Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 16-04-2005 página 5
CULTURAL MADRID 16-04-2005 página 5
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 16-04-2005 página 5

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página5
Más información

Descripción

Guía de lectura LIBROS DE JUAN VALERA s Una anatomía electoral: correspondencia familiar (1855- 1864) Edición de Leonardo Romero Tobar. Sirmio. Barcelona, 1992. s Cartas a Estébanez Calderón. Ed. de José Luis García Martín. Llibros del Pexe. Gijón, 1996. s Cartas desde Rusia desde 1856 Ed. de Alberto Cardín. Laertes. Barcelona, 1986. s Ciento cincuenta y una cartas inéditas a Gumersindo Laverde. Ed. de María Brey de Rdez. Moñino. Casariego. Madrid, 1984. s Cartas a su mujer. Ed. de Matilde Galera Sánchez. Dip. Prov. de Córdoba, 1989. s Cartas a sus hijos. Ed. de Matilde Galera Sánchez. Dip. Prov. de Córdoba, 1991. s Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia, de Adold Friedrich von Schack 1868- 1871, traducción de Juan Valera Hiperión. Madrid, 1988. s Pepita Jiménez 1873 Edición de A. Navarro y J. Ribalta. Castalia. Madrid, 1993. s Las ilusiones del doctor Faustino 1875 Ed. de José- Carlos Mainer. Alianza. Madrid, 1991. s El Comendador Mendoza 1877 Ed. de María Fernanda González Llamas. Líbano. Sevilla, 1999. s Doña Luz 1879 Biblioteca Nueva. Madrid, 1990. s El arte de la novela 1886 Sel. de Adolfo Sotelo Vázquez. Lumen. Barcelona, 1996. s Nuevas cartas americanas desde 1888 Linkgua Ediciones ed. bajo pedido Barcelona, 2004. s Juanita la larga 1895 Ed. de Enrique Rubio. Castalia. Madrid, 2002. s Genio y figura 1897 Edición de Cyrus DeCoster. Cátedra. Madrid, 1986. s Morsamor 1899 Ed. de Leonardo Romero Tobar. Fund. José Manuel Lara. Sevilla, 2003. s Obras completas publicados 3 vols. de los 9 proyectados Ed. de Margarita Almela. Biblioteca Castro. Madrid. LIBROS SOBRE JUAN VALERA Azaña, Manuel: Ensayos sobre Valera Alianza. Madrid. s Bravo- Villasante, Carmen: Vida de Juan Valera. AECI. Madrid, 1989. s Cantos, María Enriqueta: Juan Valera y la magia del relato decimonónico. Univ. de Cádiz, 1999. s Contreras, Jesús Cristóbal: D. Juan Valera: su perfil ignorado y algunas cartas inéditas. Vision Net. Madrid, 2005. s Cuevas, Cristóbal editor Juan Valera. Creación y Crítica. Actas del Congreso de Literatura Española Contemporánea. Univ. de Málaga, 1995. s Duarte, María Isabel: Cartas por el mar. Epístola y ensayo de Juan Valera. Univ. de Málaga, 2001. s Galera Sánchez, Matilde: Juan Valera, político. Dip. Prov. de Córdoba, 1983. Actas del Primer Congreso Internacional sobre Don Juan Valera: Cabra, abril de 1995. Ayto. de Cabra, 1997. s García Jurado, Juan Hualde, Pilar: Juan Valera. Ediciones Clásicas. Madrid, 1998. s López Jiménez, Luis: Juan Valera: la vida y la obra en Madrid. Ayto. de Madrid, 1996. s Moreno Hurtado, Alonso: Don Juan Valera: hechos y circunstancias. Ayuntamiento de Cabra, 2004. s Poclan, Rafael: La Andalucía en la novela de Valera. Univ. de Sevilla, 1980. s Rupe, Carole J. La dialéctica del amor en la narrativa de Juan Valera. Pliegos. Madrid, 1986. s Sánchez Romero, César: Juan Valera y Doña Mencía. Dip. Prov. de Córdoba, 1990 s Serven, María del Carmen: La relación entre el amor y el dinero en la novelística de la Restauración (Valera, Pereda, Pérez Galdós, Clarín Pardo) Univ. Complutense de Madrid ed. en CD ROM s Trimble, Robert G. Juan Valera en sus novelas. Pliegos. Madrid, 1998. s nado desde 1861, puesto que recogía el rescoldo de una admiración literaria a la que se había aplicado desde muy joven y sin la que no es fácil entender los más inteligentes recursos de su universo novelesco, singularmente en Pepita Jiménez y en Morsamor. La lectura de Cervantes, la de los autores espirituales y los del teatro del Siglo de Oro, la frecuentación de la lírica petrarquista italiana o española y la de las obras de algunos de los grandes poetas de la modernidad Goethe, Leopardi el comercio con la filosofía hegeliana, el ensayo inglés o los estudios de historiadores contemporáneos influyentes, la permanente atención a la literatura luso- brasileña y a los más jóvenes de España e Hispanoamérica, el permanente recuerdo de los clásicos latinos y griegos, leído todo en su lengua original, da una idea aproximada de cómo era la biblioteca personal que Valera atesoró en las habitaciones de sus viviendas y en la brillante memoria de que estuvo dotado. Sus páginas son las de un escritor cultísimo que nunca llega al borde de la pedantería y su mundo interior es el de un voraz curioso de todo lo que puede enseñar y divertir. Desde luego, algo muy poco frecuente entre los españoles de su tiempo. Andalucía nativa. Un programa narrativo que parece la imposible solución de una aporía estética. José F Montesinos uno de sus comentaristas más perceptivos lo definió con una fórmula que aún hoy tiene fortuna: Valera o la ficción libre. Para algunos lectores de hoy siguen teniendo interés las páginas de indagación filosófica o de comentario político e histórico que dejó escritas. Para muchos, prevalece la imagen del novelista canonizado en los inevitables repertorios y antologías de uso escolar. La agudeza verbal y el peculiar sentido del humor de Valera siguen suscitando admiración entre los exigentes y algunos, incluso, ponderan su prosa como un acierto de estilo, libre de las volutas sintácticas tan reiteradas en la arquitectura retórica del XIX. Estos atractivos son dorados reflejos de una compleja personalidad de la que su más fino analista, Manuel Azaña, llegó a decir que conociéndole en tantos aspectos, me sería imposible decir quién fue Valera Fantasmas del yo Quizás la clave mejor templada de que dispone el lector actual para vislumbrar desde dentro a esta figura irrepetible sea su correspondencia, abundantísima y colmada de sugerencias. Las cartas de Valera y las de otros españoles del siglo XIX y el siguiente quiebran el acartonado tópico de la incapacidad hispana para la expresión íntima y personal. Desde 1847, año de las primeras suyas que conservamos, hasta pocos días antes de su muerte, practicó esa forma de conversación con los ausentes que es la escritura epistolar, un género que es todos los géneros Derrida dixit y que es capaz de integrar la trasparencia de la sincera confesionalidad y la fabricación de los fantasmas del yo. A lo genuino del género añadió Valera los rasgos de su personalidad rica y compleja. Muchos lectores estimamos hoy que las cartas de Valera son un impagable documento para la intrahistoria de la sociedad española del siglo XIX y un monumento artístico que divierte hasta la hilaridad y comunica estímulos positivos para la resistencia moral. En la última carta que dictó, dirigida al Doctor Thebussem y fechada el 13 de marzo de 1905, resuenan palabras de Cervantes en la dedicatoria del Persiles. Me siento más caído que nunca escribe Valera Muy leves son ya las esperanzas que me restan de reponerme y de valer para algo. Lo probable es que los tres o cuatro libros que tengo empezados se queden sin terminar y me lleve yo al otro mundo lo mucho que me falta aún por escribir Para, en un quiebro de humor personal, proponer a su confidente la redacción de otro libro regeneracionista no se olvide la cercanía de 1898 un libro tan útil como ameno cuyo título convendría, en mi sentir, que fuese como sigue: Regeneración nacional por virtud de la gastronomía y de otras artes castizas de bienestar y lícito deleite. Correspondencia epistolar del Doctor Thebussem y de su pariente Don Juan Fresco v Leonardo Romero Tobar (Universidad de Zaragoza) Ha dirigido Correspondencia de Juan Valera (Castalia) Política y periodismo La rica y compleja personalidad de Juan Valera presentaba ante sus contemporáneos rasgos de carácter poco comunes en la España del XIX. Sí compartió con otros muchos escritores de la época su dedicación a la vida política y al periodismo. De sus experiencias parlamentarias nos quedan sabrosísimas noticias sobre el modo de funcionamiento de los procesos electorales y sobre los comportamientos privados de muchos hombres públicos; de su prolongada actividad periodística conservamos un caudal de artículos referidos a textos literarios y a manifestaciones múltiples de la industria cultural del momento, en la que siempre supo moverse como un observador al mismo tiempo distante e implicado. El prestigio que alcanzó en su crítica periodística lo convirtió en una autoridad de referencia para los escritores de la América hispana, entonces alejados de la actividad intelectual de la Península, para muchos hispanólogos (como entonces se llamaban) y por supuesto, para los lectores españoles, Clarín en un lugar destacado. Y también, como era casi de obligado cumplimiento para un personaje público del siglo XIX, publicó libros poéticos que hacen evidente su buen gusto de lector e intentó también el teatro con experimentos que él mismo titulaba tentativas teatrales Su otra actividad profesional la de diplomático le permitió conocer otras tierras y otras gentes a las que supo ver con mirada aguda y comprensiva. Tales experiencias de la anchura del mundo, además de su convicción de que inventar ficciones es una aplicación actualizada de la venerable idea de imitación explican cómo su escritura narrativa, tanto en novelas extensas como en relatos breves, despliega una anómala técnica realista que remite tanto a las circunstancias del aquí y el ahora como a la visión de una naturaleza acrónica y utópica, arraigada llamativamente en las prácticas de las tradiciones populares, especialmente las de su 5 Blanco y Negro Cultural 16- 4- 2005 Selección de Félix Romeo

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.