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CULTURAL MADRID 05-10-2002 página 18
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CULTURAL MADRID 05-10-2002 página 18

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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HISTORIA Libros Dios perdone a Inglaterra; 1 r 1 k e TI T. -4 41 r s, e. 0 La costa fatídica. epopeya La de lafundación Australia de ROBERT HUOHES Traducción Angela de Pérez y José Manuel Alvarez Galaxia Gutenberg circulodeLectores. Barcelona, 2002 730 paginas, euros 49 L XVIII se caracterizaron por la AS últimas décadas del siglo experimentación en todos los órdenes, por la búsqueda deliberada y a plazo fijo de un nuevo balance entre lo tradi cional y lo novedoso, enmascarado casi siempre de recuperación de las virtudes de un pasado que el paso del tiempo habla llevado a la corrupción y el deterioro. La concepción del mundo como un laboratorio es visible en los programas de reforma política y el bu llicio de la vida intelectual, en la for mación de disciplinas que integran los viejos saberes humanísticos con las nuevas hen amientas que miden el mundo- -economía, sociología, histo ña universal y filología comparada entre ellas- -en la extensión de un op o timismo ilustrado que se expresa en realizaciones extraordinarias, graves fracasos y lamentables exclusiones. Uno de los problemas fundamenta les de la teoría y la práctica política de aquel período fue la distancia entre el pensamiento y la acción, tan bien ex presada en el aforismo goyesco (El sueño de la razón produce mons truos En Francia nada mató mejor que la revolucionaria y limpia guUiotina. y el gran Napoleónrestableció en Santo Domingo la esclavitud negra en 1802 con la fuerza de sus ejércitos. Hubo es critores del panteón enciclopédico brutalmente misóginos y racistas, y en España las nuevas ideas podían ex- presarse mediante la construcción de caminos y canales, pero también con la aplicación de novedososmétodosde ejecución, caso del rebelde Túpac Amaru en el Perú, descuartizado en 1781 por cuatro caballos. Desde la dis tancia, parece evidente que la propia definición de humanidad estaba como siempre demasiado sujeta a la contin gencia representada por la voluntad de poder, y por esojunto a los derechos humanos, el pacifismo y el comercio universal nacieron en aquella etapa las guerras nacionales miseria la de la ciudad industrial, el moderno imperialismo, el manicomio y la de portación al lugar mas lejano de la tie rra. Producción española Aatenciónhasidoobjetode ustralia de la historiografía española desde 1 sIgloXVI, perola celebración de su bicentenarioen 1988 promovIó una renovaclón en sus temasy puntos de vista. Juntoa los trabajos clásicosde autores como J. Zaragoza, KeIIy, C. Sanzy C. A. Land (n, han aparecido libros como El Pacífico español, editado por C. Martlnez Shaw; E! Pacífico ilustrado cte 5. Bernabéu; En el panóptico del mar del sur: la visita australiana de la expedición Malaspina, de J. Pimentel; Imperios y naciones en el Pacífica editado por M. O. Etizalde, J. Fradera y L. Alonso, y España y Australia. Quinientos años de relaciones, de C. Fernández Shaw. Otros Investigadores han dedicado su atencióna la labor de los benedictinos, programa de el emigración asistida (1958- 1963) o la vida de loscortadoresde caña españoles en el trópico australiano. -M. L G. tras el cual se producía la asignación de los condenados a la corona, colonos y propietarios en un régimen de se miesclavitud por el tiempo de con dena, si ésta no se alargaba por he chos triviales o fundados. Sin estímulos para el bien desa rraigados y envilecidos en la costa fa tídica, poblada tan solo por unos nati vos exterminados sin miramientos, la esperanza de la huida promueve en los presos una resistencia individual culminada en la muerte o la emanci pación, que acarreaba en todo caso la vida brutal y azarosa en la frontera de un mundo desolado de piratas, caza dores de focas y canguros, balleneros, ganaderos y buscadores de oro. Fuerza narrativa La nueva edición de este magnífico libro, con una traducción excelente y sensible al español de ambas orifias del Atlántico- -el del término (ca uso bildear) en vez del nefasto haçer lobby es una muestra de ello- -rescata en 17 capitulos plenos de fuerza narra tiva y basados en una investigación histórica ejemplar la historia de Aus tralia, desde la organización del sis tema de deportación en 1788 hasta su abolición en 1868. El punto de partida de su autor, Ro bert Hughes, está lejos de la comodi dad moral o la corrección política. Con ocasión del bicentenario de la fundación de Sidney se propuso resca tar los orígenes presidiarios de la na ción australiana, pero su mirada, nada complaciente, no sólo combate los mitos mas arraigados alrededor del carácter australiano- individua lista feroz, impermeable a la autori dad, emprendedor e imaginativo- sino que propone una alternativa cívica y compasiva ante el terrible dolor de un origen de infamia supuesta, lavada mediante la participación del país en ambas guerras mundiales. Así, en este libro Hughes narra cómo lfiOfilO Castigoy reforma La gran maquinaria de castigo y reforma es un molino que muele hombres y por eso mientras la flage lación mata a los enviados a los (esta blecimientos exteriores alli donde la venganza de la ley llega al límite de la resistencia humana la lógica de la deportación llega a su fin. Porque a mediados del siglo XIXla metrópoli ya cuenta con cárceles suficientes y nue vos métodos, y en las antípodas la próspera sociedad colonial prefiere emprendedores emigrantes a presos degradados. Al final, como señala Hughes, el sistema carcelario sólo sir vió para retrasar el desarrollo social y hombres y mujeres fueron víctimas económico de Australia, y degradó de una política de alejamiento y exter tanto a los carceleros como a los con minio a escala industrial, motivada victos. La respuesta individual fue porque Gran Bretaña emergia como siempre determinante. Y por eso, taller del mundo y necesitaba aiejai- a junto al criminal abyecto, Hughes nos sus clases delincuentes -pobres, recuerda que muchas veces hubo un hombres y de extracción urbana en su médico compasivo, un reformador hu mayoría, irlandeses en número apre manista o un oficial con coraje que se ciable, una mujer por cada seis hom jugaron la vida para aliviar el dolor bres- -la metrópoli, al tiempo que se ajeno, al tiempo que rescataban para de desplegaba el arma del terror a la de si mismos y para la posteridad la ex portación para mantener el orden so periencia de la libertad humana. cial y el respeto a la propiedad. El punto de partida era un viaje terrible, Manuel Lucena GiraRlo N, r, (piUra! S- -IO- -2O í 2

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