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CULTURAL MADRID 14-12-2002 página 34
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CULTURAL MADRID 14-12-2002 página 34

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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FOTOGRAFÍA Arte Errantespresencias Santiago Navarro. Der Wanderer Sala Rivadawa. Dipdtación Cádiz de Hasta el 22 de diciembre A extraño que un artista español no consi es dere el sustrato mitológico greco- latino para componer un espacioarcaico, neutro, atemporal que sustente sus elucubraciones, no ya alegóricas, ni me tafóricas, sino simplemente discursivas. Santiago Navarro (San Fernando, Cádiz. 1970) embargo, sin realiza un atrayente planteamiento narrativo imbri cado en un ámbito vivencial del norte de Europa ger mánico. Ámbito al que no hace falta poblar- artifi cialmente- -de cerrados bosques, noches frías, cela jes brumosos y calimas, negros cuervos, ríos y lagu nas, ciudades en constante cambio. Es el inevitable choque del artista con una cultura que no le es propía, que le provoca un deslumbramiento y le permi nista. De, -Wandereres una metáfora genérica, ex Se conforma la muestra presente como una ins te emprender un camino creativo sin aparentes ata trapolable a la creación artistica, pero también al de talación total, donde los conjuntos tridimensionales duras. venir vital cotidiano. Nohay respuestas que no estén ven apoyado su discurso en un desarrollo visual que Pero, ¿quién es este personaje enante, der Wan contenidas en el proceso. Pasamos estadios, etapas, se resuelve por medio de grandes ploteadosa color derer? Una figura a quien encontramos en continuo momentos que parecen inacabables y que terminan fotográficos. Al enfrentarse a una primera lectura tránsito, portando una carga de luz- -luminosos ha cambiando. Transitamos caminos, sendas, carrete de la obra no debemos quedarnos con la simple ape ces vegetales, iridiscentes rocas, pesadas, pero inevi ras que a veces desandamos, y que casi siempre de lación a la simbología. No hay tal predisposición. tables- atacado por bandadas de cuervos; cruzando sembocan en otros caminos, sendas o carreteras. La Hay ünicamente referencias directas a los objetos en negros botes lagunas de olvido; camuflado en las vida, como la creación, se manifiesta en una suce naturales, al paisaje. A partir de ellas- -meras excu sombras de las noches, invisible a los ojos mortales, sión de ciclos, periodos tras los cuales hay que morir sas- -reivindica una enfatización de la parte inma se que cae de las alturas sin saber siquiera volar; que para volver a renacer y seguir caminando. Y siem terial de la realidad. Es este sustrato interior, inma arriba a orillas volcánicas medio vivo, medio muer pre la muerte, presencia insoslayable. Quemar para nente, pero volatil, el que sustente la fachada corpó to. ¿Quién es? ¿de dónde viene? ¿hacia dónde ence avanzai: Destruir la carga para volver a tomar sobre ita, matérica, de la realidad. De esta mutabilidad mina sus pasos? nuestros hombros una más pesada. Incluso Der nos habla continuamente Santiago Navarro. De la Se disfraza el artista de este errabundo contador Wanderer es una fase de un proyecto mayor, Der Jü sombra y el reflejo. De la ausencia y la presencia. de historias, pero caeríamos en un error si pensáse ger (El cazador) aún en proceso, para el cual fue be inos que intenta situarse a si mismo como protago cado por la Diputación de Cádiz. Iván delaTorre Aniorlghi Y PINTURA El fondocomosuperficie Santiago Serrano Galería MiguelMarcos. Barcelona. Jonqueres, C 10 De 12.000 a 30.000 euros. Hastael 18 deenero A de celebrada en Madrid es, sin embar obra conocida ySantiago Serrano (Toledo, 1942) muy go, casi desconocida en Barcelona. No creo que ello obedezca a otras cuestiones que aquéllas que son propias del (consumolocal Obras que ofrezcan si militud formal con la de Serrano- -pintura espacial que se desenvuelve sin otro límite ni cortapisa que los dispuestos por el soporte mismo- sido posible ha hallarlas en el ambiente barcelonés. Pero son simili tudes formales, puesto que este tipo de pintura con sidera el ámbito plástico como lugar de presencia del yo personal y de los sentimientos que lo conmue ven, sin que ello prejuzgue ningún formalismo icó nico, atendiendo a que la acción creativa ha de sal varse solo mediante el color, casi monocromo, y los matices atonales que en su gestualidad allí deje el pincel, única acción pictórica válida que invade y condiciona todo el espacio. Este tipo de pintura ha encontrado seguimiento en casi todas las latitudes en las que se ha implanta do el espíritu nuevo que entiende la pintura como el gran placer de pintar y solo, en segundo término, que elloobedezca a un deseoo a una necesidad, aun que, como es obvio, sin deseo o necesidad ningún gesto que usara la pintura tendria valor ni significa do o, a lo sumo, no iria más allá del decorativismo. Esas reflexiones me nacen al contemplar las obras de Santiago Serrano. Necesidad de pintar cuya pin tura, el artista, para organizarla, mete en casetones o L distribuye en espacios casi monocromos, tremen damente personales, llenos de diluidas atmósferas de cromaticidad acuosa, pero que, precisamente por ello, se vuelven interesantes e intrigantes, que se tra ta de una utilización muy personal del tinte cromáti co, además, favorecidapor el soporte, un lienzo que se aleja del de la noblezatersa, porque al artista lo que le interesa es la textura pictórica irregular a la que le obliga el soporte, hilachas sin homogeneidad de tra ma, casi lindante, pero sin sus asperezas. Se trata, en primer lugax de reflejar el gusto por pintar y, además, de que lo pintado dé satisfacción y, acto seguido, per mita mostrar cómo el espacioaún es el lugar de las in quietudes y de la conciencia- Tierms llama a esta se- rie- -por lo que construyó, delimitó y seleccionó la pintura y sus texturas mediante dípticos o cuartea mientos precisos y evidentes al observador, en un punto de confusión (voluntario? polarizado entre la realidad plástica y la realidad social. No sé si habré si do yo, el crítico, que me he confesadoante esas obras de Santiago Serrano. Si lo que aqui he dicho no es la intención del artista, que me perdone. Pero yo le transmito el impacto que me ha producido su obra. Aprendí eso cuando me inicié al arte contemporáneo: se trataba de una colaboración y participación entre artista y contemplador ArnauPuig 34 jUaneo Nugru üiIi urs 1 4- -12- 2002

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