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CULTURAL MADRID 26-11-2011 página 14
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CULTURAL MADRID 26-11-2011 página 14

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Libros 14 SÁBADO, 26 DE NOVIEMBRE DE 2011 abc. es ABC cultural AL PASO DIEGO RIVERA IGNACIO RUIZ QUINTANO e Veracruz a Burgos: he ahí el último viaje (treinta y siete obras) de Diego Rivera, tonto útil y compañero de viaje del Partido de Partidos, muralista de una nación que no se atrevía a decir su nombre. Mi visión de Diego Rivera fue siempre al través de José Luis Cuevas, boxeador, hipocondríaco y descomunal artista: Me acerqué al muralista en la puerta del Palacio Nacional con la intención de saludarlo y él me llamó escuincle cara de ratón Yo, ofendido, le di un pisotón. En otra ocasión soñó con él: no medía más de veinte centímetros... y pintaba unos muralitos en su cuarto. Ya muerto Diego, me encontraba en su casa de Altavista en una cena, invitado por su hija Ruth... Estaban Gorostiza, Orozco, el doctor Marín (cuñado de Diego, casado con Lupe Marín) y su esposa... El doctor, ebrio, saca la pistola, y me amenaza con dispararla. Su mujer, igual de borracha, lo anima para que lo haga. Cunde el pánico y todos los invitados escapan... El doctor habla de Rivera como pintor, como hombre público y como hombre del Partido Comunista... El discurso dura cerca de una hora... Mi agresor está a punto de perder el equilibrio, pero entonces la mujer se le acerca y le sostiene la mano armada pidiéndole accione el gatillo. Yo estoy a punto de desvanecerme. Miro hacia la derecha y veo el enorme retrato de Lupe Marín (presente en Burgos) con sus manos enormes... Pienso que esa noche es la de mi muerte y que esta llegará en la casa de Diego Rivera, a quien tanto he atacado... El doctor se aproxima y veo que cierra los ojos. La borrachera ya no le permite sostenerse en pie y cae sobre el sofá entre Gorostiza y yo. Una bala se escapa, destruyendo un ángel colonial. La esposa del doctor se abraza a su marido y se queda dormida sobre él... Gorostiza me comenta que al doctor Marín se le había metido el diablo. No se le metió el diablo, le digo. Al doctor Marín se le metió el espíritu de Diego Rivera. D SÁTIRA DEL NAZISMO TRIFULCA A LA VISTA NANCY MITFORD Introducción de Charlotte Mosley Traducción de Patricia Antón Libros del Asteroide Barcelona, 2011 237 páginas, 13,95 euros Contaminada en un principio por el nazismo, al igual que sus dos fanáticas hermanas Unity, amiga personal de Hitler, y Diana, casada con el líder de los fascistas británicos, Oswald Mosley Nancy Mitford (Londres, 1904- Versalles, 1973) la intelectual, la escritora de éxito de la familia, viajó con ellas a Alemania cuando el Führer ya detentaba el poder absoluto. Las tres se convirtieron en fervientes admiradoras suyas tras haber asistido a un mitin del partido nazi en Núremberg. Aunque siempre detestó a su cuñado, Mosley, y la violencia implícita de sus métodos, Nancy, excepcionalmente dotada para la comedia y la sátira sobre todo desde 1945, tras la publicación de su novela Amor a la vista compartiría ciertos aspectos del ideario fascista. En su caso, se tradujo cuenta Charlotte Mosley en el prólogo de la novela ahora aparecida, Trifulca a la vista en la nostalgia por una aristocracia decadente, de espíritu cívico, que seguía viviendo de la tierra, y en la que unos hombres sensatos y acaudalados una élite refinada y culta, gobernara el país. Cuando su gran amigo y maestro, Evelyn Waugh, con el que cruzó una copiosa correspondencia, le recordó años más tarde que discutieron después de que ella asistiera a un mitin de la Unión Británica de Fascistas, Nancy le contestó: Peter su marido estaba muy guapo con su camisa negra. Éramos jóvenes y fogosos y no sabíamos nada de Buchenwald Trifulca a la vista le costó la enemistad con sus hermanas; tanto es así que se negó a reeditarla durante años. Publicada en 1935, en plena ascensión de los fascismos en Europa, es una desternillante y enloquecida sátira sobre el nazismo. En ella, con una gran cantidad de jugosos personajes secundarios, narra la historia de una joven heredera, la chiflada Eugenia Malmains, fascinada por el militarismo de Hitler y Mussolini y, en especial, por el capitán Jack (trasunto de Oswald Mosley) al que ayuda desde su mansión campestre a crear un ejército de seguidores, los camisas tricolores que lucharán contra la lacra del pacifismo su gran enemigo en esos momentos. MERCEDES MONMANY Jóvenes y fogosos as hermanas Mitford son un linaje mítico de Gran Bretaña. En su día, se codearon con Churchill, Hitler, Lucien Freud, Evelyn Waugh, JFK, Cecil Beaton y la familia real inglesa. Combinando el humor corrosivo, el ingenio, la excentricidad, el amor por la escritura y unas altas dosis de frivolidad y esnobismo, encarnaron a los más prototípicos jóvenes cachorros de la alta sociedad y aristocracia del período de entreguerras. A ello habría que añadir, por parte de varias de las seis hermanas, un místico fanatismo, cercano a lo perturbado, por encarnar lo diferente, lo más osado y, a sus ojos, lo más a contracorriente de la época; algo que dejaría de ser una leve broma, un coqueteo momentáneo, para convertirse en una vergonzosa elección política que abrazaría con fervor la causa del nazismo. L Cada una de las hijas de Lord Redesdale (Nancy, Diana, Pamela, Deborah, Unity y Jessica) a su manera más o menos escandalosa, a menudo ocupando las primeras páginas de los periódicos, se convirtió en icono moderno de su tiempo y representó, en un mismo hogar conservador y poco dado a los sobresaltos, lo mejor y peor de su generación. En una ocasión, su padre comentó: ¡Mi mujer es normal, yo soy normal, pero nuestras hijas son cada una más loca que la otra! Jessica Mitford, por ejemplo, más tarde prestigiosa reportera en Estados Unidos, se escapó de casa con un primo en los años treinta para luchar en España en el bando republicano. Por no mencionar a la amante de Hitler la convencida y feroz nacionalsocialista Unity Mitford. La amante de Hitler Uno de los personajes de Trifulca a la vista de Nancy Mitford (en la imagen superior) es un álter ego de Oswald Mosley (sobre estas líneas) el líder de los fascistas británicos, que estaba casado con Diana Mitford

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