Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 21-09-2002 página 35
CULTURAL MADRID 21-09-2002 página 35
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 21-09-2002 página 35

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página35
Más información

Descripción

ARQUITECTURA Arte Los proyectos presentados en la última convocatoria del premio Manuel Oraá de Arquitectura resumen el desarrollo de una línea de investigación propia y con pujanza en las islas Canarias Sentir la diferencia AN Graham intuyó, hace ya años, las posi bilidades retóricas del lenguaje codificado por la supuesta neutralidad técnica del niinima lismo constructivo. Se trataba de recuperar aque llos valores sensibles de la obra de Mies bajo la mirada crítica de un Robert Venturi, o dicho de otra manera, conjugar la frialdad del muro- cor tina con los valores sensualistas de una ideologia neo- barroca. Aquellas experiencias del artista aportaron, no sólo la orientación necesaria para reinterpretar la arquitectura esencial de Mies van der Rohe y otros arquitectos radicales, sino que abrió el camino para la experimentación del proyecto contemporáneo en un ámbito que pare cía haber agotado sus posibilidades. No es involuntario este preámbulo para cen trar el recuerdo, todavía tan intenso, de los días pasados en recorridos por las islas Canarias a la búsqueda y encuentro de los valores arquitectóni cos de las obras seleccionadas para el premio Ma nuel de Oraá. ¿Cómo definii si no es desde aquí, la intensa experiencia de descubrir la frágil ar quitectura del centro de salud Arona en Vilaflor? Un edificio limitado en su extensión y, evi dentemente, constreñido por el programa, donde González Pérez, Yanes y Perera han sabido tras cender la estricta racionalidad de un edificio que tiene como obligación principal resolver la aten ción médica. ¿Cómo no entender que juega a do mesticar su función desde la transparencia y la desmateríaliaación de su presencia fisica? Al fin y al cabo, esta arquitectura niega su configuración lineal al plegarse, como respuesta barroca, a una necesaria escenografia por su posición topográ fica como límite. Un pliegue conduce a una serie infinita de plie gues (como Deleuze define la esencia del Ba rroco) y sirven, retóricamente, para cuestionar la materialidad del testero y ser al mismo tiempo signo (es decir, palabra) institucional, Sólo este li mitado gesto nos advierte que no es posible un análisis distraído de esta obra. Y de la voluntad poética de sus autores nos avisaron los otros pro yectos seleccionados: el Centro Cultural de San Bernardo y el Parque- Quiosco de San Francisco, uno por su sensible tratamiento de la relación en tre estructura y luz, otro, por la engañosa natura lidad para resolver un espacio urbano, donde la vitalidad de su uso no oculta la dimensión plás tica de una marquesina, o donde una pista depor tiva (tan agresiva, normalmente, en el paisaje) puede integrarse en la topografia modificada del parque. Amabilidad y expresabilidad flmhién pudimos comprobar cómo en una vi vienda unifamiliar, según proyecto de Virgilio Gutiérrez y Pérez Ojeda, se puede conciliar la amabilidad de un programa doméstico con la ex presividad espacial que proviene de la potenciali dad de un lugar privilegiado. Una casa que se abre, escrutadora, sobre el paisaje, pero que tam bién puede ser cerrada, como resguardo de la ne cesaria privacidad. A todas estas impresiones no es ajena la expe riencia, siempre envolvente, de la geografia de la isla de Tenerife. Como sucede al circular por la autovía del Sur y sorprenderse con el edificio- car tel de Abalos y Herreros, aula medioambiental PIRS que antícipa las laderas artificiales del anti D 0 II fr guo vertedero, y que se levanta del suelo en una contradicción profunda; negación del volumen en su visión lejana, caja suspendida, construida con la voluntariosa limitación de medios, en la eci- ca nía. Cercana. por ultimo, a una sensibilidad com partida con algunos de los jóvenes arquitectos de la isla, La arquitectura, tan lejana a veces a la vo luntad política, suele ser indicio de la naturaleza social de una comunidad, y expresar, en plano de igualdad con otros parámetros culturales y antro- pológicos. la cualidad íntima de un paisaje hu mano. A los testigos, venidos de fiera, nos permite con servar la certeza de que l bnerife tiene entidad sufi ciente, en sus gentes y en sus arquitectos, para resis tir la presión que empuja hacia la banalidad provo cada por la atracción del turismo hacia un consumo indíferenciado de una geograíia privilegiada. Juan Miguel Hernández deLeón 35; 1 RIriçp, o) íllIlIIrLI 21 L 2 (Ií 12

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.