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CULTURAL MADRID 28-02-2009 página 55
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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C. ESCAPARATE Héroes de carne y hueso WATCHING THE WATCHMEN D. GIBBONS C. KIDD M. ESSL TRADUCCIÓN DE SERGIO COLOMINO NORMA. BARCELONA, 2009 280 PÁGINAS, 29 50 EUROS LOS ENTRESIJOS DE LA CREACIÓN DE UNO DE LOS GRANDES CLÁSICOS DEL CÓMIC JAVIER MESÓN sión cabal entre lenguaje literario y viñetas, cosa siempre difícil de lograr. Coraline (no Caroline, como la llama el viejo loco del enorme mostacho que vive en el piso de arriba) es una niña de doce o trece años que se ha ido a vivir con sus padres a una casa nueva muy antigua y muy grande, con un desván y un sótano misteriosos y un jardín muy tupido con unos árboles gigantescos. La familia de Coraline no vive sola en esa casa. En el piso de abajo viven dos señoritas viejas y gordas que responden al nombre de Miss Spink y Miss Forcible y que habían sido actrices en su juventud, y en el de arriba el señor Bobo, que entrena un circo de ratones. Coraline es una niña muy aventurera. Le gusta muchísimo explorar. De manera que, al día siguiente de la mudanza, recorre todo el edificio y hace un inventario de lo que contiene: una caldera dentro de un armario, veintiuna ventanas, catorce puertas... De las catorce puertas sólo trece se abren y se cierran. La decimocuarta se halla al fondo del salón, y es una puerta grande y oscura que permanece cerrada. Aparentemente, esa puerta no da a ninguna parte, pues está tapiada con un muro de ladrillos. ÁNGELES Y CALAVERAS. Sin embargo, la audaz exploradora no se resigna y logra atravesar, tal vez en sueños, el umbral de esa puerta. Al otro lado hay una casa parecida a la suya, pero mejor: la comida que hay en el frigorífico es más sabrosa, y el cajón de los juguetes rebosa de angelitos de papel que vuelan solos y de calaveras de dinosaurios que se arrastran haciendo castañetear los dientes. En esa casa viven su otra madre y su otro padre, sustancialmente iguales a los suyos, pero con unos botones cosidos a la piel en vez de ojos. (Parecerá una tontería, NO EXTRAÑA QUE UNA VEZ MÁS SE HAYA PRODUCIDO UNA PERFECTA SIMBIOSIS ENTRE LOS DOS AUTORES, PORQUE AMBOS GENIOS COMPARTEN MUCHOS PUNTOS DE VISTA ESTÉTICOS pero eso de los botones en lugar de los ojos adquiere una dimensión especialmente terrorífica en el curso del relato, erigiéndose en leitmotiv de la narración) Esos padres apócrifos dicen querer mucho a Coraline y la instan a que se quede con ellos para siempre, jugando con las ratas negras y los repugnantes bichejos que pululan por allí. La niña tendrá que desarrollar todo su ingenio y utilizar ciertos talismanes benéficos un gato, una bola de nieve, la piedra con un agujero en el centro que le habían proporcionado las señoritas Spink y Forcible para escapar del mundo paralelo en que se encuentra y volver al mundo normal. Coraline es un cuento de hadas de terror, en la estela de Alicia en el país de las maravillas, que tampoco es un libro manco a la hora de inocular dosis abundantes de inquietante extrañeza en el lector. Craig Russell lo ha traducido en imágenes con un poder de sugestión y convicción apabullantes y una gran inteligencia narrativa. A Coraline, en su gloriosa ruta de adaptaciones gráficas y fílmicas, sólo le falta ser llevada a la pantalla con personajes reales, de carne y hueso. Todo se andará. EN EL PAÍS DE LAS PESADILLAS. A LA IZQUIERDA, CUATRO IMÁGENES DE LOS PELIGROS QUE AMENAZAN A CORALINE La publicación de Watchmen en nuestro país (Zinco, 1987) supuso una nueva forma de entender el mundo del cómic para toda una generación de lectores. Una maxiserie de 12 números creada por Alan Moo- re y Dave Gibbons para DC, con la que consiguieron crear uno de los grandes clásicos de la historieta. Ambientada en una realidad alternativa en el año 1985, con la Guerra Fría y la posibilidad de una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética; Norteamérica permanecía aún liderada por Nixon, y los superhéroes, anteriormente respetados, ahora se encontraban al margen de la ley. Hasta que los acontecimientos se precipitan con la muerte de uno de ellos; será el comienzo de la tragedia. Veintitrés años después de su creación y ante el inminente estreno de la adaptación al cine (dirigida por Zack Snyder) Norma ha publicado uno de los grandes libros de la temporada sobre la creación y gestación de esta obra: Watching the Watchmen, a cargo del propio dibujante, Dave Gibbons, y con Chip Kidd y Mike Essl como diseñadores del libro. En él, podremos ser testigos del primer encuentro entre Moore y Gibbons, sus inicios en DC, el proceso de realización, desarrollo de personajes, bocetos, preliminares, incluyendo toda clase de dibujos y diseños rescatados del archivo personal de Gibbons, junto con páginas originales del guión de Alan Moore, que conforman un despliegue testimonial sin igual. En ellos se desgrana, capitulo a capitulo, todo lo relacionado con ésta magna obra: la importancia del color de John Higgins a la hora de planificar la historia, la estructura de nueve viñetas, las anécdotas que dan respuesta a algunas incógnitas sobre los personajes o las primeras reacciones de los compañeros de profesión. Además de mostrarnos las diferentes ediciones y todo tipo de merchandising. Una espectacular obra, que la editorial complementa con otros dos lanzamientos sobre el mito de Watchmen: El libro de la película y El arte de Watchmen (obras ambas de Peter Aperlo) en donde se dan todo tipo de detalles, fotos, diseños de producción, atrezo, decorados y actores de uno de los grandes estrenos del año. Personajes como Rorschach, Búho Nocturno, El Comediante, Espectro de Seda, el Dr. Manhattan y Ozymandias, forman por derecho propio parte de nuestras vidas como lectores. Dispónganse a descubrir sus secretos, en compañía de sus creadores. ABCD 55

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