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CULTURAL MADRID 14-09-2002 página 32
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CULTURAL MADRID 14-09-2002 página 32

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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PINTURA Arte Desde loscolores caleidoscopio del Rafael Egea GaleríaMaria VillaJba. Barcelona. Bailén, 110 Cf De 1.700 a 6.600 euros- Hastael 27 deseptiembre UEDE parecer extraño, pero en nuestro tortura do mundo aún queda quien es capazde contem plarlo como si fuera una feria de colores, que no hay que confundir con la de las vanidades. En las obras que monta Rafael Egea (Manresa, 1962) hay nada no más que gozopor el cromatismo. El artista lo explica alegando que la luz que envolviósu infancia, los con trastantes reflejosciudadanos producidos por los cromatizados metales modernos sometidos a vertigino sas velocidadesy la alegría que desprenden los colo res naturales que desde un inicio el hombre observó en su entorno- o que fue depositando en sus diferen tes lugares de vida y habitación- -determinaron aquel gozo y necesidad sentida de recoger todo ese esplen dor y ofrecerloen un espacio de exposición, como un paseo entre la luz y el color Todo es simple y sencillo. Nada nace de la refle xión calculada de lo que se ha hecho, ni de cómo se puede proceder para exteriorizar los propios gozos, o de qué vías ha de emprender la senda de la originali dad. La obra de Egea no nació de reflexionesminima listas, ni de actitudes criticas ante el entorno. Sus planteamientos iban sin reservas; sólo deseaba en contrar un procedimiento que le permitiera pintai sin otro contenido que el del gozo de la creatividad. Como Egea inocentemente comenta, tiene ganas de reproducir los cromatismos por él mismo, porque le gusta aquel espejismode formas y colores bellos que el caleidoscopioofreceespontáneamenteal ojo. Sin otra formación que el impulso natural por ma nejar colores y el gusto para disponerlos sobre un es pacio, ha creado tramados agradables y sugestivos, que se imponen al ojo que observa y le invitan a ini- P ciar un juego para adivinar qué se esconde bajo tanto esplendor cromático y tanta variedad de combinacio nes, siempre en un intenso campo de texturas que quieren ponerse de manifiesto para que se note lavo luntad de que esos ámbitos han sido creados por un deseo y una necesidad humana. No se trata de decorativismo. porque la obra reali zada jamás resulta estática, sino que se percibe a cada miimetro con la intención de que se capte como un juego formal nacido de una actitud premeditada, y provoca en el ojo y en la sensibilidad un interés cre ciente para recorrer sus vericuetos plásticos. Para al canzarlo, Egea se ha dado cuenta de que su creativi dad necesita de grandes espaciosque no se agotan en sí mismos, sino que continuarian hasta alcanzar efec tos inesperados, pero siempre innovadores del calei doscopio. Sin embargo, aquel producto del azar- que en él responde a una sensibilidad viva propia- -es no gratuito y reclama una atención, después de la impresión bella, que incita a apropiarse el magma para in terrogarlo tras la voluntad de su creador, eso sí, al margen de las Iragedias humanas contemporáneas. Ahí los cromatismos están en primer término pa ra un juego activo y limpio de las percepciones y, des pués, para que cada cual las emplace donde mejor le convengan. Algunoslo propondrán para promover la indumentaria; otros, para el inicio de un interioris mo activo. Puede haber quien se limite a quedarse con el estricto efecto pictórico. Luz, movimiento, vi da, es lo que persigue Egea con su actividad pictórica Y se ha quedadoen ello, y es así porquecuando inició su necesidadplástica de ordenar colorespercibió que si no partia de una simple y llana alegría y satisfac ción, iba a caer en un dramatismo informalista que no formaba parte de su intención y que falsificaria la libre dinámica alcanzada de luz, color y gozo. Arnau Puig FOTOGRAFÍA Escenarios la vidacotidiana de Escenarios Galería Pepe cobo. Sevilla, CardenalCisneros, Cf 5 Hastael 17 deoctubre L hombre tiende a proporcionarse espacios donde poder proyectar la representación dra mática que va a ser su vida. Conmoción que intuye, al menos, desde su advenimiento. Telones edulcora dos que aderecen con fantasía la humilde cotidiani dad; velos que oculten la soledad y la nada más ate rradora. Y terminamos- -todosfabricando escena rios para escapar de la realidad de nuestra condición de ser o aparentar nada. Escenarios con lo que protegernos; escenarios de los que proteger nos. El artista comprende estos mecanismos. A veces, incluso, domina su funcionamiento. Observa y en cuentra en ellos su objeto y objetivo. En ocasiones, levanta el telón para dejar al descubierto otros mun dos ocultos y viciados que constantemente ignora mos. En otras, construye sin pudor nuevos y ruti lantes ámbitos, sin preocuparse de ocultar la panto mima, la farsa, que los envuelve. Otras, las menos, juega a ser demiurgo y recrea con sus obras univer sos propicios y completos. Los cinco artistas seleccionados por la galeria Pepe Cobo para ejemplificar la preeminencia de es tas construcciones- -oreconstrucciones- -el arte en último, son muy diferentes entre si. Aporta cada E Fotografía de Ann- Sof l Sldén uno una visión personal sobre el tema. Y, únicamen te, componen un mínimo ejemplo de lo que podria ser una muestra mayor. AnnSofi Sidón (Estocolmo. 1962) GonzaloPuch y (Sevilla, 1950) centran su interés en la figura huma na y en su capacidad para pervertir o conformar el espacio que les rodea, creando otro escenario, un punto de partida inicial. Si la artista sueca monu mentaliza la figura de las prostitutas cambiando su ámbito de desenvoltura- -del interior al exterior- Puch sitúa sus anónimos personajes en lugares ano dinos, irrelevantes, para que- lentamente- suplan ten el marco que les acoge, reinventando un escena rio nuevo, únicamente regido y modelado por la pre sencia humana. Mientras, las construcciones ficticias de Damián Ortega (México, 1967) verdaderos módulos de entre tenimiento, muestran menor interés que las compo siciones creadas a partir de la unión lenguaje! ima gen, siempre teñidas de una ácida ironía. En la vi deo- instalación digital de Aernout Mik (Holanda. 1962) el artista, más que actuar sobre un espacio- -yaconcreto, ya ficticio- escenifica una situación, una batalla, una lucha, más teatral que verdadera. Quién con mayor precisión se ajusta al enuncia do de la exposición quizás sea Miriam Báckstróm (Estocolmo. 1967) Por cada una de sus fotografias, por cada una de sus imágenes, la artista hace desfi lar inquietantes escenarios, desde paisajes arqui tectónicos a los más humildes interiores, en los que se respira la inquietud de la eventualidad y el enga ño sobre los que la artista, conscientemente, va de jando pistas para que el espectador rastree el enig ma. Uniones imposibles y, a un tiempo, fascinantes que destilan el amenazador perfume de lo antí- na tural. tván dela Torre Amerlghi 32 ABC Cultural l4- Q- 2002

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