de otras universidades? ¿Es tan humanística y conservadora como se la ve? La clave es entender las diferencias entre la Universidad y los colleges. Un estudiante que se matricula para estudiar español es entrevistado y admitido o no por un college. Es el tutor el que decide si tiene potencial. Una vez ha sido aceptado, el vínculo más fuerte es con el college y con su tutor y así durante los cuatro años de carrera, tres aquí y uno en el extranjero. El college le da la atención del tutor y sus clases en grupos pequeños o incluso individuales; la universidad, a través de la Facultad de lenguas y literatura, provee de grandes conferencias y clases magistrales; también se encarga de la docencia de la lengua. A los alumnos les examina la universidad, no su college aunque en muchos casos los examinadores también son tutores en los colleges y les han preparado para los exámenes. Es un sistema ligeramente complicado, pero funciona bien desde el punto de vista del estudiante, porque no tendrá más de tres o cuatro compañeros estudiando lo mismo, de modo que tiene acceso a su tutor cuando quiera. No hace mucho que dio su conferencia inaugural. ¿Mantiene Oxford su prestigio? Sin duda. Creo que hay una diferencia interesante entre Oxford y otras instituciones que enseñan español en Reino Unido, y es que Oxford es algo más tradicional en las materias que enseña. Es una referencia para los estudios medievales y, muy en particular, para los del Siglo de Oro, que han tendido a ir desapareciendo de otras instituciones en Reino Unido, de modo que ejerce una cierta función de bastión en los estudios de español. Otros departamentos de otras ciudades se han movido a estudios visuales, contemporáneos, Historia moderna pero el énfasis en Oxford todavía es literario. Queremos que nuestros estudiantes salgan con el abc de los clásicos leído: Cervantes, Lope de Vega, Quevedo ¿Diría que el hispanismo goza de buena salud en Reino Unido? Es un panorama muy bueno, en general, porque la cultura hispánica es muy popular y altamente estimada por los británicos hoy, y el español ha crecido muchísimo como lengua en los colegios. Incluso diría que en varias facultades de lenguas modernas el español es la lengua mayor y más importante, y eso es un gran cambio respecto de los días de predominio del francés y el alemán. Esta historia de éxito debe a su vez ponerse en relación con un profundo y continuado declinar de los estudios de lenguas y culturas extranjeras en Reino Unido. No pocos departamentos universitarios, ante todo de alemán y francés, han sufrido mucho; en el caso del español lo interesante es que estamos dando la vuelta a esa tendencia. Mucha gente me pregunta por qué se ha hecho tan popular el español, y pienso en tantas ocasiones como hablo con los padres de alumnos potenciales unos padres que quieren que sus niños aprendan español porque, de las que se aprenden en la escuela, es la lengua más útil. Además, mucha gente ha viajado a España por placer o negocios, o tiene intereses en Latinoamérica, o en la música, los deportes... y ven la importancia de la cultura en español. ¿Y en Oxford? Además de sus predecesores, ha habido grandes hispanistas como el propio Sir John Elliott Es una tradición que se mantiene en forma. Creo que la relación con España y con nuestros colegas españoles hoy es algo diferente; en algunos campos, en la historia de España y la historia de la literatura española ante todo, a partir de los años cincuenta, los académicos británicos fueron pioneros. Pienso que la comunidad universitaria española ve con muy buenos ojos que ese interés continúe, pero el centro o el eje de los estudios de español es ahora la propia España. ¿Podría hablarnos de sus maestros? ¿Quiénes son las figuras que más ha respetado en sus estudios españoles? Mi interés por el español surgió de mi interés por las lenguas, que comenzó en la escuela. En los exámenes de fin de bachillerato elegí español. Por entonces era obligatorio hacer un trabajo de literatura, y me dijeron que me leyera la primera parte del Quijote en verano; luego estudié Yerma, Doña Perfecta ¡todo esto con dieciséis o diecisiete años!; incluso Fuenteovejuna, una obra del Siglo de Oro. Esas cosas apenas pasan hoy. En Kings College London tuve la enorme suerte de que me diera clase uno de los grandes nombres del hispanismo, John Butt, conocido por haber coescrito con Carmen Benjamín una gramática muy popular, generalmente llamada "Butt and Benjamin". También teníamos a figuras como Davd Hook, medievalista, o el americanista William Rowe. Y, fundamentalmente, a Jack Sage, que fue un editor prolífico, y que era un gran apasionado del teatro. Él me sembró el interés por el teatro del Siglo de Oro y me animó a cursar el doctorado en Cambridge con Melveena McKendrick. Por aquel tiempo yo ya había leído muchas de las obras consideradas más serias, los dramas de honor, y me empecé a interesar por la comedia del Siglo de Oro. Mi tesis investigó la relación de estas obras con la vida real del periodo. ¿Está el futuro del hispanismo en buenas manos? ¿Seguiremos leyendo a quienes están estudiando hoy? Soy muy optimista, necesitamos mantener instituciones con ese interés en el desarrollo del conocimiento de la literatura y la cultura españolas a lo largo de los siglos; hay un ligero peligro de que haya un foco demasiado cercano a lo contemporáneo. Una de las cosas que me hacen ser optimista es la calidad de los estudiantes, así como el entusiasmo por los textos una vez superan la ansiedad de pensar lo difícil que va a ser enfrentarse a lecturas en castellano antiguo. Si cada año reclutamos a unos sesenta o setenta estudiantes de español en Oxford, unos cuarenta de ellos tomarán un curso de estudios medievales o del Siglo de Oro. ¿Cómo es su relación con las instituciones españolas? Es mutuamente beneficiosa. Siempre me he sentido muy bienvenido en España y en las universidades españolas. A la vez, en mis primeros meses en el puesto, he intentado continuar y fortalecer las relaciones con el Instituto Cervantes, con la Embajada, y también con la comunidad empresarial española a través de la Cámara de Comercio. Hay muchos españoles y americanos viviendo en Reino Unido, y están deseando que su cultura y su historia sean conocidas. L LIBROS ? Entrevista a Jonathan Thacker ABC CULTURAL SÁBADO, 25 DE MAYO DE 2019 15 14 SÁBADO, 25 DE MAYO DE 2019 ABC CULTURAL LA CULTURA BULLE EN OXFORD. Arriba, la espectacular Biblioteca Bodleiana, una de las más antiguas de Europa y una de las joyas de la universidad más histórica del mundo anglófono. Sobre estas líneas, el Exeter College, donde está adscrita la cátedra Alfonso XIII de Estudios Españoles APASIONADO DE ESPAÑA. Jonathan Thacker en su despacho en Oxford. Su tesis doctoral "Role play and the world as stage in the Comedia" versó sobre el teatro en el Siglo de Oro "Oxford es un bastión en los estudios de español" El profesor Jonathan Thacker ocupa la cátedra Alfonso XIII de Estudios Españoles en Oxford, prestigiosa institución que da a conocer nuestra lengua y literatura en el Reino Unido ignacio peyró

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