Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 02-07-2011 página 12
CULTURAL MADRID 02-07-2011 página 12
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 02-07-2011 página 12

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página12
Más información

Descripción

12 Libros TRAGEDIA Y FARSA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA DECENCIA ÁLVARO ENRIGUE Anagrama. Barcelona, 2011 232 páginas, 17,50 euros HABLA, ÉPOCA LAS CUATRO ESQUINAS arl Marx afirmó famosamente en El 18 Brumario de Luis Bonaparte que la Historia acontece una vez como tragedia y la otra como farsa Gabriel Zaid sostuvo que México es el país mejor subdesarrollado del mundo Entre una cita y otra se extienden algo más de un siglo y un auténtico abismo de muertes y traiciones que los mexicanos denominan, curiosamente, la Historia de México y que el escritor Álvaro Enrigue (1969) recorre en su última novela. Decencia es la historia de un niño que asiste al estallido de la Revolución mexicana y de un anciano agobiado por el arrepentimiento que en la década de 1970 es secuestrado de forma azarosa por una célula izquierdista minúscula y desorientada. Ambos personajes son el mismo: el niño recuerda lo que aún no le ha sucedido y el anciano es personaje de un relato sobre el que parece no tener ningún control, una elección sorprendente del punto de vista pero que resulta efectiva, ya que presenta simultáneamente dos períodos de la Historia mexicana caracterizados por la violencia política estableciendo un paralelo entre ellos y asignando al primero el carácter de tragedia y al segundo el de farsa. Aun cuando esta hipótesis de lectura parece correcta, Decencia no ratifica la afirmación de Marx en torno a la Historia; al contrario, su finalidad parece ser demostrar que en la tragedia de la Historia está también su farsa, que ambas estuvieron presentes en la Revolución mexicana y que hacen su aparición conjunta en la actual violencia derivada del comercio de drogas, cuyo origen sugiere K este libro, donde el amor es intenso y prohibido, las noches son oscuras, la célula revolucionaria la componen dos hermanos que se hacen llamar los Justicia una madre teje cuando está nerviosa y los enemigos irreconciliables se reúnen en empresas comerciales. Aquí, el protagonista puede acabar haciendo negocios con el héroe de la Revolución que robó a su familia y recurrir a él para ayudar a sus secuestradores, puede aleccionarles sobre la Revolución y chantajear a su mujer para beneficiarlos, y encontrar todo ello coherente. Esa coherencia íntima y esperpéntica, difícilmente comunicable, es la de la Historia mexicana, donde uno es culpable hasta que se demuestre lo contrario y al costado de la carretera pueden verse campesinos de ojos siniestros esperando el fin del mundo bajo sus sombreros Uno de los mejores pasajes del libro narra la historia de un político socialista que exhibe filmes de Hollywood cambiando protagonistas para que resulten alegorías revolucionarias; del mismo modo, Enrigue actualiza en Decencia las novelas mexicanas de la Revolución y les devuelve una ambición no exenta de ironía y desencanto. Un día, el político comete un desliz: Unos vaqueros discutían afuera de una cantina si debían aliarse con los indios para lograr el triunfo de la causa socialista. Don Pepe amaneció al día siguiente ahorcado en un poste de telégrafo con la lengua arrancada y clavada en la frente. Cuando se lo conté a mi padre, salió por un segundo de su nebulosa de tequila para decir: Tanta Revolución para que al final sigamos siendo mexicanos PATRICIO PRON MANUEL LONGARES Galaxia Gutenberg Círculo de Lectores Barcelona, 2011 147 páginas, 16,90 euros Coherencia íntima Las noches oscuras esulta muy elo- criaturas pudieran sucedercuente la meto- les en cualquier otro sitio. No. nimia de las Uno de los rasgos definitorios cuatro esquinas del estilo narrativo de Longapara dar título res es la singularidad con que a la unidad de espacios y tiempos se anudan. los cuatro relatos que compoHabría disfrutado Mijail nen este volumen. El libro es Bajtin, creador de la categoría un encuentro de cuatro mo- narrativa del cronotopo, con mentos diferentes de la Histo- unos relatos que son a la vez ria de España de la segunda lugares y tiempo los unos llemitad del siglo XX, pero que van al otro Un sitio concreto no son comunicados única- de la calle Isaac Peral albergamente por el tiempo; también ba la profesorera en el Pozo los espacios resultan, como del tío Raimundo fumaba sus siempre en Longares, disposi- Ideales el padre Llanos; y no es tivos centrales para su estilo. lo mismo Chamberí que LavaEn paralelo a lo que ocurre piés, ni ocurrían las misma cocon Juan Marsé para ciertos sas según estuviera una tasca barrios de Barcelona, Longa- en un lugar u otro de Madrid, res nutre su imaginario de los cuando era la capital de la globarrios de Madrid. Solo uno ria, sintagma que Longares rede los relatos, El silencio elo- produce sabiendo que quienes cuente centrado en la vida de somos admiradores del gran unas estudiantes de la Facul- Eduardo Zúñiga íbamos a tad de Derecho, hijas de bur- comprenderle. gueses, visita escenarios semejantes a los recorridos con Siniestros paseíllos aplaudida maestría en Roman- La inmediata posguerra, los ticismo; esto es, ciertas calles, años más negros de la dictatiendas y bares del barrio de dura, en el cuarenta y pocos, Salamanca. Otras veces es el son los que aparecen en el barrio de la glorieta de Bilbao, primer relato, El principal Trafalgar, la calle Larra, o bien de Eguílaz cuando señoritos Argüelles y la Ciudad Universi- fascistas hacían aquellos pataria, trazados con pormenor seíllos siniestros sin retorno. de naturista urbano. Era el tiempo y el espacio del Aunque los espacios en miedo, que puede respirarse Longares son mucho más: son en los moradores del piso con historia viva donde los perso- cualquier llamada a la puerta. najes respiran, Allí malviven se relacionan, Salvia y Pruden LA MIRADA DEL pasean, buscan con su criada TESTIGO la vida o la pierMoncha, y su LITERARIO QUE den. No al modo temor a ser desES LONGARES de simples escecubiertos como PENETRA DONDE r e p u b l i c a n o s narios, como si LA HISTORIA NO esas cosas que dibuja un verles pasan a sus dadero episodio LO HACE R nacional. Sería equivocado decir que Longares trata ese primer franquismo o el posterior como si fuese una idea. No. Lo que Longares trata es aquel miedo concreto de Moncha a ser delatada, su desconfianza, o bien la indigencia, que le lleva a tener visiones milagreras como escape. El estilo de Longares, que anuda las tradiciones narrativas galdosiana y valleinclanesca (aunque su fraseo adeuda más a don Ramón que a don Benito) suma a la de ellos la particularidad de evitar el trazado de época, como si fuese su tarea la de un cronista general. Más bien queda atento a momentos significativos, formados de lugares y episodios de la Historia (los estudios universitarios, las primeras revueltas estudiantiles, los ligoteos, el papel de un policía

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.