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CULTURAL MADRID 13-07-2002 página 11
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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NARRATIVA Libros La identidadhumanaen su laberinto La mujer mihermano de JAIME BAYLY Planeta. Barcelona, 2002 336 páginas, euros 18 Ose lodigasanadie, La noche es virgen o Amo a mi mami fueron las novelas que descubrieron a un joven narrador peruano admira dor de Vargas Llosa y dueño de una voz original, no obstante su juven tud, que se amparaba en la biografia, en un discurso fluido y espontáneo, y que han logrado ubicarlo como uno de los escritores hispanoamericanos de mayor notoriedad. La última novela de Jaime Bayly se propone sondear por la vía de la introspección de los tres personajes principales el laberinto de la perso nalidad. Los seres que crea son ve leidosos, los sentimientos que dr cunstancialmente albergan, contra dictorios, y sólo una constante rige a todos: el mismo sentimiento de lasa tisfacción ante la vida que les ha co rrespond ido. El mundo imaginario de La mu jer de mi hermano se construye en torno a un triángulo formado por Ig nacio, dueño de un próspero negocio familiar; su mujer, Zoe, que lleva una existencia regalada y lujosa merced a esa prosperidad, y Gon zalo, el hermano bohemio que, ajeno al interés por los negocios de Igna cio, ocupa el tiempo como pintor de cuadros y con una actitud ante la vida de desprecio por los convencio nalismos, por la hipocresía social que gobierna el mundo del dinero del que, no obstante, se sirve. la mediocridad y haber renunciado a formar una familia. Sus relaciones Calar hondo están presididas por un hedonismo Jaime Bayly se afana en calar físico carente de ideales. También hondo en el interior de estos tres Ignacio, a pesar de su apariencia de personajes que, diseñados a partir ganador palabra que se repite a de perfiles algo estereotipicos, alum menudo para convencerse de que lo brarán a lo largo de la obra reaccio es, esconde un importante motivo de nes contradictorias, motivaciones insatisfacción: no puede tener hijos complejas sobre las que sustentar la y esa insuficiencia perturba no sólo apariencia de su carácter. Ignacio y su existencia sino su relación matri Gonzalo aparecen desde el principio monial. como antitéticos, como antago Entre uno y otro, Zoe, quizás el nistas. El primero fundamenta su personaje que con más esmero ha di actitud ante la vida en el éxito profe bujado Jaime Bayly. Es la mujer de sional, es decir, en su capacidad Ignacio y para ella la esterilidad de para ganar dinero; el dinero le éste multiplica la insatisfacción vi otorga la seguridad en sí mismo, la tal al no ver cumplida su materni arrogancia con que exhibe una vida ordenada; del dinero procede el me nosprecio que manifiesta hacia la Prosa límpidala de conducta y la obra de Gonzalo, el sin alardes hermano que quiso seguir un ca JaimeBayly, mino de artista como pintor, y que expresivos, que fluye con- -como cualquier bohemio que se precie de serlo- -descree de los con una sensaciónde ágil vencionalismos sociales que pare espontaneidad cen regir la vida de Ignacio, de quien se burla por la pose cínica que mantiene, por su empeño en aparen tar lo que no es. De ninguno de los dos podemos decir que lleve una existencia plena. Gonzalo parece haberse instalado en N Literatura provocativa Jpolémico, queun escritor aime Baylyes se divierte espoleándonoscon una literatura provocativa, tanto por lostemas de que se vale, comopor la sugerente relación que tiende a establecer entre vida y literatura- -en sus novelas ha predominado un sustento autobiográfico que no ha dejado indiferentesa quienesse han sentido reflejadosen ellas- El sexo o las drogassonen su obra parte de un tema más amplio, la crítica de la sociedad sus y convencionalismos, falsa su apariencia de moralidad, la falta de autenticidad o de verdad. La mujer de mi hermano, la que parece su obra más lograda hasta el momento, se propone desenmascararla aparienciade dignidad, de prestigiosocial, el aire de triunfo bajo el quese esconden ciertas personasa las que el dinero no alcanzaa preservarde las auténticas fuerzas del destino humano: el sexo, la pasióno el deseo de felicidad, la necesidad de realizarnos conplenitud. Aunque empezó a publicara los veinticinco años, ha dejadode ser un autor prometedorpara convertirse casi en todo un fenómeno literarioal que habrá que prestar muchaatención para entenderel cursoque tomará la nuevanovela hispanoamericana. -A O. R. dad. Todos los lujos están a su al cance, todos excepto aquél que le es consustancial, que le pertenece por su condición de mujer: ser madre. A partir de esa insatisfacción su existencia va derivando poco a poco en un aurea mediocritas en el- que reinan la rutina y la desilusión: su matrimonio con Ignacio se le repre senta como un fracaso y su vida con yugal obedece a la inercia, no al amor ni al cariño; ocupa sus días asistiendo al gimnasio, recibe clases de cocina, se entretiene en mil pue rilidades que la distraen de una vida más plena. El fundamento de su ca rácter es su belleza, y en su afán por autoafirmarse no oculta que la com placen las miradas de deseo que le dedica Gonzalo. Punto de partida Baste señalar el punto de partida de La mujer de mi hermano; el argu mento nos revelará que bajo las su perficiales existencias de estos tres personajes alienta el espíritu de cierta venganza, que la emoción y los sentimientos serán fuerzas in controlables y, una vez desatadas, quienes las padecen estarán a su mérced, en las manos de un destino incierto. Todo ello con una prosa límpida, sin alardes expresivos, que fluye con una sensación de ágil espontanei dad. Quizá lo mejor del arte narra tivo de Bayly resida en el hecho de que hace desaparecer al narrador y deja que los personajes se presenten solos ante el lector, que los pensa mientos de uno y otro fluyan libre mente por las páginas del libro, sin juzgarlos, forzándonos a compren der sus actos desde dentro de ellos mismos. Esa labor de introspección, esa violación de la intimidad que no se arredra ante la sexualidad más inconfesable forma parte de las se ñas de identidad del escritor Jaime Bayly, como también la presencia del melodrama, rasgo que alguna vez reclainó Alejo Carpentier para la novela hispanoamericana y para el que veía antecedentes en otras lenguas del prestigio de William Faulkner y que en nuestro caso ha tenido continuadores de la talla de Gabriel García Márquez. Agilidad, espontaneidad y melodrama apor tan interés a la peripecia de una no vela cuyo propósito parece ser el de refundar los valores sociales y transmutar la falsa apariencia por un hedonismo sin complejos que empiece por asumir lo humano. Arturo García Ramos 11 ABC cu 1 p 1 13- 7- Z 0 ft 2

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