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CULTURAL MADRID 14-12-2002 página 22
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Escenarios; 0 ENSAYO Historia de un compromiso JUANIGNACIO GARCIA GARZÓN OS españoles hemos sido victimas de ver el teatro como un género literario oun oficio, quiero decir, como un espacio al margen de la vida. Normalmente se ha ido al teatro, incluso en el caso de muchos críticos, teniéndolo fuera de uno mismo, En eso, creo, he ido disintiendo cada vez con mayor ahinco con el paso del tiempo- He ido aprendiendo que cierto teatro va siendo tu espacio, no un espa cio que está fuera de ti. Cuando uno escribe so bre teatro no debiera hacerlo como una activi dad extraña, sino asumiendo que estás ha blando de ti mismo 4. Mi evolución ha consistido en pasar de mirar todo el teatro desde fuera a elegir una parte de él para sen tirme dentro, Una transición básica, un pro ceso lógico. Primero, el teatro, es un texto, des pués unos seres vivos que están en sus escena rios delante de ti y, luego, un referente constante de tu pensamiento, de tu memoria, de tu realidad Disculpen por la larga cita, que creo justificada pues es tan interesante como sustanciosa por lo que tiene de resumen de un talante vital, de profesión de fe, de actitud ante esa forma de vida que llamamos teatro. Son palabras de José Monleón, una voz sa biamente inquieta, una respetada presencia crítica, quien, traspasado el umbral de los se tenta y cinco años protagoniza un grueso volu men de suma y sigue, de recuento gozoso de una trayectoria íntimamente unida a la de fensa de un teatro necesario como espacio para seguir pensando Enrique Herreras, con el auspicio editorial de la Generalitat Valen ciana, repasa y analiza en su apabullante José Monleán, un viaje (real) por el imaginario la vida y la obra del crítico y ensayista nacido en flvernes de la Vaildigna (Valencia) Un hombre que fue punto de referencia inexcusable desde sus artículos del semanario Triunfo, que fundó la revista teatral Primer Acto, hoy venturosamente vivita y coleando sin bajar la guardia y donde número a número sigue tomando el pulso al hecho teatral y refle xionando sobre él; un hombre que, desde la di rección del Festival de Mérida, orientó el certa men hacia palpitantes territorios de la contem poraneidad desde las propuestas clásicas, y que actualmente dirige el Instituto Interna cional de Teatro del Mediterráneo, hermosa criatura multicultural que demuestra que aún es posibleacercarse a la utopía con los pies fr mamente asentados en el suelo- Fd libro, bella mente editado (con el purgatorio de algunas erratifias que afean el buen acabado) enhebra lógicamente en el mismo recon- ido la peripe ca vital y profesional de Monleón con una pa norámica del último medio siglo de nuestra es cena, además de ofrecer un atractivo muestra rio de su obra teórica, abundantes fotograflas y un aluvión de testimonios amistosos. Vaya desde aquí mi brindis por quien siempre ha entendido el teatro como un compromiso con la libertad y contra los dogmatismos losé Monleán, un viaje (real) por el Imaginarlo, Enrique Herreras. Generalitat Valenciana. Valencia, 2002, 266 páginas, 30 euros, La España amada Cuaderno Talamanca de EMIL CIORAN M. Trad. prólogo Manuel y de Arranz Pre- Textos. Valencia, 2002 61 páginas, euros 7,50 explorar sentido del L el suicidio y los limites del nihilismo en El mito de Sísifo (1942) Camus se pregunta por el significado del absurdo. Para Camus, el trabajo absurdo requiere a un artista consciente de esas li mitaciones, un tipo de arte en donde lo concreto no significa más que eso mismo. El creador absurdo no valora su trabajo. Puede repudiarlo y a veces lo hará. Y peseal absurdo de la vida, pese al rechazo de la eternidad y de la posteridad, el pied- noirfran cés nos dirá que es posible ex traer pasión, libertad. Estas ideas nos pueden servir para presentar este Cuaderno de Itzlamana 2 de Cioran, y aún toda su obra. Emilio Miguel Cioran nació en Sibiu, en Rasinari, Rumania, en 1911 y murió en París, en 1995, a los 64 años. Hijo de un cura or todoxo se preocupó hasta el ex tremo por la vida de los santos y los místicos; llevó una adolescen cia triste, en Bucarest, soñando en el paraiso perdido de su infan cia. Su madre le confesó que hu biera abortado de haber sabido que iba a ser tan infeliz. Desdejo ven padeció de insomnio, tema recurrente en este libro y que da pie a numerosas reflexiones. Es tudió violín, y luego filosofía y arte en Bucarest, Berlin y París. Una pequeña azul luz Con Eugenio Ionesco y Mircea Eliade, Cioran completa lo mejor su generación. Becado en Fran cia, en 1937, traduciendo a Ma y llarmé, comprendió que su idioma era inútil para este poeta puro de modo que decidió escri bir en francés. En los cuarenta y cincuenta cultivó la amistad de los existencialistas y del círculo de fundadores del latro del Ab surdo. Samuel Beckett, que faci litó su traducción al inglés, decía de él que no era un escritor de la desesperación, porque siempre al final habla una pequeña luz azul. La obra de Cioran fue en nuestro país particularmente divulgada y traducida, en los años setenta, por Fernando Savatec Breviario de podredumbre o Del incorwe niente de haber nacido fueron en tonces libros muy leídosy del en la época de la transición durante tonces llamado desencanto Esta nueva traducción es opor tana si bien está por ver que la ac tual generación cultora del exi tismo y de las operaciones triunfo sintonicen con la obra corrosiva inteligente del rumano. A uJ Este Cuaderno de lb amanes reúne las notas escritas por Cio ran durante el verano de 1966, en un pueblo de Ibiza. Nada seguro se puede escribir sobre este autor, ños dice Manuel Arranz, traduc tor y prologuista del libro. Cioran es contradictorio, y su estilo ab ristico y epigramático estalla en nuestras manos como explosio nes iluminadas que van desgra nando sus temas queridos: el abu rrimiento, la decadencia, el suici dio, el agotamiento de la razón, el desengaño, el nihilismo y la indi ferencia. Un estilo que en ocasio nes roza la greguería, como en Ibdo hombre que toca un motor demuestra con ello que es un itprobo o En huir de mis respon sabilidades, he puesto todo mi ge nio Este Talamanca es intere sante por otros motivos. Cioran se supone que se encuentra de va caciones y este mismo hecho hace que el cuaderno tenga algo de libro de viajes y que el autor se permita constantes alusiones al significado de tal cosa en el con texto de su vida. Esto supone una crisis, dice su editora y compila dora de estos fragmentos, Verena von der Heyden- Rynsch, que en el prefacio nos habla del amor apa sionado de Cioran hacia España. La España amada de Cioran no tiene nada que ver con la que ahora exportamos al mundo aun que sin duda late bajo los orope les del tecnocratismo yuppie. Nuestro rumano ama la España de la decadencia, del barroco, la España desengañada y preñada de Dios, la de la melancolía, la de la mística y el iluminismo. La Es paña de aquel otro contradictorio que es Miguelde Unamuno, escri tor admirado por Cioran, cuando zahiriendo a los europeístas de hogaño, en 1906, apostaba por africanizarse a la antigua: (He aquí una expresión: africano an tiguo que puede contraponerse ala de europeo moderno y que vale tanto, por lo menos, como ella. Africano y antiguo es San Agustín; lo es lbrtuliano. Y ¿por qué no hemos de decir hay que africanizarse a la antigua o hay que anticuarse a la africana Dos Migueles, tan cercanos. Pero como dice Beckett, y como dice Camus, hay algo en Cioran, tal vez su humor negro y su risible autodesprecio que nos lo termina haciendo entrañable, muy nuestro. Y es que en su pa sión hay vida. La luz azul. En losamaneceres En 7 hlamanca, Cioran critíca al escritor, pero cuando produce sin necesidad, contra el espíritu. Rastrea todos los afluentes del ag nosticismo pero anhelando la re dención del conocimiento por la ignorancia universal, la de los iluminados, Sus ráfagas contra los ingeniosos, contra los indis cretos, contra los frívolos, contra los consumistas, nos reconfortan con este hombre que no sopor taba el sol ni la playa pero que ve raneaba en una Ibiza idílica, hu yendo del día y refugiándose, in somne, en los amaneceres. En la primera entrada de su diario anota: Todo mundo está mo el reno, pero yo seguiré blanco, pá lido, Mientras me entregaba a toda suerte de reflexiones amar gas, contemplaba los pinos, las ro cas, las olas visitadas por la luna, y de repente me di cuenta de hasta qué punto estaba yo li gado a este hermoso y maldito universo ¡Quégran lectura esta para la resaca de las famosas no ches ibicencas! si el Ayunta miento de Ibiza supiera verlo. Un mundo que late 1 e José Tono Martínez 22 Blancos rgro CuItinil 11- 12- 2002 1

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