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CULTURAL MADRID 05-01-2013 página 9
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CULTURAL MADRID 05-01-2013 página 9

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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ABC cultural SÁBADO, 5 DE ENERO DE 2013 abc. es cultura- cultural cultural. asp 09 alt Disney (1901- 1966) Su nombre es más conocido que el de Shakespeare o Hitler; si el siglo pasado hizo de Norteamérica la potencia que homogeneiza formas de vida y visiones del mundo, Disneylandia iluminó la topografía del Imperio. Una factoría en expansión desde que en 1937 la Blancanieves de Disney abdujo a todos los espectadores del planeta: Mickey ya era entonces más popular que el Niño Jesús y Papá Noel. En 1944, los aviones americanos del día D en Normandía llevaban pintados en sus cabinas al ratón... y a Donald, Pluto o Goofy. Para varias generaciones, Disney representó un mago de expresión amable. Asomado a nuestras televisiones junto a las criaturas de su imaginación prodigiosa, nos sonreía y alguien nos susurraba que el dios de los dibujos animados se conservaba crionizado para renacer en el futuro. Diciembre de 1966. Un Disney seriamente enfermo de cáncer de pulmón recibe la visita de otro mito: Andy Warhol pretende incorporar su retrato a la serie de estrellas americanas. El artista de la sopa Campbell s había nacido en 1928, el mismo año que Mickey; tenía raíces checoslovacas (el apellido Disney provenía de Francia) amaba el American Way of Life y encarnaba al self made man. El encuentro no llegó a producirse. Tras cotejar biografías y testimonios personales, Peter Stephan Jungk fue tras la pista de Disney, El americano perfecto. Y lo hizo con la mirada de Bill Dantine, personaje de ficción que podría inspirar cualquiera de los centenares de dibujantes que se entregaron en cuerpo y alma a los estudios de Burbank. Despedido tras haber trabajado en obras como La bella durmiente, Dantine sigue obsesivamente los pasos de su antiguo patrón; disecciona cada uno de sus actos; lo descongela para que transite de la gélida perfección del mito a la cálida vulnerabilidad humana: el hombre que quemó su vida fumando tres cajetillas de Lucky Strike diarias acabó incinerado. W ÁLBUM PERSONAL A la izquierda, Walt Disney supervisa el trabajo de su equipo de dibujantes en 1957. Arriba, ese mismo año, con su primogénita, Diane, y su nieto Christopher en una de las atracciones de Disneylandia tilaban la miel y Disney, jefe de la colmena, se sentía abeja reina: Voy por el estudio, de un departamento a otro, recojo el polen, motivo y animo a mis empleados y, en cierto modo, los polinizo... Enervante paradoja. La incapacidad disneana conduce a la vida eterna: en Fantasía, la Pastoral de Beethoven adereza la escena de los centauros creada por Fred Moore, Ward Kimball, Art Babitt y dieciséis animadores más... Y Disney, que casi nunca alabó el trabajo de su gente, concluye que su película hará famoso a Beethoven... Y Beethoven todavía le dice algo, a diferencia de Mahler, Brahms, Debussy o Bach, en cuya música ve fuentes de espaguetis humeantes Tampoco conoce a los pintores impresionistas... Con una excepción: El coloso de Goya le deja impresionado. Hum, Goya. Un buen hombre este Goya. ¿Dónde vive? comenta. Fragmentos muy críticos Biografía novelada o novela de no ficción, El americano perfecto compone el vivo retrato de Disney. Publicado en 2001, el libro no provocó la previsible reacción airada de los estudios pese a fragmentos muy críticos, como la conversación del padre de Donald con un muñeco autómata de Lincoln. Disney admiraba al presidente. Pero las afinidades se acaban cuando Lincoln suelta su discurso contra la esclavitud con la voz grabada de Kirk Douglas. Disney replica al muñeco mecánico con un agrio ataque al Black Power: ¿Es eso lo que usted se había imaginado cuando abolió la esclavitud? Descongelado, el Disney de Jungk deviene escandalosamente humano; revela sangre, vísceras y la intuición resabiada de la América profunda: creyó que la NASA conquistaría el espacio y creyó, también, en el Reagan político cuando los demás solo pensaban en el Reagan actor. El americano perfecto puede sonar a elegía, libelo difamatorio o epopeya porque de todo eso hay en el hombre que codificó para la cultura popular novelas y cuentos clásicos, personificó a los animales y puso rostros eternos a Blancanieves, Peter Pan o Mowgli. La maestría de Jungk para novelar hechos reales llamó la atención del director Gerard Mortier; sugirió que El americano perfecto se convirtiera en la ópera que se estrenará el 22 de enero en el teatro Real de Madrid con música de Philip Glass. El 16 de diciembre de 1966 Disney se hizo cenizas en el cementerio de Glendale mientras un órgano eléctrico desgranaba Feed the Birds, su música favorita de la película Mary Poppins. Su factoría sigue dibujando los sueños y pesadillas del siglo XXI. EL AMERICANO PERFECTO. TRAS LA PISTA DE WALT DISNEY PETER STEPHAN JUNGK Tra- Tarta de manzana y palomitas La infancia de Disney, en la población rural de Marceline, había sido dura: abandonó la escuela con catorce años y repartía el Kansas City Star de madrugada... A los diecinueve quiso ser caricaturista del rotativo. Solicitud rechazada: dibujos mediocres, sin la pizca de pimienta crítica que demanda la actualidad. Aquel mal dibujante iba a ocupar icónicamente el siglo que le tocó vivir. Dalí, que sabía mucho de egolatrías, recordaba las palabras de Disney cuando trabajaron juntos en el proyecto para la película Destino: Yo soy el folclore. Yo soy la tarta de manzana, el helado de vainilla, las palomitas y una canción que todo el mundo tararea. Yo soy una frase de Mamá Oca que todos conocen... Disney era el dios y Mickey su profeta. El hombre que no sabía dibujar congregó a los mejores dibujantes del mundo para que parieran centenares de miles de secuencias en la llamada Caja de Sudar Así lo reconoce su perseguidor y narrador ficticio entre el odio y la admiración. El nombre de Disney el racista, misógino y patriotero la huelga de sus estudios 1941 acrecentó su anticomunismo suena bien a todo el mundo. De los nombres de quienes sudaron sus personajes, como es el caso del narrador, nadie se acuerda. Los dibujantes des- DIRECTO AL ÉXITO Disney estrenó en 1932 su primer filme en color, Flowers and Trees (arriba, un fotograma) Oscar al mejor cortometraje de animación. A lo largo de su carrera logró 26 estatuillas MAGIA EN EL CINE La fábrica de sueños de Walt Disney puso rostro a personajes como Mary Poppins, Peter Pan, Mowgli, Cenicienta, Donald, Goofy y Blancanieves (abajo) El mago de los dibujos animados, Walt Disney, es un mito escandalosamente humano. Entre la biografía y la novela, Peter Stephan Jungk lo disecciona en El americano perfecto Por Sergi Doria ducción de Cristina Núñez Pereira. Turner. Madrid, 2012. 203 páginas, 19,90 euros.

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