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CULTURAL MADRID 07-09-2002 página 36
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CULTURAL MADRID 07-09-2002 página 36

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Crónicas; 0 La Docuinent. a de Kassel cerrará su undécima edición la próxima semana. El catedrático y crítico de arte Simón Marchán hace en estas páginas balance de sus resultados en un detallado texto del que ofrecemos ahora la primera parte Lasartesen laórbita laglobalización de CI) ADA años, la ciudad alemana de Kassel cinco nos invita a una cita con las artes en una gran muestra, que, con mayor o menor fortuna, pulsa su situación en el panorama internacional. Y a ello aspira también la Documenta 11, aunque, comoes ha bitual, imprimiendo un sesgo diferenciadorespecto a las anteriores, en consonancia con los debates susci tados durante su gestación. En efecto, la Documenta 11, nominada PlataformaS. Exposición, es la culmina ción de otras cuatro plataformas de debates previos en torno a la democracia como proceso incompleto, los experimentoscon la verdad en el ámbitojurídico, la créolitéy la creolización (mezclase hibridaciones de toda clase) y cuatro ciudades africanas bajo asedio: Freetown, Johannesburgo, Kinshasa y Lagos. Y es que, al parecer de sus organizadores, para saber qué es hoy en dia la vanguardia artística, uno no ha de fi jarse en el arte, sino en lo que aconteceen la cultura. la política y el ámbito económico, los cuales deternil nazi toda clase de relaciones bajo las coordenadasde la globalizacióndel capital y el orden postcolonial, de las que aquélla se limita a levantar acta. En el ensayopreliminar La CajaNegra, su director artístico, O. Enwezor- -norteamericano origen nige de riano- nos alerta desdeposicionesradicalizadassobre sus objetivos. Entre ellos, el mostrar las múltiples re sistencias a la integración moderna y al sistema glo bal hegemónicodesde un supuesto ajuste de cuentas de los artistas de los paises colonizadospor el Imperio y el mundo occidental (sobre todo cuando tras el 11- 5 la Zona Cero es saludada como metáfora del vacío) y el hacer visibles a través de las formas más actuales de la producciónvisual- término preferido desde los Estudios Culturales al más sospechosoy reaccionario de arte- los nuevos modelosde subjetividadesmargi nadas y excluidasde los pueblossubalternos y las mi norías oprimidas de cualquier condición. ¡Por for tuna, las obras no traslucen de una manera tan literal estas dualidadesa primen vista irreconciliables! C SIMÓN MARCHÁN Fiz Tablaffable, k argentino del V (ctor Grlppo actúa el atipico estatuto, cuando conviene autónomo, del que gozael arte en nuestras sociedadesoccidenta les como un ámbito privilegiadode libertad y crítica. de diálogoe integración? Precisamente, en sintonía con una abierta crítica a la globalizaciónhegemónica, sus más de cien parti cipantes proceden de los cinco continentes y, tal vez por primera vez, esta edición acoge un amplio elenco de obras de artistas de los diversos países de Africa (16) América del Sur y el Caribe (13) y Asia (17) Pero si bien muchos de ellos (casi cincuenta) han nacido en los paises colonizados, bastante más de la mitad se han trasladado a la metrópoli. Y los que no viven en ella, exponen indistintamente en Londres, Nueva York, Paris, Berlin o Madrid y, si nos guiamospor sus respectivos currículos, se desenvuelvencon normali dad en el actual nomadismo geográfico, incorporados como están, a veces más que muchos de los de países colonizadores, en los circuitos internacionales. Entre los restantes, dejando aparte a trece alemanes- la acostumbrada cuota del país anfitrión- casi cin cuenta son europeos, y unos veinte de América del Norta Una vezmás, sobresale la abundante represen tación femenina, casi cuarenta, con obras brillantes. De entrada, los dos bloques insinuados se solapan en la exposición, a menudo de una manen que no se entiende bien. Sin duda, las coyunturas de sus artis tas son harto distintas, detectándose tanto las asime trías, como la proximidad de lo otro en los nuevos desplazamientos de las periferias hacia los centros. No obstante, aun sin obviar este desdoblamiento, ni los problemas que plantean las diásporas, las plausi bles exclusiones o las reticencias a su reconoci miento, ¿no aspiran unos y otros a incorporarse al mismo mundo artístico, es deciz al occidental, o no pertenecen ya a él? Incluso. ¿se apartan de su canon, suponiendo que éste exista? ¿No están recurriendo a parecidos dispositivosy lenguajes artísticos, aunque sea para deconstruirlos o subvertir el nuevo orden postcolonial domesticado? Desde luego, cuando nos adentramos en la exposi ción, si no miramos quiénes son los autores o los con tenidos de las obras, a menudo colegimoscon dificul tades sus procedenciasgeográficas, Sus lenguajes son tan homologablesque en ocasionessólo se distinguen por los contenidos en los que se implican, destilando un arte cosmopolitaque, sin entrar en conflicto o in cluso explorando las peculiaridades de lo local y las diferencias, los acerca al denostado universalismo, a una globalizaciónde técnicas y hasta de los gustos de la institución arte, a una sensibilidad híbrida com partida y la permeabilidad delas culturas. Señas de identidad ¿Cuáles son, en definitiva, los rasgos distintivos de la Documenta 11? Si hacemos caso a sus propias pala t- bras- frente a la subjetividadartística autónoma que, presidía todvía un arte formalista y vanguardista en las anteriores- sus espacios críticos no son luga res de la normalización y del carácter uniforme de las visiones artísticas en su camino hacía una beatifica ción institucional todavía de un modo más expli o, cito: Elparadigma de la Documenta 11 está configu rado por fuerias que quieren representar una direc ción multidisciplinar mediante la cual se reavivan al máximo las prácticas y los procesos artísticos, pero en aquellos círculos del saber que son producidos fiera de las esferas institucionales predeterminadas de la cultura occidentalo del canon artístico Desde esta declaración enfática de intenciones, creo que un recorrido por la misma suscita de inme diato una serie de interrogantes: ¿se sitúa realmente la Documenta 11 fuera de la esfera de las institucio nes artísticas de la cultura occidental? Por si acaso, se concede que éstas son las más ilustradas, permisivas y liberales en el escenario mundial. ¿De verdad les trae sin cuidado a los artistas presentes la beatífica ción institucional Por suerte, nadie los obliga a lii coar tal proceso, pero, ¿podemosignorar que muchos de ellos no son unos desconocidosen la citada esfera? Y. gracias a las cargas de negatividad crítica que en esta ocasión se lanzan contra el sistema global, ¿no Apropiaciónsin inconvenientes En consonancia con ello, las nuevas culturas ex perimentales consideradas por los comisarios como vanguardias- -por parte, modernidades otras o mi plurales- -que pretenden erigir modelos alternativos de subjetividad, configurando para ello nuevos mun dos, no tienen inconveniente alguno en recurrir al apropiacionismo de las culturas surgidas del impe rialismo y del colonialismo para crear a partir de sus fragmentos un collage de la realidad. Por ello, usufructúan los dispositivos artísticos modernos y sin importar dónde ni para qué contenidos, acuden indistintamente a los medios expresivos tradiciona les o, lo que no deja de sorprender en ciertos artistas procedentes del Tercer Mundo a los más avanza dos. No cuestionan, pues, tanto el ser del lenguaje, que es sin muchos distingos el moderno, comoel qué hacer con él, desde una invocacióna la subjetividad en su uso yen la interpretación de las nuevas formas y contenidos de vida. F rentea los postmodernos, no hay (muertedel sujeto 36 uit 1 17- -2 h 112

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