CULTURAL MADRID 13-07-2002 página 22

MEMORIAS BIOGRAFÍA libros El árbol de la memoria Las ramas oro. Memorias de III MIGUEL GARCÍA- POSADA Península. Barcelona, 2002 251 páginas, euros 21 AS ramas de oro esla de Miguel trega de las Memoriastercera en García- Posada (Sevilla, 1944) La pri mera, titulada La quencia (1998) abarcaba desde 1944 hasta 1968, esto es, la inncia, adolescencia y juven tud del autor. La segunda, Cuando el aire no es nuestro (2001) daba cuenta de un período de extensión muy si milaz de 1969 a 1992, años de madu rez, trabajos y zozobras. El último vo lumen es más complejo y heterogé neo: por un lado, prosigue, en los dos primeros capítulos, la cronología, que va de 1993 a 1997; por otro, incor pora una amplia sección, titulada Archivos en la que retrocede en el tiempo, en una especie de viaje a los origenes o a la semilla, hasta remon tarsea 1865. El primer capítulo comienza con una significativa evocación del naci miento de Catalina, la primera hija de su segundo matrimonio, que encama una nueva etapa en la vida del autor, a la vez que simboliza lo que él llama la solidaridad de las genera ciones Son, por lo demás, tiempos de amor y de incesantes viajes, tiem pos de suturas, de ratificaciones y de luchas. Y, naturálinente, de lecturas y relecturas. No en vano la biografia de un crítico consiste, en buena me dida, en sus lecturas. Y, a este respedo, cabe destacar las certeras pá ginas dedicadas a Marcel Proust, Jo sep Pla o Thomas Bernhard, entre L -a texto se proyecta en un tú al que el narrador se dirige- a 1943, momento en el que sus padres se conocen- En él se mezclan los recuerdos familiares- lo que podríamos llamar su memo ria ancestral- -con la evocación de la historia y la vida de Sevilla a lo largo de ese conflictivo período. El segundo tramo discurre entre 1944, año de na cimiento del autor, y 1959, en el que tiene lugar la prematura muerte de su padre y el fmal definitivo de la ni ñez; y en él nos encontramos con la dura vida de posguerra, la admira ción por el padre, los felices veraneos en la Puebla, las primeras experien cias. La muertey losmuertos En la tercera parte de los Archi vos se reproducen también unas Cartas de Vicente Aleixandre y Jorge Guillén fechadas entre 1967 y 1970, tres de ellas en respuesta al en vío de El paraíso y las hachas (1967) primer y único libro de poemas pu blicado por Miguel García- Posada (de él, por cierto, nos habla el autor, con gran sentido autocrítico, en el otros. No faltan, claro está, los re (véase la hermosa historia del reloj primer volumen de sus Memorias, cuerdos y las reflexiones en torno a que éste le regaló, páginas 130- 131) páginas 257- 259) último, el libro Por su labor de crítico- -el (viciocrítico -Los Archivos presentan una or se cierra con una Coda compuesta únicamente por una cita de Aleixan y a la agitada vida literaria: premios, denación cronológica, una estruc conferencias, cursos, congresos, li tura fragmentaria y un marcado ca dre y otra de Isaalç Babel, en la que bros, reseñas... Por otra parte, ha rácter nostálgico y elegíaco; de ahí la queda patente, una vez más, el sen querido el autor dejar bien sentada continua presencia de la muerte y de tido elegiaco y testimonial de estas su posición política en esos años. Y los muertos Vta mortuorum iii me memorias, no sólo personales, sino ahí están sus duras críticas al Par moria vivorum est posita leíamos al también familiares y morales, al tido Socialista, al que no obstante final del volumen segundo de estas tiempo que se pone de relieve el pe apoya a través de un manifiesto en Memorias) Los hechos, por lo gene reune recuerdo de la madre: Ibdoes 1996 (páginas 27- 28) o su confesado ral, están narrados en presente y mortal. La vida eterna sólo es patri republicanismo, por fidelidad a un aparecen divididos en dos tramos. El monio de las madres sueño) el de aquella España que primero va de 1865, año en que nace puso ser y por lealtad al padre el abuelo paterno del autor- -que el en LuisGarcía Jambrlna e- Intelectual puro Gabriel Ferrater MARÍA ANGELES CABRÉ Omega. Barcelona, 2002 497 páginas, euros 27,81 IEIvÍPRE ha dicho que Ga se briel Ferrater fue un hombre con una inteligencia excepcional. Con los mismos defectos pero con menos virtudes hubiera sufrido menos dijo a propósito de él Jaime Gil de Biedma, pensando también en sí mismo. Es cierto, am bos tuvieron finales trágicos, cada uno a su modo. ¿Es que la inteligen cia no sirve para la vida corriente? La biografía de Gabriel Ferrater re construida ahora en sus aspectos más visibles por W Angeles Cabré sugiere responder a esta pregunta, y a juzgar por la trayectoria del au tor de Les dones i els dies la res puesta no puede ser sino negativa. Parte de la mitomanía generada en S torno al poeta catalán arranca del hecho de su muerte: se suicidó poco antes de cumplir los cincuenta años y con el hígado destrozado por el al cohol. Una vida no se conserva si no está muy atenta a las leyes del dinero y a los movimientos de los hombres y de las mujeres dejó es crito en el postfacio a su primer li bro, titulado Da naces pueris y pu blicado en 1960. Él no la pudo con servar, de modo que algo sabría de eso. El título del libro de poemas, tomado de Catulo, resulta significa tivo pues se hace cargo de un axioma vital: a los niños les gustan las nueces. Es una frase que habla a favor de la felicidad concluye Ferrater en dicho postfacio, fasci nado por un anhelo permanente de lucidez intelectual. Ahora bien, la biografia de W Angeles Cabré no convence. Le falta reflexión, habilidad para crear focos de interés y adecuada articulación entre los datos intere santes que aporta y la interioridad del poeta, apenas entrevista. Es una lástima que no haya aprovechado suficientemente los materiales a su disposición- -laconfesión oblicua que proporciona la obra poética, su correspondencia personal, el va- ¿Es que la inteligencia no sirve para la vida corriente? Labiografía de GabrielFerrater reconstruida por María Ángeles Cabrésugiere responder a esta pregunta lioso testimonio de Joan Ferraté y, en general, la abundante informa ción disponible y exudada por aquel grupo de intelectuales bri llantes y dipsómanos- para aden trarse en las razones de su exhibi cionismo vital, expresado irónica mente por Ferrater en sus versos. Tal vez W Ángeles Cabré se ha con tagiado de esa ironía muchas veces sarcástica con que los poetas de la generación de los 50, en catalán y en castellano, se acostumbraron a hablar de sí mismos, ofreciendo Ca bré a su vez un relato distante, un punto frívolo y con demasiados lu gares comunes, de una trayectoria personal que acaso requería una in terpretación. La más perceptible es la que sitúa al escritor en la órbita literaria de Cesare Pavese, ambos con experiencias traumáticas en su relación con las mujeres, los dos es critores volcados en la búsqueda de una trascendencia imposible. AnitaCaballO 22 ABC Cultura 1 3- 7- 2002