CULTURAL MADRID 26-10-2002 página 40

ENTREVISTA CONCIERTOS iviusica. 1 Integral de Arriaga y deberían séguir ejemplo España otros el de estrenos Maxim Vengeróv: demás Los A estresante gira europea de Ma xim Vengerov (Nosibirsk, 1974) rodando- -conun Stradivarius Ex Kreutzer de 1731 como única compa ñía- -su nuevo disco con sonatas para violín solo, ha obligado a trasladar la fecha del concierto con el que el joven artista siberiano debía inaugurar la temporada de Conciertos Extraordi narios de Juventudes Musicales de Madrid a las órdenes de Mstislav Ros tropovich, con quien recientemente grabó sendos conciertos de Igor Sfra vinsky y Rodion Schedrin. -Cadavez que ofrece un con cierto con las obras del disco que acaba de grabar, ¿no corre el riesgo de descubrir algo en lo que incidi cuando es demasiado tarde para rectificar? -Comotodo, esas cosas siempre hay que verlas en un momento y una situación concretos. La diferencia que existe para mí entre un concierto y una grabación no es demasiada. Lo único es que cuando ofreces un con cierto en vivo, al final, el público abandona el auditorio y se lleva con sigo una experiencia personal: el poso de lo que acaba de escuchar. En el disco, el testimonio está ahí. No quierodecir que para siempre, pero sí por mucho más tiempo que el re cuerdo del concierto. Por esa razón, no me suelo sentir dispuesto a grabar algo hasta estar convencidode que ha llegado el momento de hacerlo. Sólo cuando tengo esa sensación me pongo manos a la obra. En otras ocasiones, lo primero que hago es el disco, y posteriormente lo paseo por muchos sitios, para brindar al público las dos posibilidades: escuchar el concierto en directo y que luego puedan com prar el CDpara llevárselo a casa y se guir disfrutando esa música. Creo que tanto una posibilidad como la otra son válidas. Cuándo grabó su primer disco? -Cuandotenía diez años. -Ha regrabado alguna obra por no sentirse satisfecho con lo que previamente había hecho? -Así, de momento, no se me viene a la cabeza haber repetido ninguna. No recuerdo haber regresado sobre grabaciones de mis primeros años. Y silo he hecho, no ha sido por sen tirme insatisfecho de la precedente. Puede haberse dado ese caso con mis propinas favoritas, como la pieza de Bazzini a la que recurro con frecuen cia, y que creo que aparece en tres o cuatro de mis grabaciones. Pero es una obra que gusta a todo el mundo, y por eso es también mi encore favorito. -El disco que ahora aparece es tan original desde el punto de vista de las obras incluídas como por la distancia cronológica y esti lística de sus compositores, de Bach a Schedrin, pasando por Pa- a 1) 1) 1 DI ni ganini o su idolatrado Ysaye. ¿Pre fiere este tipo de recitales a las mo nograflas? -Todo contenido, que coincide el con el programa que he estado ha ciendo en Europa y que después de Madrid llevo por Estados Unidos y Canadá, sigue una línea argumental que es Bach. Todoslos compositores que se incluyenescribieronlas obras que se presentan influidos por ese maravifioso compositor. Y en algún momento de cada una de las piezas aparecen citas de Bach. Digamos que se convierte en un viaje musical a tra vés de los compositores que a su vez han tocado el violín- -Rodion Sche drin ha tocado la viola- -se nota la y influencia y el conocimiento que tie nen de la cuerda. El resumen sería: la música que unos violinistas han es crito para sí mismos para otros para ser interpretada en soledad, sin acompañantes. Y, por otro lado, es una evolución de la música para vio lín proponiendo las múltiples posibi lidades que un violín puede brindar. -En el programa junto a Pa ganini, se echa en falta a un espa ño! como Sarasate. -Sarasatees también un magní fico compositor, y sino lo he incluido en esta ocasión no ha sido por olvido, sino porque no escribió obras para violín solo. O al menos yo no las co nozco. De haberlas encontrado, con toda certeza estaría junto a los otros. Disfruta cuando está solo frente al público? -Loencuentro una experiencia muy interesante. la vez me resulta Ya muy formativa, porque te obliga a plantear el programa completo como un one- man- show. Sales al escenario y no te encuentras ni un pianista ni una orquesta. Allí estás tú, solo, de lante de un público a quien tienes que contar una historia. Y el relato que les tienes que explicar se va desarro llando a lo largo de siglos, empezando por Bach para llegar a nuestros días. -Vuelvea España, que es una de sus casas -Yadenías, encuentro que la gente española es maravifiosa, lo que me hace más fácil establecer una increí ble conexión. Es un público que sabe apreciar la música, sea cual sea el programa, aunque cada audiencia, según se trate de un auditorio u otro, reacciona de un modo distinto. Por otra parte, me gusta que esa cultura española tan rica esté haciendo que proliferen unas excelentes orquestas, que nos dispensan mucha atención a los músicos. Y eso es algo valorable cuando en el mundo no se perciben más que recortes en conciertos y aportaciones a las orquestas. Mortu nadamente, en España todo lo re ferente a la música parece funcionar de otro modo. Al contrario de los de más. Abriendo nuevos teatros de ópera y comprobandocómo el público acude cada vez en mayor número a los conciertos. Un increíble ejemplo que debería seguir el resto de los países. -Lo veremos con la orquesta de Lituania dirigida por Rostropo vich, y con una obra poco fre cuente. -Incluso para mí, que en Madrid voy a (debutar) ese concierto para viola de Walton. Una preciosa compo sición, que me he aprendido este ve rano, en los huecos que podía encon trar entre una actuación y otra. aclamada Medea, autor de la UIGI Cherubini, superinten dente de la música del Reyy director del Conservatorio parisino. Pierre Marie François Bafflot, virtuoso vio linista que había sido solista del Emparador Napoleón 1 y luego lo sería del Rey Carlos X. François Joseph Fétis, musicólogo e historiador belga, autor de la imponente Biogra fia universal de los músicos y biblio grafía general de la música... Estas tres grandes figuras dominaban el Conservatorio de París en 1821, cuando apareció a estudiar con ellos un jovenzuelo bilbaino, de quince años de edad, mostrando como cre denciales varias obras- -entre ellas la ópera Los esclavos felices- que causaron admiración. Cuando, además de lo hecho, los mencionados próceres comprobaron lo que estaba llamado a hacer aquel muchacho, a la admi ración se sumó el asombro. Tres Cuartetos de cuerda prodigiosos, per fectos de factura, deliciososde inspi ración, vinieron a corroborar el ta lento de Arriaga y la inmediatez con que aprendía. Esas tres obras maes tras, representativas de cómo el jo ven Arriaga había hecho suyo el es tilo y las formas del clasicismo cen troeuropeo, reveladoras de cómo la brisifia del romanticismo pedía paso entre las lineas de sus pentagramas, se editaron en la capital francesa en 1824 sin que, nadie sospechara que iban a constituir su testamento musical, en vezde un primer peldaño de carrera grande. En efecto, comen zando 1826, diez días antes de cum plir los veinte años, una afecciónde languidez -enexpresión de Fétis: tuberculosis, seguramente- -llevó se a Arriaga a la tumba. L Música decámara francesa Complementados con alguna obra menor para la misma formación, el joven y brillante Cuarteto Casals va a ofrecer en Madrid los tres Cuartetos de Arriaga en dos conciertos en los que estas obras tendrán óptima com pañía: el Paris- París de tres cuartos de siglo después, representado por los Cuartetos de Debussy y Ravel. Más el estreno absoluto del Cuarteto de cuerda con el que el maestro ma drileño David del Puerto se lanza al ruedo de un género musical tan puro, tan exigente y tan expuesto, por la carga de tradición que lleva consigo. JuanAntonio Llorente JoséLuis García Busto del Orquesta Cámara Lituania de de Dir. M. Rostropovich. M. Vengerov. Solista: Glinka: RusianyLudmlla (ob. Concierto Walton: para violayorquesta. Tchaikovsky: 6 enSimenor. Sinfonían 2 30 deoctubre. 22,30 horas. Auditorio. Madrid. Cuarteto Casals J. C. Arriaga: Integral Cuartetosde O. delPuerto, cuerda. C. Debussy, Ravel. M. 26 y 29 deoctubre. 19,30 h. Auditono Nacional. Madrid. 40 Blanco y Negro Cultural 26- 10- 2002