CULTURAL MADRID 06-12-2003 página 17

HISTORIA Libros Cataluña y España El imperialismo catalán ENRIC UCELAY- DA CAL Edhasa. Barcelona, 2003 1.080 páginas, 49 euros U CELAY acaba de publicar un libro tan extenso como intenso en el que cambia su objetivo de análisis. Ya no es el catalanismo radical. Ahora, la atención investigadora de Ucelay se dirige hacia el catalanismo en una etapa cronológica anterior: el período de la Restauración de 1880 a 1917, un catalanismo ciertamente burgués y moderado. Digamos por lo pronto que estamos ante un libro denso, escrito, como afir ma el autor, desde los datos, construyéndolo hacia arriba, en vez de proceder a explicar de modo sintético una idea global o hipótesis previa Aunque el libro de Ucelay es la antítesis cuantitativa y cualitativamente hablando del libro coyunturalista de ocasión, incide en un horizonte intelectual agobiado más que nunca por fijar las reglas de juego de la dialéctica Cataluña- España. nista de este libro, y continuando, por último, con el pensamiento de Cambó y D Ors. La revisión interpretativa del pensamiento de todos estos personajes, llena de sutilezas y matices, constituye la aportación nuclear de la obra de Ucelay. En medio de ellos, desfilan centenares de personajes tanto del mundo catalán como del mundo madrileño que permiten al autor elaborar un formidable fresco de la dialéctica castellano- catalana en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX. Así nos queda bien reflejada la argumentación intervencionista catalana y su discurso ideológico de superioridad, teñido no pocas veces de racismo (Gener, Robert) y las respuestas españolistas, desde Núñez de Arce a Royo Vilanova o Moret, pasando por Gay y tantos otros. E. Santos Libro revisionista Ucelay tiende a minimizar las muestras de racismo biologista en Cataluña y subraya los miedos de los separadores españoles El autor nos precisa muy bien el salto cualitativo que supuso Cambó respecto a Prat de la Riba (la proyección hacia afuera, el paso de lo abstracto a lo concreto) los múltiples espejos imperiales ante las diversas alternativas de la proyección internacional de España (hispanoamericanismo, africanismo, filosefardismo) y el aporte final de D Ors y su contribución al imperialismo falangista español. Y ésta, sería a mi juicio, la última contribución fundamental del libro de Enrique Ucelay: la conexión del pensamiento imperial catalanista con el nacionalismo español falangista de los Giménez Caballero, Ledesma o Primo de Rivera. Incluso el autor llega a afirmar que Franco fue el último heredero perverso de las metáforas puestas en circulación por Prat de la Riba lo que a más de uno escandalizará. Un libro, pues, revisionista de los muchos tópicos y lugares comunes de la historiografía nacionalista catalana. Revisionista, en ningún caso simplista, que no sólo resalta como eje de su discurso la vocación intervencionista en España del catalanismo de la Lliga de Prat y Cambó, sino que demuestra la impregnación y metabolización que esas ideas tuvieron en España. A la postre, el discurso catalán del Imperio sirvió más a España que a Cataluña. El fracaso catalán de la Lliga fue un fracaso más español que catalán. La pre gunta final que, sin duda, se hará el lector al final de este libro es: ¿Por qué ese fracaso? ¿A quiénes hay que adjudicarlo? En los tiempos actuales, las respuestas a esas preguntas adquieren, ciertamente, un significado especial. Dimensión hispana Y de su incursión en el pensamiento catalán antes de 1917 emana una primera conclusión muy distinta a la involución ombliguista que hoy tanto parece tentar a muchos catalanes. Ucelay rechaza la explicación tradicional que del catalanismo de estos años se ha hecho en función de la lógica inter na catalanista, sin mayor horizonte que la política catalana y, en cambio, demuestra que el eje de ese catalanismo estuvo en su dimensión hispana, en su vocación internacionalista, proponiendo redibujar al Estado español explícitamente como un imperio La alternativa al Estado liberal centralista, más moder na y prometedora, se gún Ucelay, fue el modelo imperial de la Lliga catalana. Se ha señalado la importancia de una idea imperial en el desarrollo del nacionalismo español moder no, pero nunca su posible fuente catalanista. La noción de imperio servía como medio para el mejor encaje de Cataluña en una España nueva, regenerada La unidad cultural que Cataluña representaba, caracterizada por la fuerza de la sociedad civil, debía proyectarse hacia España y, al mismo tiempo, refundar el Estado español en términos de Estado plurinacional, según un modelo que osciló entre el Imperio Austrohúngaro la tradición austracista contó al respecto y la Gran Bretaña colonial. El concepto de imperialismo que maneja Ucelay y que utilizaron los intelectuales catalanes de estos años, nada tiene que ver con la clásica concepción marxista del tér- Ucelay nrique Ucelay es hijo de exiliados gallegos republicanos en Estados Unidos (su madre, Margarita Ucelay, fue editora de Lorca y autora de un excelente Los españoles vistos por sí mismos, 1951) Se doctoró en Historia en la Universidad de Columbia. El tema al que dedicó su tesis doctoral fue el análisis del nacionalismo catalán de 1919 a 1933. Su investigación ulterior ha incidido en la figura de Macià y su tiempo y en lo que él llamó la Cataluña populista en el período republicano, con excelentes obras de síntesis de carácter general, como las que escribió con Francesc Veiga (El fin del segundo milenio, 1914- 1989) y con Ángel Duarte (La paz simulada, 1945- 1991) Actualmente es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona. R. G. C. E mino, que ha simplificado hasta la caricatura la cuestión como la busca de mercados de exportación para una burguesía avariciosa y expansionista A juicio de Ucelay, en la idea imperial catalana la ambición cultural pesaba más que la comercial. El catalanismo nunca ha dejado de ser primordialmente un sueño de hegemonía cultural como paso previo a la conquista moral del Estado español. Ucelay explora la arqueología de la idea imperial, una idea con ropajes antiguos y, desde el capítulo tercero del libro, se lanza a analizar la trayectoria de la unidad cultural catalana y su sueño imperial. Esa trayectoria no la recorre insisto en ello desde el punto de vista de los hipotéticos intereses del mercado que pudiera tener la burguesía catalana. Rompe así el mito de una burguesía catalana, chata y mezquina, que sólo piensa en tér minos de do ut des, que sólo entiende el Estado en términos de protección comercial. Ucelay se adentra en el pensamiento catalán arrancando de la figura de Valentí Almirall, penetrando a fondo en las ideas de Prat de la Riba, el auténtico protago- Ricardo García Cárcel 17 Blanco y Negro Cultural 6- 12- 2003