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CULTURAL MADRID 02-11-2002 página 27
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CULTURAL MADRID 02-11-2002 página 27

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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FOTOGRAFÍA COLLAGE INSTALACIÓN Arte ¿Ysi hablamosde la muerte? Carmen Calvo Museo Nacional Centrode Arte Reina Sofía. Madrid. Palacio Velázquez. de Comisario: Fernando Huici. Patrocinio: Bancaja. Hastael 14 deenerode 2003 ARMEN Calvo (Valencia, 1950) pertenece a una genera ción de artistas que, en la década de los 70, plantea la necesidad de una pro funda renovación de los lenguajes plasticos, lejos de unos modelos domi nantes, las lecturas pop y la desmate rialización conceptual, agotados for malmente y socavados por unas ur gencias políticas que empezaban a desaparecer. Pero mientras la mayoría de sus compañeros de generación se volvieron hacia la práctica liberadora y desinhibida de la pintura, Carmen Calvo se propuso la exploración de sis temas artísticos completamente dife rentes. Y, de este modo, consiguió construir las claves de un lenguaje personal o, mejor, de un peculiar siste ma de práctica artística, que le ha per mitido durante estos años la creación de una obra tremendamente personal y capaz de deglutir, incluso, los avata res de la novedady la moda. Acumulación o repetición Decía Ramón Gómez de la Serna que la repetición de cualquier acción, objeto o cosa por sí misma produce in tensidad. Y ésta se nos revela como una de las claves del trabajo de Car men Calvo: la repetición o la acumula ción sistemática de elementos. A ve ces, como en la escritura, se trata de la repetición de pequeños signos, en si mismos desprovistos de gran sentido, pero que, en su ordenado encuentro, adquieren un significado o, al menos, lo que podríamos llamar la escenogra ria de una significación. Este sistema de asepsia formal, de brillante y escueta presentación, con trasta con otras obras basadas preci samente en lo contrario: en el uso de objetos cargados de intensidad emo cional. Lo que nos revela la segunda clave de su trabajo: en vez de la acu C mento de su trabajo. La muerte silen ciosa y absurda que transita entre los misteriosos y siniestros inventarios de objetos. Yla muerte, a veces, clara mente explícita. La exposición que se presenta muestra perfectamente esto en todosu esplendor escenográfico. Acertada mente, se ha insistido en obras de las dos últimas décadas, en las que Car men Calvo ha trabajado en formatos mayores y en instalaciones lo que se adecua perfectamente a un espacio, amplio y espectacular en sí mismo. que, en este caso, parece trabajar a fa vor de la intensidad de la obra. La emoción y lo biográfico Todos los planteamientos formales. todas las maneras de trabajo de la ar tista se pueden encontrar en ejemplos brillantes y llenos de rotundidad. Des de los primeros montajes monocro mos o casi monocromos, las acumula ciones de objetos sobre fondos negros, los objetos individualizados sobre pan de oro, el personal uso de la fotogra fía... Consiguiendo una especie de re corrido por todos los sistemas de crea ción utilizados por la artista, Carmen Calvo parece haber adap tado los lenguajes fríos, banales e iró nicos del pop a un mundo cargado de intensidades y movido por los grandes sentimientos y las grandes emociones. Pero, en el fondo, todo mantiene un ca rácter formal y aséptico: las obras se mulación de elementos banales, la pal- paran justo allí donde la emoción y lo era, brillante y escueta presentación biográfico brotan. Conducen al espec de objetos cargados de una intensidad tador a un lugar desde el que inevita de significado casi. sensual. ble y fatídicamente se precipita hacia En un caso yen otro, la fria pulcri su propia biografla y hacia la intensi tud formal contrasta con un resultado dad de sus propios sentimientos, en que se ofreceal espectador Henode in un afán, casi una necesidad de llenar tensidad y que propone lecturas en de sentido estas narraciones mudas, las que se entremezclan símbolos y re cargadas de insinuaciones y evocacio ferencias a la infancia, al dolor, al se nes; de pequeñas contraseñas sin sen xo, a lo biográfico y autobiográfico y tido. Y así, desde la ironía, desde la li al arte, sus símbolos y sus formas. So gereza y la superficialidad, Carmen bre todo elio la idea de la muerte. La Calvo nos habla, ¿por qué no? de la muerte, en la apariencia de exposi muerte, del arte, del sexo, del anior. del ción arqueológica, de objetos muer sufrimiento... en def mitiva, de noso tos, fuera de contexto y de vida, y de tros mismos. los pequeños signos de arcilla. La muerte del arte como motor de un moPablo Jiménez Las obrasconducen al espectador a un lugardesde el queinevitable y fatídicamente precipita se hacia su propia biografíay hacia laintensidad sus de propiossentimientos Recintoferia! de la Casa Campo Madrid. 10 de de PaL v! I p F vda deL F! rig, i! sm Madrid y PaFJe! Fcn ci veircj ns d noviembre a 21 h 12 2002 estarn pa y Ediciones de Arle Confemporaneo ícsirrit- vcIirruFos per er. Frjcia (rtr rJr E Frerna (IUF. r) lei 1 r nc F Fr efluir, a y 1 a, r I. t) Q tFC 1i os LII 27 Blnii, i m, r, C, It, n, I 2- -i

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