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CULTURAL MADRID 24-08-2002 página 23
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CULTURAL MADRID 24-08-2002 página 23

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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PINTURA Y ESCULTURA nesa Pia Rónicke de los suburbios de Estocolmo, que versa sobre la ciudad y los deseos incumpli dos. A diferencia de la Documenta, aquí nos encon tramos con una amplia presencia española: Daniel García Andújar ha creado el marco de debate en la red en www. e- manfest org. El excelente vídeo K Y D. de Jon Mikel Euba muestra varios cuerpos inertes en un descampado, y remite al estado ac También este fin de semana se pone punto y final a la espléndida muestra Isnws pieelReinaSofiahadedicadoalgenialRamón. Sirvaestetextodecolofón El maestro humor del N publicó Corpus Barga un breve de la 1928 que traza una imagen de Ramón Gómeztexto Serna en Paris, donde se evidencia un gesto caute loso: un viajero sin sombra y con la casa a cuestas. El escritor se convierte en guía de un personaje, acaso él mismo, que se encuentra ausente. En su voz hay algo extraño, que no se puede decir de ventrílocuo, porque no se sabe de dónde viene. Es como una voz para hablar desde la cabeza de un elefante Ramón, el conferenciante extraordina rio (en un trapecio, pintado de negro, apagando las luces de la ciudad, etc) el cronista del Rastro, el agitador de la tertulia del café de Pombo, retor naba constantemente a una escritura obsesiva (fu. ¡fiando en pipa mientras trazaba un itinerario, tal como le fotografió Alfonso Sánchez) encontraba el placer de habitar en un espaciofronterizo donde se invierten el interieur y la exterioridad com pleta: la mascarada de estilos no ofrece ya protec ción; en cierto sentido, el nihilismo surge en el co. gofo de la intimidad burguesa. A pesar de esa des trucción del interior, el acceso a una vida a puerta batiente Ramón intenta retornar a la co modidad de lo cursi, narrar desde affl lo indecible, la peripecia de los hombres disolventes: héroes tanto de barricada, cuanto de barraca de feria. Gómez de la Serna es un propagandista de sus propias emocionesy pasiones artísticas, concreta das fündamentahnente en Ismos, ese increíble ál bum de encuentros y rostros que son una estética de la vanguardia, escrito por un precursor que la tenta poner un poco de orden La obra de Ramón, en su multiplicidad, permite una lectura que dé cuenta de ella como una teoria de la modernidad en la que se ponen en juego aspectos como lo nuevo, el humor, lo inefable, el azar y, por su puesto, la vanguardia ye! casticismo. E ción femenina (como crónica de un crimen, con gran escándalo público fue entendido en aquella lejana época por el respetable) Juan Manuel Bo net y CarlosPérez, los comisarios, han organizado un viaje magistral a través de los veinticinco capí tulos del libro (publicado en 1931) Apollinerismo, Picassismo, Futurismo, Negrismo, Luminismo, Klaxismo, Estantifermismo, Archipenkismo, Ma quinismo, Lotheísmo, Simultaneismo, Jazzban dismo, Humorismo, Lipchitzmo... La selección de obras y documentos es increíble, fruto de un rigor y lucidez comisarial ejemplar desde el Charlot cu bista de Léger, hasta los carteles de circo, la re construcción del delirante y vertiginoso despacho de Ramón- -uncollage absoluto que delata el ho rror vacui- verbenade Maruja Mallo, las más La caras africanas que coleccionó Huidobro, un Aus tín de 1926 unos simpáticos carteles de Michelin. o Talante radicalmentedivertido En los dibujos de Ramón se manifiesta su ta. lante radicalmente divertido: un vomitador de ti jeras; un hombre metiendo una carta en la boca inmensa de un hipopótamo; una mujer colocada como si fuera el mascarón de proa de una bici cleta; el guasón que entra a matar (estocada dies U- a) al fotógrafo; ese sombrero lieno de peines; el rostro tatuado de sumas o la puerta giratoria que sirve para moler café. Greguerías visuales en las que este genial creador sedimenta su visión me tafórico- humorística. El recurso fundamental al que apela el arte para restituir las razones de vi vir es el humor, que es la actitud más coherente ante lo efimero de la vida. También es el humo rismo la auténtica llamada a la subversión que Ramón reclamaba en las vanguardias, la antici pación de formas de vida y la crítica de la vida presente. Toda obra- -escribíaen Ismos- -tiene que estar ya descalabrada por el humor, calada por el humor, sospechosa de humorística; y si no está herida de muerte, de inercia, de disolución cancerosa Cuánta razón tenía y con cuánta gracia supo pregonar la pasión vanguardista! consciente de que, si no había viento, seria nece sario remar Viaje magistral La monumental exposición que dedica el Reina Sofía a los ismosde Ramón comienza, como no po. dra ser de otro modo, con el famoso La tertulia del ctzft de Pombo, con ese retrato de grupo que pa rece, más que de conspirados, de asistentes a un funeral, junto al que está el no menos conocido re trato que DiegoRivera hiciera del genial polígrafo. con un revólver sobre la mesa y una rara apari Fernando Castro FlOrez tuai del País Vasco. También es interesante el vi deo- documental de Alonso Gil acerca de los margi nados en Sevilla que cantan acompañados de obje tos cotidianos para los turistas. Las ya tradicionales, aunque poéticas y conceptualmente interesantes, fotografías de paisajes de Rosa y Ble ia en torno a la Historia y la memoria colec tiva, y la menos lograda e incluso superficial ré plica de Ibon Aranberri del Quernicade Picasso en un pabellón a orillas del río, inspirado en el de la República de 1937, Paris completan la nómina. en Si algo ha de enseñarnos esta Manifesta es que una ausencia de concepto es una estrategia equivo cada, pues, si para algo sirve el arte, debe ser preci samente para transmitir las ideas personales de los comisarios y alcanzar compromisos. Al fin y al cabo, de lo que carecemos es de metáforas que soca ven la mirada usual que despliega el arte actual. Paco Barragán Detalle retrato DIego realIzó Gómez Serna 1915 del que Rivera a de la en 23 ABC: CidmI 24- 8- 2OO

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