Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 16-11-2002 página 40
CULTURAL MADRID 16-11-2002 página 40
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 16-11-2002 página 40

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página40
Más información

Descripción

ACTUALIDAD ÓPERA DANZA 1 iviusica 1 Las músicas Matisse Picasso de y O confundamos música y pintura. Sus acciones no son más que paralelas. Uno no sabría traducir las sinfonías de Beethovena pintura) afirmaba Matisse, al mis mo tiempo que reconocía: (Lapintu ra exige organización, como las de más artes. Organización de fuerzas- -los colores son fuerzas- -como en mú sica, organización de timbres Músi ca y pintura se alimentan de metáfo ras comunes, conceptos afines, esbo zan relaciones subterráneas que se vuelven ambiguas y contradictorias en el momento de ser sacadas a la luz y analizadas. ¿Son estas convergen cias ilusorias, casuales o sustancia les? Las respuestas han sido, desde luego, variadas. La reciente publica ción de un inteligente y muy intere sante disco doble, Las músicas de Ma tisse i Picasso (NaXve) ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el tema. Al incluir piezas que- de distin ta manera- -arrojan luz sobre la rela ción de los dos artistas con la música, las correspondencias que se pueden establecer son a veces imaginativas y sorprendentes. Escúchese por ejem plo Igot en la versión cubis ta que LouisArnistrong y su orques ta realizaban en 1981 en Chicago. La voz de Armstrong se fusiona con las intervenciones instrumentales como un objeto dotado de una perspectiva extraña y autónoma; a mitad entre la la vertiente neoclásica del arte de Stravinsky, para quien preparó los decorados del ballet Pulcinelkz. En cambio, Matisse se siente atraído por la extraordinaria variedad cromática que la combinación de las siete notas puede crear: (Siete notas, con ligeras modificaciones, son suficientes para escribir cualquier partitura. ¿Por qué no debería ser lo mismo en las ar tes plásticas? Es precisamente al preparar los decorados para El canto del ruiseñor, de Stravinsky, cuando Matisse utiliza por primera vez su técnica de cortar y pegar papeles co loreados. Estas experiencias culmi narían en 1947 en el cuaderno Jazz, mezcla explosiva de ritmos solares y desenfadados. Aquí no podemos no pensar en la Rhapsody ¡ti blue, sobre todo en la interpretación (1924) de Gershwin con la orquesta de Paul Whiteman, cuyo espíritu gamberro ninguna versión posterior ha logrado igualait stas son tan sólo algunas de las correspondencias que las piezas con tenidas en Las músicas de Matisse y Picasso pueden sugerir (los discos se completan con obras de Falla. Pou lenc, Shostakovich, Satie, Raye! Bach y Billie Holiday) Queda a gusto del oyente y ¿por qué no? del apasiona do de arte- -descubrir otras. trazarlas, e incluso inventarlas. 1 melodía, el comentario hablado, el borboteo y el ritmo pum. Si el sonido graso de Ai- mstrongsintoniza con la estética picassiana, el timbre agudo de Gillespie está pensado para ali mentar los sueños de Matisse; más coloreado y menos matérico. se dis tribuye por zonas claras y bien defmi das. Es en el ballet donde los dos artis tas revelan mejoi su propio talante. Para Picasso. la música es una cues tión de forma (empezando por la for ma física de los instrumentos) No ha de extrañar que al final sintonice con Danza japonesa Butoh Un Wertherde moda A configuración del romanticis mo tuvo una de sus más altas ci mas en la figura de Johann Wolfgang Goethe y un pilar básico en una obra como Los sufrimientos del joven Werthei- El arrebato juvenil en el que el amot y su rechazo, llevan a la muerte, al suicidio, era un caldo de cultivo efervescente y propicio para una recreación operistica. Jules Mas senet aprovechó este rico punto de partida para escribir un drama lírico en cuatro actos, su Werther. Es decit tomó una serie de arquetipos con los que recrear la historia, envolviéndola en un contexto muy determinado que la explica y justifica. La obra tiene un trasfondo opulento e interesante, detallista en sus pautas conceptuales. Mediante una serie de pintorescos cuadros se traza un esquema muy claro de los estragos que el provincia nismo pequefioburgués causa en un espíritu libre, que discurre al margen de los estrictos cauces sociales que la mayoria ordena. El deber como obje tivo vital y la hipocresia como premi sa máxima de la estructuración de la convivencia chocan de frente con un personaje en comunión con la Natu raleza, un rol para el que la expresión de sus sentimientos es prioridad ab soluta. Los convencionalismos atan L la figura de Werther, lo empeflueñe cen y consiguen, al fin, derrotarlo, en una atmósfera monolítica y opresiva. Frente a Werther, Massenet constru ye un contrapunto en Charlotte que va creciendo en intensidad según avanza el drama. A pesar de las pro mesas y los convencionalismosque la atan, rompe la ingenuidad juvenil que la caracteriza en el inicio para terminar- pese a la inutilidad del ges to- -dejándose llevar también por los sentimientos. Con un desarrollo ge neral conciso y unitario, una narra ción lineal y una música que recrea sensualmente la trama, sin excesos, Massenet logra un cvntinuum musi cal pletórico de melancolía. L grupo Shizuku presentará en Barcelona el viernes y sábado próximos, días 22 y 23 de noviembre, su espectáculo Konata lo Kanata MetanoRussomanno (Por aquí y por allá) De la mano del director y coreógrafo Dakei, esta co reografía de danza japonesa Buto i pone en escena a tres bailarines (dos hombres- -el propio Dakei entre ellos- y una mujer) y dos músicos. que interpretan en escena el poema del mismo titulo creado por su di rector. Dividida en siete partes, siempre con motivos inspirados en la Naturaleza, la obra creada por Dakei quiere mostrar dónde se en cuentran los límites del cuerpo hu mano. Ankotu Butok Danza (le la Os curidad o las Tinieblas está consi derada en la actualidad como la danza vanguardista de Japón. Se trata de un baile introspectivo, mez cla de meditación, danza, teatro, re ligión, improvisación, tradiciones orientales, expresionismo alemán y abordajes filosóficos. La impactante estética de los bailarines- -alejada de Con estos mimbres románticos, los cánones de belleza tradiciona Werther encajaa la perfección dentro les- -está basada en su aspecto entre de la temporada del cincuentenario espectral y tétrico, con la cara y el de la ABAO. No ha sido una obra cuerpo, a menudo desnudo, pinta muy frecuentada por la entidad líri dos de blanco u otros colores, bocas ca vasca, y vuelve en una producción y ojos muy abiertos, cabezas rapa del Teatro Carlo Felice de Génova, das: y realizan muecas, movimientos con uno de los Werther ahora más de retorcidos y contorsiones. Abrazar moda, el de Giuseppe Sabbatinl. las contradicciones que danzan en el perpetuo cambio es el reflejo del va Cosme Marina cío. germen de la danza Butoli. E Wert ier MúsJca: Massenet. mtscai: M. Boenii. cena: J. Dfr. Dit U. MÑo Rwt G. Saatint L Gl mtd W ers. q. Sbif. Szed. 16.19,22 y de 2 Sde iu. ientm. 20 teqas. PalaSEskaló. na. 8i bao GrupoShizuku Director Dakel. KOOaWOKJOBta. 22 y 23 denovSibie. EspalUiure Barcolona. 40 ¡fi ai, i, n -r, Ciii) ural 10- -11- -21102

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.