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CULTURAL MADRID 21-06-2003 página 32
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CULTURAL MADRID 21-06-2003 página 32

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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COLECTIVA Arte FOTOGRAFÍA ESCULTURA Otros chicos malos Richard Orjis Anthony Goicolea, Carles Congost, Martín Sastre, Joan Morey y Pepo Salazar Galería Luis Adelantado. Valencia C Bonaire, 6. Hasta el 22 de julio evoca la Space Oddity, de David Bowie como homenajea los teclados del Vince Clarke de Erasure. Martín Sastre ofrece una serie fotográfica que inmediatamente me trasladó al Carlos Pazos de Voy a hacer de mí una estrella, al utilizar los modos publicitarios para darse a sí mismo publicidad en distintas poses y lugares; esta misma estrategia la continúa en sus vídeos, al presentar una suerte de hagiografía personal que mezcla los géneros, del reportaje al vídeo- clip, mientras en otros introduce los recursos del vídeo- juego o el remedo de la teleserie fantástica. Joan Morey presenta un par de dibujos de barroquismo jevi en torno al grupo AC DC y una serie fotográfica de retratos de rostros velados porque los tapa una mano y que se ven transformados por un maquillaje exagerado o en los que se destaca en primer plano algo más importante que el rostro mismo, como la portada de un disco de New Order o las páginas de un libro, lo que parece otro encarte de un elepé, sin dar más pista sobre los rostros que los objetos que lo ocultan. Pepo Salazar despliega una retahíla de dibujos, apuntes rápidos de intervención urbana, como el mismo hard core que parece abrazar con un gran radiocasete con el que ir invadiendo el espacio urbano con su música, tal vez el Iggy Pop de los Stooges o el Lou Reed de Heroin dibujos que completa con un vídeo en el que recoge muy bien todo este espíritu invasivo que busca el autor a través de una performance de ocupación del lugar con el simple chorro de dos extintores. N la galería Luis Adelantado uno puede imaginar parte de la representación española en la bienal de Venecia que, también promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, estará fuera del pabellón oficial, porque tres de los protagonistas (Carles Congost, Joan Morey y Pepo Salazar) forman parte de Bad Boys, muestra de vídeo- arte que anuncian polémica. Últimamente, cada vez que sucede algo, resulta importante si será polémico, pues así tendremos la sensibilidad de que sólo atendemos a lo que se nos avisa como hiriente. Richard Orjis y Anthony Goicolea exponen la serie fotográfica Gymnast, protagonizada por una niña de aspecto algo raro y de cabellos inter minables, esforzada en conseguir todas las medallas con que la competición atlética premia a los vencedores, todas las imágenes van de la irrealidad a la crudeza de someter a la infancia al darwinismo social que obliga a hacer todo por ganar desde bien niño. E Una de las fotografías de Berridi en DV Lo que pasa en la calle Alfonso Berridi Galería DV. San Sebastián C San Martín, 5 De 1.050 a 6.350 euros Hasta el 13 de julio A Snob y banal Carles Congost presenta fotografías (aunque inéditas, todas de series anteriores) a vueltas con el mundo que ya le conocemos, y en el que priman lo snob y los ambientes llenos de una estudiada banalidad víctima del culto al cuerpo, fotografías que completa con el vídeo Spaceboy y una serie de capturas fotográficas de este vídeo que tanto Nilo Casares UNQUE desde hace bastantes años Alfonso Berridi vive y trabaja en Madrid, cada cier to tiempo regresa a su ciudad natal para mostrar el pulso y la evolución de sus trabajos. Así es como en su tercera cita con la galería DV muestra un conjunto que continúa con los intereses adelantados en algunas de las piezas que pudieron verse en la pasada edición de ARCO, en el stand de la misma DV Y si bien Alfonso Berridi (San Sebastián, 1958) es un artista que siempre ha utilizado los medios y materiales más diversos, y se ha caracterizado por compartir lo escultórico y lo pictórico con gran habilidad, parece que en este encuentro se inclina hacia el plano bidimensional, articulado en torno a grandes imágenes fotográficas, realizadas sobre acetato y basadas en los planos de callejeros que aparecen en los listines de teléfono. Las retículas urbanas sirven a Ber ridi para instalar una serie de imágenes reales que directamente aluden a la vida cotidiana de las ciudades. imágenes mediante collages de fotografías superpuestas, insiste en la idea de elaboración de una crónica urbana plural donde los personajes, coches, edificios, autobuses son elementos con ritmos y sentidos diferentes, pero conjuntados dentro de un encuadre. Por su parte, de esta crónica también participan las esculturas en madera de iroko, pino o roble que acompañan o enfatizan parte del recorrido de la sala. Macizas e imposibles de penetrar, las obras reflejan la inmediatez de las fachadas de edificios cerrados, de forma que lo privado queda siempre oculto a la mirada ajena del exterior. Y si las fotografías tanteaban los procesos pictóricos, las esculturas buscan una vinculación mayor con el volumen y el peso, aunque leve, aspectos internos del medio que pone en relación con los planos de la pared. La interpretación de las ideas Alfonso Berridi es un creador inteligente que busca la libre interpretación de las ideas, obsesiones personales, ligadas a una experiencia concreta. Y en su búsqueda, cada vez emplea materiales y procesos más variables, tanto como el tiempo que siempre está latente en sus trabajos. Por ello, a partir de una inquietud, sus obras, sobre el soporte que sean, son el producto de una reflexión sobre la condición humana, sobre el sentido y la apariencia de las imágenes, insistiendo en aquellos aspectos que, como el tiempo, son esenciales. El resultado no pretende ser una simple traducción en imágenes, sino un punto de reflexión, de descubrimiento de los espacios habitados por el hombre, donde está presente un sentimiento liberador de las presiones de vivir en un medio que, como el urbano, somete al individuo a un cúmulo de presiones y tensiones diarias. Ese tiempo imparable En particular, parece que los lugares de tránsito, de movimiento o paso de la gente son los que más atracción generan al autor con el ánimo de reflejar, quizás, el paso del tiempo que fluye de un modo imparable. Hay además situaciones enfatizadas o recurrentes, como la espera incontenible o la prisa desmedida, y de nuevo aparece el tiempo en sus diferentes metáforas sobre el tránsito diario de una gran ciudad. En este caso, se trata de Madrid, pero las obras podrían referirse a cualquier ciudad o entorno urbano, siempre occidental. También la forma de construir las Imagen de la serie Gymnast de Orjis Goicolea Alicia Fernández 32 Blanco y Negro Cultural 21- 6- 2003

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