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CULTURAL MADRID 07-09-2002 página 20
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Criaturas pasantes; 0 NARRATIVA Los novelistas y lo inútil ALEJANDROGÁrÇDUtt Teatrillo de sombras Cuandoelárbolcanta STRATIS IIAVIARAS Trad. de Celia Mantollo Nicholson Siruela. Madrid, 2002 319 páginas, euros 19.50 saca del verano. hablo de la primera reONGAMOS Muchos cursos estiva que les, mucha verbena del pensamiento y un orujo malo que ha entrado por el oído: leer novelas debe ser un placer, puede ser un en tretenimiento, siempre que se tenga en cuenta que es inútil. Se lo he oído en estos meses- esta moda un poco pasada de la inuti lidad narrativa- -a mucha gente, pero sobre todo a novelistas. Ya continuación no se que daban tristes. ¿Por qué habrían de sentirse tristes? Antiguamente, allá por cuando éramos po bres, lo inútil estaba en el orden del despilfa ro, del desprecio a la necesidad, de la prepo tencia y, en los casos agudos, hasta se entendía como una manifestación de la lucha de clases. Ya ves. Pero hoy én día lo inútil y su conse cuente destino en el vertedero incorpora valor y seguramente brilla en el reino de lo desecha ble. Quizá como todo es inútil, las declaracio nes de inutilidad nos sitúan un escalón por en cima de la basura y nos distinguen momentá neamente en una sociedad de baratijas. Total, que si usted quiere hacer algo va lioso, debe hacer algo inútil. Si además le cuesta sangre, sudor y lágrimas, tanto mejor. Y si además cuando lo reciba un destinatario no le sirve para nada, misión cumplida. Se ha puesto usted en la upper class. Ciertamente, la mayor parte de las novelas- y de los inmue bies, y de los seres humanos- -son prescindi bles. Si autores que proclaman la inutilidad de las novelas lo hacen con consciencia de las suyas, estamos ante gente tonta, pero ho nesta. Lo que pasa es que a veces la honesti dad no lo es todo, ya que la estupidez es im perdonable. Viene esto a que una novela, junto a otras cosas del estilo llamadas libros, suelen ser una representación del mundo, y uno puede vivir sin berberechos, sin piscina de riñón y hasta sin comer a menudo, pero no puede vivir sin enterarse de dónde está, ni por qué está donde está. Paradójicamente, aunque creo que no tanto, cuanto menos se tiene más se necesita esa imagen. Cómo aguantar si no lo que se viene encima a cha rlo. Cuando se tiene hambre alimenta más una novela que un salchichón, entre otras co sas porque el salchichón se expulsa y la no vela se queda. Puede que ésta sea la razón por la que los nuevos ricos, los aspirantes a ricos y los horteras en general sientan que las no velas son inútiles, O sea, porque no tienen hambre. No es que el hambre sea buena, lo que pasa es que sin hambre no hay apetito y tampoco hay paladar, Y la comida sobra o es rutina. Lo que nos falta suele estar en los libros y E o en lo que todavía no sabemos- -delmismo modo en que el amor suele estar en lo que aún a no hemos podido amar o en lo que no hemos y 1 descubierto aún de quien amamos- eso es independiente de que haya gente a la que no le falta nada o que no sabe lo que le falta y que discursea con la barriga llena, como los sapos a) cuando cantan por la noche y en realidad sólo- o están haciendo la digestión. P A novela del poeta griego Stratis Haviaras Cuando el árbol canta es uno de esos li bros poco comunes que por su forma se salen de lo convencio nal, de lo ya visto. No es la no vela de un poeta, sino un relato bien contado a base de estam pas sucesivas (algo más que me ras anécdotas) en las que el pro fundo contenido simbólico y la pericia narrativa de Haviaras evita el galimatías del lirismo vacuo y los arrobos lelos. Ha viaras cuenta, que de eso se trata, y acomoda su poderosa imaginación a las necesidades de su relato basado en el mundo de su propia memoria (habida cuenta de que nació en 1935 y conoció La ocupación alemana) en su privado teatrifio de som bras. La visión infantil, entre encantada y descarnada, es un recurso común para expresar la sin razón del mundo de los aduitos regido, claro está, por otras leyes que las de la pura fantasia. La diferencia está en el cómo se cuentan las cosas, con qué lenguaje, con qué sis L tema de imágenes y metáforas, con qué capacidad de poner en escena las palabras ajenas y las propias. Una geografía que se adivina hermosa y desdichada con los combates de los partisanos confra los nazis en las montañas, la precariedad de la vida cotidiana, las pasiones, las tradiciones campesinas de origen remoto, cobran vida en la visión de un niño que se asoma, como suele decirse, a la vida de los adultos, a su propia vida, que descubre cuál es su preciso escenario, en tiempo de guerra y brutalidad, y a la vez de fantasia, de leyenda, de pequeños mitos que encie rran tanta sabiduría como belleza. Visión mágica Stratis Haviaras ofrece una visión de las cosas tan realista como mítica (hablaría de visión mágica si eso no se refiriera, por lo común, a atropellos na rrativos) Una visión mágica de las cosas. Fantástica también. Un lugar donde la gente habla como oráculos, o desde el sueño, con sus imágenes y donde los árboles hablan y cantan y cuen tan verdades que no siempre se pueden expresar con palabras y por todos oirse, Para eso preci samente están la muy hermosa manera de contar de Haviaras. MiguelSánchez- Ostlz Las grietas de la realidad Como família en LAURA 1- lIAD UE realidad no es lo la que parece, o que es mu cho más o mucho menos de lo que aparenta podría ser, en mi opinión, la idea que subyace a este descorazonador retrato de familia, primera novela (pre mio Orange for Fiction y fina lista del Whitbread First Novel) de Laura Hird (Edimburgo. 1966) quien anteriormente ha bía publicado el libro de cuen tos Nail and otijer Stories. Dios, ¿por qué la gente siem pre hace eso? ¿Por qué fingen es tar felices cuando están tristes? ¿Cómo ha podido la raza hu mana llegar tan lejos si todos de cimos exactamente lo contrario de lo que en realidad sentimos? (Pág. 102) Sin duda, la novela de Hird supone un contundente de- Q Trad. deAlejandro Palomas Siruela. Madrid, 2002 313 páginas, euros 18 senmascaramiento, una denun cia de la impostura. Una familia tradicional, for mada por un marido- conduc tor de autobuses- una esposa- -empleada en una casa de apuestas- una hija adolescente de quince años y su hermano de catorce, son observados paso a paso desde su mudanza a un nuevo barrio por causas que conoceremos una vez avanza dos en la historia. Potencial mente capaces de vivir una vida armónica y razonable mente feliz, los personajes son victimas de ciertas debilidades que, combinadas entre ellas, suponen la paulatina destruc ción no sólo de la vida coti diana sino, hasta cierto punto, de cualquier clase de esperanza futura. Podrian ser referentes literarios de este plantea miento algunos cuentos de Lo rrie Moore, o la reciente novela de Homes, Música para corazo rzes incendiados, en donde se da lugar a una feroz revisión de la familia y sus fmgimientos- -por no citar claros referentes cine matográficos como las excelen tes Tormenta de Hielo y Trains potting o la más ligera Ameri can Sea uty. Novela coral Planteada como una novela coral, el texto da voz alternati vamente a los cuatro miembros de la familia, que se van expli cando a sí mismos y a quienes los rodean. Aportan, en cada caso, su peculiar punto de vista- -quea veces desmiente el de los otros- y, también, su modo sin gular de expresarse y de decir el mundo- -maguíficotrabajo de traducción de Alejandro Palo mas. Novela voluntariamente fragmentaria, en ella se reco gen los pedazos en que a veces se rompe la ilusión de la familia feliz y los pone unos junto a otros para dar lugar a este es pejo que, si no completo, resulta desde luego más que suficiente. Ravia Company 20 RU Cultural? -O- 20 Ó 2 1

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