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CULTURAL MADRID 29-01-2011 página 17
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CULTURAL MADRID 29-01-2011 página 17

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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SÁBADO, 29 DE ENERO DE 2011 abc. es ABC cultural 17 En japonés, la letra q y el número 9 se pronuncian igual. Así, la última entrega de Haruki Murakami (a la izquierda) remite a 1984 y se convierte en una vuelta de tuerca a Orwell y su novela. También, en esta obra, aparece el interés del escritor nipón por la música: está estructurada en 24 capítulos que remedan los 24 preludios y fugas de El clave bien temperado de Bach. De arriba abajo, George Orwell y una partitura del músico alemán El lado oculto. a última novela de Haruki Murakami, 1 Q 84, tiene, ciertamente, un título extraño e incómodo. Hace referencia al año 1984 y a la famosa novela de Orwell, ya que, en japonés, la letra Q y el número 9 se pronuncian igual. Si lo que quieren saber, ya, inmediatamente, es si 1 Q 84 es buena, si es del mejor Murakami, la respuesta es, inequívocamente, sí, sí. 1 Q 84 es del mejor Murakami, quizá el mejor Murakami, aunque no podemos juzgar del todo la obra porque lo que tenemos entre las manos son solo las partes 1 y 2. Falta una tercera y última, cuya publicación Tusquets anuncia para dentro de poco. De toda la producción de Murakami mis novelas favoritas son Kafka en la orilla y El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Quizá nada en Murakami alcance la intensidad lírica de esta última obra, pero 1 Q 84 está escrita con una intensidad similar y con una maestría técnica aún mayor, y es muy probable que termine por con- L vertirse, en efecto, en la obra maestra de Haruki Murakami. Se supone que una de las funciones de una crítica periodística es contar someramente el argumento del volumen que se comenta. Sería muy difícil hacerlo en este caso sin incurrir en el temible spoiler, es decir, sin desvelar secretos y sorpresas que el lector deberá descubrir por su cuenta. Digamos que ambos libros, 1 y 2, están organizados en 24 capítulos que remedan los 24 preludios y fugas en todas las tonalidades de El clave bien temperado, de Bach. Aquí, los preludios corresponderían al personaje femenino de Aomame, una instructora de artes marciales y masajista que es además asesina a sueldo ¿lo ven? ya he desvelado un detalle; pero no volverá a suceder) y las fugas a Tengo, un escritor en ciernes que recibe de un amigo editor el encargo de reescribir el libro, brillante pero desmañado, de una autora de diecisiete años titulado La crisálida de aire. Por lo demás, el tema de la novela es uno que obsesiona a Murakami desde La caza del carnero salvaje: que en la realidad hay otro lado un lado oculto que pretende entrar en nuestro mundo. En 1 Q 84 son la Little People, la gente menuda los duendes que viven en el fondo del bosque. Si es que es allí, exactamente, donde viven. Ya que, no lo olvidemos, la historia aún no ha terminado. Murakami nos tocan en una fibra más honda, si sentimos que, en realidad, Murakami está hablando de cuestiones absolutamente reales y que tienen que ver con nosotros, con nuestra vida personal, y también con la época que nos ha tocado vivir, entonces veremos en 1 Q 84 algo mucho más estremecedor y significativo. En verdad, y a pesar de sus excursos sobre la Historia de Japón y asuntos de tanta actualidad como el de la violencia contra las mujeres o el de las sectas (otra obsesión de Murakami desde Metro, su investigación personal en los ataques con gas sarín del metro de Tokyo, aunque ese era probablemente un proyecto fallido) el verdadero tema de Murakami es el misterio de la conciencia humana. Aunque no estaría mal recordar que esta ha sido siempre una de las cuestiones de la novela europea desde Cervantes: no solamente contar historias, no solo crear mundos, sino también modelos de la percepción psíquica (el de Dostoievski, el de Proust, el de Faulkner, el de Cortázar) La asombrosa propuesta de Haruki Murakami en su última novela es que la dictadura que denunciaba Orwell en su célebre 1984, es decir, una sociedad dominada por la manipulación de un dictador y una clase dirigente, ha cambiado ahora de signo. Ya no hay dictador sino la llegada de la Little People. No está claro en qué consiste esta gente menuda pero Murakami nos da varias claves: voces en nuestra cabeza, virus, genes... Es decir, que la dictadura no proviene de fuera, del mundo de la política y de las fuerzas sociales, sino más bien de dentro. No es una casualidad que Murakami haga una referencia a la escena del Gran Inquisidor de Los hermanos Karamazov, en el momento de la entrevista entre Aomame y el líder de la secta Vanguardia. Es esta, quizá, la conversación más impresionante de toda su obra y, aunque una comparación con Dostoievski en la actualidad nos parezca absurda, es posible que dentro de ciento cincuenta años, cuando Murakami sea un gran clásico rodeado de un aura semidivina como lo es hoy Dostoievski, no lo parezca tanto. ANDRÉS IBÁÑEZ Voces interiores Laberinto narrativo 1 Q 84 es un libro asombroso. Está escrito por un autor en la cima de su maestría, en plena posesión de todos los recursos de la narración, de la expectativa, de la emoción, del misterio, de la imagen. Avanza lento y poderoso, sin perder jamás el ritmo, siempre subyugante, cada vez más intrigante, creando un laberinto narrativo a cuyo encanto y atractivo resulta imposible sustraerse. De cualquier modo, el impacto que puede producir la lectura de 1 Q 84 depende, en gran medida (en la humilde opinión de quien esto escribe) del grado de verosimilitud que dé el lector a la historia apasionante que se encierra en sus páginas. Si leemos la novela como literatura fantástica podremos, sin duda, disfrutar mucho, pero el libro no será más que un moderno cuento de fantasmas. Pero si los temas que despliega

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