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CULTURAL MADRID 31-08-2002 página 7
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CULTURAL MADRID 31-08-2002 página 7

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página7
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Libros Reproducimos a continuación dos extractosde Los Bioy. El primero evoca la inseguridadde Silvina Ocampo, siempre temerosa deperderelamordesumarido; elsegundonanalallegadadeMarta, hija del escritor, al hogar del matrimonio Los Bioy su cuento Nueve perros N Silvina escribe acerca de Ayax, el gran danés de Adolfito: (Cuandosu amo se iba de viaje, yo tenía que dor mir teniéndole la pata, porque su llan to era tan lastimero que me veía obli gada a consolarlo de ese modo. No llo re- -yole decía- volverá muy pronto Situaciones similares sucederían algunos años después, cuando debía ser yo quien le dijera a Silvína: No llore, señora, él volverá muy pronto Él era Adolfito, claro. Silvina, a pesar de conocer las aventuras de Adolfito, en una época no se lamentaba demasiado de su suerte. Lo que temia era, cuando se sentía malo discutían por alguna ton tería, que él pudiese dejarla. Porque con sus miedos lo ponia mal. Ay, Adolfito, va a pasar algo le decía, y él replicaba: Pero no digas tonterias, Silvina, siempre estás con esas cosas El autor doLa Invención Moni S Para ella, que él la retara en gravísi mo, creía que era un motivo suficiente- -Si, lo sé, pero no sé cómo actuar para que se fuera. Y sufría como loca. con él; si no se lo digo me muero, y sí Con los años, sufriría también por se lo digo también, porque me trata otro motivo: el nacimiento de Fabián, así... De todos modos, ya está, por ahí otro hijo de Adolfito. Yosiempre supe le queda algo de lo que le aconseja. de su existencia. Me lo conté ella mis Después llegaba la hora del regreso ma. Y temía que el señor la fuera a de y cuando a ella le parecía que él tarda jar por alguna de esas hermosas muje ba demasiado, se ponía muy nerviosa. res con las que salía. No podía creer Hasta que un día decidióubicar un si que yo estuviera tan segura de que eso llón justo frente a la puerta de entrada. nunca pasaría. No quedaba muy elegante, pero lo puso- -Tedoy lástima y me querés apo porque se acostaba ahí a esperarlo. yaz pero yo no soy tonta- me decía. -Qué hace aquí, en la oscuridad? -Ninguna de esas mujeres vale ni- le pregunté la primen vez. la punta de un cabello suyo- le decía Me contestó algo parecido a soy yo- A la hon de la verdad, él siempre como la guardiana detrás de la puer está acá. ta Ahí se quedaba y de allí nadie la El tiempo me daría la razón. El movía Cuando él regresaba (ellatenía contaría muchos años más tarde que un oído de tísica) y se aprestaba a to ella una vez le dijo que sabía que la ba mar el ascensor en la planta baja, ella bia amado porque había tenido mu ya sabía que en él. Entonces se levan chas aventuras pero siempre había taba de un salto y aquí no había pasa vuelto a ella. donada. El alma le volvía al cuerpo. Cuando el señor se preparaba para- -Novayas a decirle que lo espero salir oir a cualquier parte, a una libre aquí, sentada- me pedía- porque sino ría o a una panadería- se recorría to me mata. das las panaderías de Buenos Aires, le A todo esto, claro, él ya se había ol encantaba el pan, lo comía hasta por vidado de que se había marchado dan la calle- ella le decía: Adolfito, ponte do un portazo. Y nos contaba con la gorra, abróchate el abrigo que hace quién se había encontrado, a quién ha mucho frío bía visto en la calle, y ella se ponía fe- Basta, basta, Silvina, basta con liz. En realidad, en esa época él iba al tus recomendaciones- -se quejaba él, y club a jugar al tenis y después tomaba se iba dando un portazo. el té con sus amigas o tenía amores Ella, entonces, venía a llorar a mi con ellas. hombro. -Nova a volver, Adolfito no va a volver- me decía entre sollozos. ACM unos cuantos meses que- Pero también usted, con la capaci Silvina y Adolfitose habían ido dad que tiene, parece una nena, qué- -segúnlo que habían anunciado- -una barbaridad, parece mentira- le recri vez más a Europa, y especialmente a minaba yo- Claro que va a volver, Francia, con el padre de él, el Dr. Bioy siempre vuelve. A esta hora él ya se ol Todavía estábamos en Santa Fe y vidó de 1 que pasó. Usted lo trata co Ecuador La despedida del señor Bioy mo si fuera un chico. al emprender aquel viaje que se anun Y ella: ciaba prolongado me había llamado la E JOVITA IGLESIAS SILVL Y RENÉEAIU 45 puestos y que yo le había confecciona do, y que le había pedido que le hiciera uno a ella. No me entusiasmé dema siado porque tenía de sobra con las prendas que les hacía a ella y al señor De hecho, en una de las primeras car tas que me escribió Adolfito y que to davía conservo, me decía, desde Mar del Plata, que el pantalón que acababa de mandarle a través de sus padres es taba perfecto en todos sus detalles y me daba las gracias. Agregaba que es taba bien que hubiese ido el pantalón, pero que mucho mejor habría sido que fuera la pantalonera Bueno, el caso es que le dije que sí a Silvina, que le haría el pantalón a su amiga, pero me extrañó, también porque la señora era muy celosa (hasta tenía celos de las co sas que yo le hacía a Adoluito, desde los pantalones que ya mencioné hasta las medias de lana muy finas que le te jía para jugar al tenis y que acá no se conseguían. lbdedicás a él y me olvi atención, pero recién al regresar iba a das a mí me decía, un poco en broma comprender el porqué de su actitud y un poco en serio) Lo importante es aquella tarde. 1 Se rió. Recuerdo que que, flnalmente un día me dijo que yo se quedó mirándome fijo, como si qui tenía que ira la casa de su amiga, que siera decirme algo. Pero no se animó. vivía en el centro. Y allá fui. Después yocomprendería. Me abrió la puerta una señora que Después, también, llegaron las car no era una gran belleza pero sí muy al tas de siempre y el tiempo fue pasan ta y eleganta Iba muy bien vestida. Pe do. Finalmente, el viaje no fue tan lar ro no fue su elegancía lo que me llamó go como habían previsto o, por lo me la atención, por supuesto, sino el he nos, como habían anunciado. El día cho de que había en el ambiente un que regresaron yo estaba en Villa ¡Ir perfume que yo conocía muy bien. Ibquiza. Como no teníamos teléfono, Sil do respiraba a Bioy como si él andu vina llamó a una vecina y ésta me co viera por ahí. Y había muchos jugue muriicó que la señora deseaba hablar tes en el suelo. Eso me hizo sospechar. conmigo. La llamé y me dijo que tenía La señora me atendió muy amable una sorpresa para mi, que friera inme mente, y al rato de charlar me dijo que diatamente. Cuando llegué, me llevó esperara un momento porque tenía de la mano hasta uno de los cuartos. una sorpresa para mí. Y se apareció Venían de Manhattan. con Marta de la mano. Al yerme, la ni Éste era el motivo de nuestro via ña se escondió, avergonzada, detrás de je me dijeron ella y Adohlto. su madre. En una cunita había una beba de- Tanto que la nombrás a Jovita y no más de tres meses. Había nacido el ahora te escondés... -le dijo ella- ¿Qué 8 dejullo de 1954. llamaba Marta. Se pasa, Martita? Al día siguiente, Bioy tomó unas Por fm la tomé en brazos y ya no cuantas mamaderas y se llevó a la ni me soltó. ña en el moisés. Sllvina se quedó en la Fue una situación bastante cho casa. Yono entendía demasiado lo que cante, pero fue de esa manera como estaba pasando, pero supuse que la be supe quién era su verdadera madra ba tenía que alimentarse con leche de su propía madre. Era como un miste Jovita Iglesias y Silvia Renée rio, pero muy a la vista. Y el señor co Arias: Los Bioy. TusquetsArgentina, menzó a hacer lo mismo todos los días. Buenos Aires, 2002 Silvina estaba todo el tiempo pen diente de Marta, mirándola, contem plándola. La mimábamos muchísimo, V CERTAMEN LITERARIO todos a su alrededor. Pero la señora VILLA DE COLINDRES Silvina muy pronto encontró el modo DE RELATO BREVE DOTADO 2.400 EUROS DE de que yo me diera por enterada del lu Y UNAccÉsrí DE 600 EUROS gar al que iba Adolflto. TEMA: MEDIOAMBIENTE. EXTENSIÓN MÁXIMA. 25 páos. DIN (P 4) LAS OBRAS INÉDITAS SE Un día, cuando Marta tenia una RECIBIRÁNPORQUINTUPLICADO EL AYUN EN edad en la que apenas empezaba a ha TAMIENTO COLINDRES DE (39750) CNTABRIA. blar y me llamaba ita Silvina me di HASTAEL 27 DE SEPTIEMBRE 2002. DE jo que una amiga suya le había ponde INFORMACIÓN: 2128 (TARDES) 94265 rado los pantalones que ella llevaba H Af 3 c cuItur 7 31- 8- 2002

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