CULTURAL MADRID 06-01-2007 página 5
- EdiciónCULTURAL, MADRID
- Página5
- Fecha de publicación06/01/2007
- ID0005469334
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LO YA VISTO, EL FUTURO DEL PASADO YA HE ESTADO AQUÍ, PERO CUÁNDO Y CÓMO NO SÉ DECIRLO LOS VERSOS DE DANTE GABRIEL ROSSETTI PUEDEN SERVIR DE EMBLEMA A UNA ÉPOCA COMO LA NUESTRA, EN LA QUE LA COPIA Y LA REPETICIÓN FORMAN PARTE INDISOCIABLE DE LA CREACIÓN JORGE LOZANO Amén de una reciente película del hermano de Ridley Scott, con Denzel Washington como protagonista, y del título de una canción de Beyoncé, déjà vu se refiere a una experiencia fantasmática, una sensación en la que el presente, puntual, toma la forma del recuerdo. Un fenómeno en que coinciden simultáneamente una percepción actual y un recuerdo de una experiencia pasada. Aunque para Walter Benjamin son sus palabras ¿no habría que hablar mejor de sucesos que nos afectan como el eco, cuya resonancia, que lo provoca, parece haber surgido en algún momento de la sombra de la vida pasada? EL 11- S EN DIRECTO. Al parecer, según investigaciones de la Universidad de Leicester, es en gran medida frecuente y afecta a muchas personas. Tantos telespectadores que vieron el 11- S en directo confundieron lo que estaban viendo en tiempo real con recuerdos de imágenes que pertenecían al proteico mundo de la ficción. Y más que faction (unión de hechos facts y fiction) se trata de una elemental impresión de déjà vu, no exenta de estupor e inquietud, que produce una especie de trampantojo temporal con el que el presente pierde su carácter de imprevisible novedad para reducirse a una irrepetible repetición de lo ya sucedido, donde percepción y recuerdo, original y copia, parecen intercambiables. No debe extrañar entonces que en una época de la copia se viva una atmósfera de déjà vu. Bien que la expresión es reciente, fue acuñada en 1876 por Emile Boirac A veces me ha sucedido que viendo por primera vez un monumento, un caballo, o a una persona, de repente y sin poder remediarlo he llegado a la siguiente certeza: ya he visto lo que estoy viendo se pueden encontrar antecedentes en la doctrina pitagórica de la metempsícosis o transmigración de las almas en una serie de cuerpos sucesivos, sea en la estoica del eterno retorno de lo mismo, retomada tan fecundamente por Nietzsche. Mas acaso sea en Platón donde se exprese más nítidamente, puesto que para él todo nuestro aprendizaje (mathesis) no es otra cosa en realidad que reminiscencia (anamnesis) En Pirámides del tiempo (Piramidi di Tempo. Stoire e teoria del déjà vu, Il Mulino, Bolonia, 2006) que evoca en su título un soneto de Shakespeare Tiempo, no has de jactarte de mis cambios: alzas con un nuevo brío tus pirámides y no son para mí nuevas ni extrañas sino aspectos de formas anteriores Remo Bodei repasa historias y teoría de este fenómeno, ora de ektasís, ora de falso reconocimiento. Desde la Medicina, por ejemplo el descubrimiento del doctor Wigan, que, en la sepultura de la princesa Charlotte, más que impresión tiene la convicción de haber visto la escena entera en alguna precedente impresión, debido sea, de paso, a la existencia del doble cerebro a Freud, que comienza definiéndolo como fantasía de lo inconsciente para posteriormente en el caso del sueño reenviarlo a los genitales maternos. Desde la literatura, donde cabe reseñar el excelente análisis de Sudden Light, de Dante Gabriel Rossetti Ya he estado aquí, pero cuándo y cómo no sé decirlo poema que sepultó junto al cuerpo de su amada, Elizabeth Eleanor Siddal, modelo de su famosa pintura Ofelia, yaciendo. (Cuando siete años después, para recuperar sus poemas, exhumó el cadáver, su cuerpo estaba intacto y sus cabellos, los cabellos largos que se aprecian en Ofelia, parecían llenar el ataúd. Una propuesta de Bodei alcanza aquí su máxima relevancia: a diferencia de la rêverie, en que la conciencia confunde por un momento sus fantasías con la realidad, en el déjà vu es en cambio la realidad perceptiva la que asume los rasgos de una fantasía o de un espejismo. De especial interés es la parte dedicada al recuerdo del presente (título también de un ensayo sobre el tiempo histórico de Paolo Virno) que invoca el recuerdo del presente y el falso reconocimiento que escribiera Henri Bergson en 1908, en donde considera que más que un defecto o transtorno de la memoria el déjà vu es la exasperada ampliación de su capacidad. Además, la formación del recuerdo no es nunca posterior a la de la percepción sino contemporánea de ésta. Para Bergson el típico síntoma de déjà vu, es decir, la revocación de cuanto está sucediendo precisamente ahora, es también la condición de posibilidad del recuerdo en general. Es, dirá, la atención a la vida la que escindirá la percepción y el recuerdo. Entre las dos formas heterogéneas con las cuales aprehender el aquí y el ahora, el impulso para la acción privilegia siempre la forma- percepción en lugar de la forma- recuerdo. HISTORIA, MEMORIA, OLVIDO. Lo más inquietante del déjà vu, afirma Remo Bodei dialogando con Bergson y sus exegetas, es que lo posible coincide con la realidad justo en el momento en que se distingue; y de paso niega con gran sagacidad la posible identificación que otros han establecido, del falso reconocimiento con el fin de la Historia, de tan posmoderno recuerdo. Ahora que tanto se habla de memoria e Historia, este libro, escrito con gran elegancia e inteligencia, de amenísima lectura y que ojalá veamos pronto traducido, puede ser de gran ayuda para mejor interdefinir conceptos tan fundamentales como Historia, memoria, olvido, amnistía, presente, Historia del presente. En suma, el tiempo, que para San Agustín, de quien tanto sabe Bodei, se componía, siempre desde el presente, de atención, recuerdo y espera. Un libro este que aborda una experiencia fantasmática que, empobreciendo el presente y enriqueciendo el pasado, produce un híbrido temporal, un muerto viviente. No en vano concluye con una alusión al milagro secreto de Borges, donde se puede leer: Una sola repetición demuestra que el tiempo es una falacia ESTO YA LO HE VIVIDO YO ANTES. A LA IZQUIERDA, INSTANTÁNEA DE JORGE MOLDER, DE SU MUESTRA ALGÚN TIEMPO ANTES (FUNDACIÓN TELEFÓNICA DE MADRID) EL DÉJÀ VU PRODUCE UNA ESPECIE DE TRAMPANTOJO TEMPORAL CON EL QUE EL PRESENTE PIERDE SU CARÁCTER DE IMPREVISIBLE NOVEDAD PARA REDUCIRSE A UNA IRREPETIBLE REPETICIÓN DE LO YA SUCEDIDO ABCD 5