CULTURAL MADRID 03-09-2011 página 14
- EdiciónCULTURAL, MADRID
- Página14
- Fecha de publicación03/09/2011
- ID0006009453
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Libros 14 EMBORRÁCHATE Y DISFRUTA SÁBADO POR LA NOCHE Y DOMINGO POR LA MAÑANA ALAN SILLITOE Traducción de Mercedes Cebrián Impedimenta. Madrid, 2011 308 páginas, 22,50 euros LOS QUE TRABAJAN LA MANO INVISIBLE acido en el seno de una familia obrera d e N o tt i n g h a m (Reino Unido) hijo un padre analfabeto casi siempre en el paro, cosa que abonó su carrera posterior como escritor, Alan Sillitoe (1928- 2010) es uno de los mejores novelistas del pasado siglo, surgidos de la desencantada y frustrante posguerra de su país, paradójicamente vencedor de una devastadora contienda. A los catorce años, Sillitoe dejó la escuela y, tras distintos trabajos, entró en una fábrica de bicicletas, como su más famoso personaje literario, Arthur Seaton. En 1946 se alistó en la RAF como operador telefónico, pero tuvo que regresar a Inglaterra, desde Malasia, al haber contraído la tuberculosis. Retirado a los 21 años con una paga del Ejército, vivió durante años en países como Italia, Francia y España. En Mallorca conoció a Robert Graves, quien le animó a publicar su primera novela, sobre un joven obrero de Nottingham. Adscrito a lo que fue llamado en los años 50 el movimiento de los Angry Young Men, los jóvenes airados Kingsley Amis, John Braine, pero sobre todo John Osborne, cuya obra de teatro Look Back in Anger (Mirando hacia atrás con ira, de 1956) dio nombre a aquella corriente iconoclasta y transgresora, de contestación y crítica furibunda contra el establishment Sillitoe representa, dentro de aquel grupo, la vertiente más auténtica de tradición de la novela proletaria Una tradición totalmente trastocada en su caso, como se vio enseguida con su primera obra, Sábado por la noche y domingo por la mañana, de 1958, que se convirtió en un clamoroso y, en muchos casos, escandaloso éxito. De narradores concien- N ciados y de izquierdas de la época de la Depresión de los años 30, del estilo de Orwell y Steinbeck, lo distanciaban tanto el personaje de su antihéroe cínico, asocial y sin atributos, como el áspero tratamiento literario, que no se preocupaba en absoluto de ejemplarizar y maquillar a un joven obrero sinvergüenza que únicamente se preocupa por memorizar la lista de maridos con turno de noche de la fábrica donde trabaja para acostarse con sus mujeres y de emborracharse hasta perder el sentido. Arthur Seaton, genialmente interpretado en la gran pantalla por Albert Finney, podía parecerse a esos golfos egoístas, permanentemente enfurruñados y malhablados, de las novelas de John Fante. No hay que olvidar que el padre de Sillitoe estuvo en prisión cuando él era pequeño. El único lema que ilumina la vida del protagonista de la magnífica Sábado por la noche... es emborráchate y disfruta Seaton, robusto currante de veintidós años durante cinco días a la semana, e indomable juerguista de la noche del sábado, la mejor y la más divertida de la semana siente que se acerca la hora de picar el anzuelo. Como dice al conocer a Doreen, una buena chica trabajadora que al principio compagina, sin problemas de conciencia, con dos mujeres casadas, a una de las cuales ha dejado embarazada, es algo que no puedes ignorar toda la vida Él, que siempre ha sido un rebelde el que lo fue una vez, lo será siempre sabe también que su destino será no parar de pelearse con madres, esposas, caseros, patrones, policía, ejército, gobierno. La gente como él no tiene escapatoria. MERCEDES MONMANY ISAAC ROSA Seix Barral Barcelona, 2011 381 páginas, 19,50 euros Los golfos de Fante Jóvenes airados saac Rosa sigue dando externa funcionara como si pasos firmes en su evo- fuera interna y que, tratándolución literaria. Cuatro se de un discurso omnisciente, novelas lo han situado funcione en su primera mitad como uno de nuestros como si fueran monólogos inmejores narradores. teriores de los sucesivos trabaQue sea joven resulta lo de me- jadores a los que se les va connos, pues no ha sido nunca di- cediendo la mirada, el foco que visa suya vender esa circuns- los convierte en protagonistas, tancia. De hecho, su modo de porque los acontecimientos contar es nuevo, propio, pero son focalizados desde ellos. no se adapta a lo que el merca- Doce trabajadores que desemdo entiende por moderno: ni peñan oficios muy conocidos, collages, ni internet, ni blogs, pero de esos que pocas veces ni cine, ni música; y, sobre to- se eligen en primera opción; do, es un autor alejado de la le- es más, que casi nadie quiere vedad. Se podría decir que esta y son realizados por personas novela acentúa la gravedad, el que, por hacerlos, se sitúan en peso y la dimensión política una escala social inferior. que ya asomaban en las anteriores, y que en la última, El Aldecoa y Zola país del miedo, había adoptado Son oficios manuales (un aluna dimensión sociológica so- bañil, una limpiadora, un embre el comportamiento de una pleado de matadero industrial, burguesía amenazada por la una teleoperadora, etc. que, violencia. además, parecen invisibles, También La mano invisible de los que la gente habla poco; encierra una base sociológica, de ahí la primera acepción que de fuerte contenido político, da título a la novela: la mano pero modifica tanto el tono invisible de tantas personas como las formas narrativas. que hay detrás de cuanto haHa optado por esconder, por bitamos o consumimos. De hacer invisible, su mano narra- hecho, cuesta trabajo que sean dora, de manera que esta vez narrados y suelen ser dejados ha evitado el discurso ensa- fuera de los discursos artístiyístico o reflexivo de autor que cos. Desde luego, lo han sido acompaña a los hechos. Estos de la narrativa actual. Tenemergen solos mejor, como dríamos que ir hasta Ignacio si fueran los protagonistas los Aldecoa en el cuento, e incluso que los contaran. Pero no es hasta Émile Zola en la novela, así, ya que la para encontrar a narración es estos héroes que EL AUTOR HA en tercera perno lo son. Tal cosa EVITADO sona. funciona ya como CUALQUIER Quizá el seña distintiva de BUENISMO mayor acierto Isaac Rosa, cuyo es haber con- SINDICAL OBRERO empeño no solo Y PEDAGOGÍAS seguido que no quiere zafarEXPLÍCITAS una narración se de la realidad, I sino que está decidido a escudriñarla, a mostrarla. El verbo mostrar no es inocente, porque nos remite a la otra opción narrativa, también eficaz, que estructura la novela. Los doce personajes están en una nave donde realizan simultáneamente las ocho horas diarias de trabajo como si lo representaran como si fuesen actores de una obra teatral que cuenta con un público que comenta, se divierte, aplaude o silba ante aquello que ve. Esta opción teatralizadora me ha recordado el distanciamiento épico de Bertolt Brecht. Detrás de lo que la novela quiere mostrar estaría, por último, la otra acepción posible Distanciamiento épico