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CULTURAL MADRID 02-04-2011 página 15
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CULTURAL MADRID 02-04-2011 página 15

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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SÁBADO, 2 DE ABRIL DE 2011 abc. es ABC cultural 15 POSTALES CONTRA HITLER SOLO EN BERLÍN HANS FALLADA Traducción de Rosa Pilar Balnco Maeva. Madrid, 2011 575 páginas, 22,50 euros DANIEL G. LÓPEZ Como pez en el agua Desde las galerías del Bajo Manhattan por las que se mueven Rebecca y Peter, el matrimonio protagonista, hasta el tiburón de Damien Hirst (a la izquierda) las referencias al arte moderno se suceden en las páginas de Cuando cae la noche Del libro a la gran pantalla Las horas es la novela más celebrada de Michael Cunningham (arriba) Original de 1999, ese año recibió el Pulitzer, y en 2002 fue adaptada al cine por Stephen Daldry. Junto a estas líneas, Julianne Moore en una escena del filme las demarcaciones preestablecidas... La semilla de Cuando cae la noche fue La muerte en Venecia Pero Peter Harris está más cerca del Newland Archer de Wharton que del Aschenbach de Mann y lo del principio intenta cubrir los afilados trazos de su pasión con las pinceladas del recato y el temor al qué dirán para descubrir, finalmente, que no ha sido más que una pieza menor en una partida jugada por otros en el comienzo de un crepúsculo donde, una vez más, brilla la prosa tan poética como precisa de Cunningham. Es una pena que Woody Allen y me estoy refiriendo a aquel gran narrador de Hannah y sus hermanas, Delitos y faltas y Maridos y mujeres no adapte y filme material ajeno. Porque Cuando cae la noche podría devolverlo a lo más alto poniéndole cuerpo y voz a este perfecto estudio y retrato de un hombre al borde de un ataque de nervios. En cualquier caso, no importa: el libro siempre será mejor que la película. Y aquí, en estas páginas exquisitamente pintadas, Cunningham clava al personaje y lo cuelga y lo exhibe para que nosotros lo leamos como se contempla el mejor cuadro de una exposición. RODRIGO FRESÁN rimo Levi dijo de Solo en Berlín que era uno de los más bellos libros sobre la resistencia alemana antinazi Hans Fallada (Greifswald, 1893- Pankow, Berlín, 1947) lo escribió en 1947, en apenas veinticuatro días, poco antes de morir. Siguiendo la línea de intereses y personajes presentes en obras suyas anteriores, tan populares como la espléndida Pequeño hombre ¿y ahora qué? (Maeva) Fallada, uno de los escritores germanos más importantes, y de vida más turbulenta, del pasado siglo, volvía una vez más a describir la tragedia de hombres y mujeres corrientes a los que la Historia de su tiempo había pisoteado sin piedad. Si la novela anteriormente citada se centra en el Berlín depauperado y violento de la época de entreguerras, la no menos magnífica Solo en Berlín convertida en un inusitado best seller mundial sesenta años después de la muerte de su autor se vuelca en la descripción de la resistencia interior que mantuvo gente sencilla, aislada, no organizada, contra el régimen nazi. Como si se tratara de un nuevo Berlin Alexanderplatz de Döblin (obra con la que comparte la abundancia de monólogos interiores y la combinación de múltiples puntos de vistas de distintos personajes) Fallada traslada la acción a un edificio de la calle Jablonski. Su experimentado olfato literario se inspiró en un caso real, ocurrido entre los años 1940 y 1943. Para construir su narración, aprovecharía un dossier de la Gestapo que después de la guerra había caído en sus manos, gracias a un concejal de Instrucción Popular del Berlín Oriental interesado, P como el resto de los nuevos responsables políticos, en difundir la idea de que la resistencia sí existió y que algunos alemanes lucharon con los medios que tuvieron a su alcance contra del terror impuesto por Hitler. El dossier que le fue facilitado a Fallada trataba de la condena a muerte en su día de una pareja de saboteadores Otto y Anna Quangel en la novela un matrimonio de honrados trabajadores, libre de toda sospecha, que había gozado de algún cargo que otro en la época nacionalsocialista. Dos simpatizantes de Hitler que, en un momento dado, abandonan la adscripción inquebrantable al régimen. Golpeados por la noticia de que su único hijo ha muerto en el frente, los Quangel reaccionan, como si despertaran de una pesadilla, y deciden anegar todo Berlín de postales anónimas, distribuidas en buzones, porterías de inmuebles o escaleras, con consignas contra Hitler. Dos individuos insignificantes de Berlín casi pobres, sin recursos, sin muchas luces, sin parientes, que inician un día de 1940 la lucha contra la enorme maquinaria del Estado nazi, y lo grotesco sucede: ¡el elefante se siente amenazado por el ratón! escribe Hans Fallada Todo el poder, toda la astucia y la fuerza se movilizan contra el ratón, un aparato sin parangón comienza a trabajar para atrapar a esos dos personajillos Esos enemigos agazapados en la oscuridad, han de ser capturados y eliminados. Dar con ellos le llevaría al poderoso elefante nada más ni nada menos que dos años. MERCEDES MONMANY El elefante y el ratón Un caso real IAN McEWAN Brillante sátira sobre los científicos, el amor mal entendido y el cambio climático (J. M. Guelbenzu, El País) ANAGRAMA Solar

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