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CULTURAL MADRID 14-09-2002 página 31
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CULTURAL MADRID 14-09-2002 página 31

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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PINTURA -Losdibujos son trabajos que tampoco podia hacer en cera, quizás porque no he reflexionado demasiado o no me bastaba con la forma que obtenía. Entonces opté por dejar en un rincón el problema que me suponia dibujar con la cera, una tendencia vieja, académica, como de es tudiante que todo lo quiere hacer bien. Se imponía el pa pel, aunque bacía muchísimo tiempo que no lo trabajaba. Además, mis dibujos siempre han sido sobre cera, de forma que no se sabia hasta que punto era una obra en si misma o un dibujo. Hay ocasiones en que las obras co mienzan a funcionar cuando ya no hay esperanzas y se han dado por perdidas. No te das cuenta de que la res puesta está al lado y que lo que había que hacer era dejar el proyecto por un tiempo y esperar a que fluyese. Nm bién hay que entenderlo como un fracaso entre comillas, la imposibilidad de comprender en un momento dado. -Pero, ¿qué tiene la pintura que no aportaría el di bujo o la fotografia? -No lo sé. Cada uno de ellos tiene su historia. Quizás sea el tiempo lo que las diferencia. Éstos son diferentes. Siempre he pensado que las técnicas tienen un tiempo de espera: el de la fotoy la cerámica son diversos, pero están muy próximos. El de la pintura no tiene nada que ver- El tiempo siempre ha jugado un papel muy ¡m portante en sus cuadros. ¿Es más inmediato el de la foto, el del dibujo? -Esoera lo que yo pensaba al principio, pero casi me lleva más tiempo hacer una foto, un dibujo, una escultura que una pintura. No entro en el tiempo que puedan reile. jaz en el del pensamiento, que ya seria otro fenómeno. -Cincoaños ha tardado en realizar El despertarde las lágrimas, la escultura de la muestra. -El despertar de las lágrimas es una especie de cielo, el reflejode algo que está en la tierra, como un pozo o un agujero. En este trozo de tierra las cosas también se hablan, se comunican, se reconocen. Es una alusión a que en la muerte también hay un conocimiento. -LEs su preocupación por la luz lo que une obras tan dispares en apariencia? -lbdo lo que yo tengo está íntimamente relacionado con la luz y es a través de ella que podemos comunicai existir y ser Quizás ésta sea más evidente en las fotos y en los cuadros. En las dos actúa como quemadura. La luz tiene muchos nombres y es vida. Tiene mil formas, habla de muchos modos, tiene múltiples acentos y músicas dife rentes. La luz es lo que nos abre y lo que nos cierra. -Han evolucionado sus inquietudes con el tiempo? -Yocreo que si, porque vas evolucionando como persona y eso se transmite a la obra. Vas envejeciendo, te haces menos inteligente, menos rápido, más torpe y te mueven menos las cosas. Uno va quemándose. Y todo eso queda pegado ahí, en el lienzo, lo que he enga ñado, lo que me han engañado, formando como una piel, como parte de la cera o de la tierra. -No sólo el tiempo, supongo que también el espa cio influye en la obra. Usted ha viajado mucho por Oriente. Le han Hegado a comparar con un místico. -También el lugar es muy importante. El espacio es arquitectura; también el silencio es espacio. Los viajes forman parte de tu vida, de tu experiencia. En cuanto a lo de la mística, no tengo nada que ver con ella. Quizás lo dicen por mis trabajos sobre San Juan de la Cruz o sobre el Corán. Tampoco pretendo hacer una pintura religiosa. Sí que son, o así me gustaria, espirituales. -Le da tanto miedo enfrentarse al público como a esta entrevista? -No, en tanto que no soy yo el que se enfrenta al pú blico, sino que lo hacen las obras, lo que transmiten. Lo que es difidil es hablar de las cosas con las que llevas tiempo, que forman parte de tu vida, y sobre las que cuesta precisaz porque después no te reconoces, ya que la cosa es más amplia, más rica, más diversa. El resultado queda algo escaso, ridículo, pretencioso. Da la sensación de que no añades más de lo que hay, que lo que haces es maltratar a la obra, perderla. Son grandes frases huecas. Espejismos tallados Lucio Muñoz GaeriaMarlborough. Madrid. Orfila, C 7 De 28000 a 95.000 euros. Hasta II el octubre el N 1986 presentaron en la galería Juana se Mordó los extraordinarios paisajes con los que realmente inicia Lucio Muñoz (Ma drid, 1929.1998) etapa de madurez. En aque su lla década, muchos pintores de la generación de los 50 cambiaron a mejor; y curiosamente volvieron a hacerlo en los 90: piénsese en Feito. que introdujo primero estructuras geo métricas en los fondos y finalmente eliminó las pinceladas informes que le habían hecho famoso; en Canogar, que abandonó la figura ción a fmales de los 70, la retomó a principios de los 90 y hoy se decanta por un estricto geo metrismo; en Ferreras, que descubrió enton ces nada menos que la madera... Canogar y Feito siempre han trabajado sobre la idea de los opuestos y esta indagación es la que ex plica la evolución de su pintura y los cambios dramáticos que en ella se operan de cuando en cuando. En la obra que realiza Lucio Muñoz desde mediados de los 80 hasta su muerte asistimos al progresivo ensanchamiento de una brecha: aquélla que separa la superficie del cuadro- -consus relieves en madera y cola, sus enor mes acumulaciones de materia, su compleja geometría- de una imagen inasible, casi vir tual que aparece y se desvanece de súbito, po sándose sobre la retina en forma de montaño sos paisajes, de día soleado sobre el maz de conjunto monumental o de interior luminoso, pero durante un instante tan breve que nunca podemos llegar a nombrar realmente aquello que, con toda claridad, hemos visto. Para la exposición, se han reunido algunas pinturas anteriores, fechadas entre 1958 y 1978. Estos primeros trabajos, como el titu lado Una apariencia corpórea, son dramáticos y oscuros, y preludian sus investigaciones en torno a las formas orgánicas- o más concreta mente, óseas- -los 70. No está representado de este Lucio atormentado y casi magicista en la exposición, pero los entresijos de esa obra los descubrimos hace un año en la magnífica muestra que el Reina Sofia le dedicó a su obra sobre papel (que nunca había sido expuesta en su totalidad) donde se describía con deta lle la gestación de esas estructuras óseas, plantas portadoras de huevos, anatomías ima ginarias y orgánicos paisajes de otro mundo. Cuando Muñoz empieza a trabajar con la Marlborough en 1991,lo s paisajes de los años 80 dejan paso a las arquitecturas y, como dirá Miguel Fernández- Cid, el artista vuelve la mirada hacia otros retos, hacia una idea de or den y medida que encuentra en el primer Re nacimiento) Probablemente sea éste el mejor y más fecundo Lucio Muñoz. Si comparamos las pinturas negras de los 60 con estas últi mas, veremos hasta qué punto había apren dido el artista a disfrutar trabajando con la madera en sus últimos años; además, apre ciaremos cómo el color deja de estar ence rrado en la forma tallada y, sin independi zarse del todo de ella, configura otras realida des y nuevos espacios, tan complejos que parecen multiplicarse a medida que recorre mos los meandros del cuadro... Porque alcan zada la maestría técnica, el poder evocador de sus gestos y sus delicadas construcciones pa rece crecer día a dia hasta rozar en ocasiones lo inexpllcable y tal vez, lo mágico. JavierRubio Nomblot Javier Díaz- Cuardiola José María Sicilia GaleríaSoledad Lorenzo. Madrid. Orfila, C 5. De 2.700 (fotos) a 27.000 euros (ceras) Hastael ll deoctubre 11 ABC (W Itiral 1 4- Q- 2002

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