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CULTURAL MADRID 13-07-2002 página 10
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CULTURAL MADRID 13-07-2002 página 10

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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LCriaturas y pasantes; 0 NARRATIVA El sabor de la burbuja ALEJANDROGÁ NDABA ACE poco un publicitario estuvo expli cándome el valor simbólico de la burbuja- (energía y vida -como si lo hubiera descu bierto él y hubiese pasado desapercibido para el resto del mundo, incluida aquella España nuestra de Nochebuena y sidra achampañada El Gaitero. Yoacababa de comentarle el descu brimiento de que mis dos marcas preferidas de agua mineral llevaban el gas añadido y no, como había supuesto durante años, directa mente incorporado de su manantial. Quiero decir que yo pensaba que la burbuja pertene cía a la naturaleza de las cosas en vezde a la iii tervención de las jeringuillas (así me imagino yo la operación de añadido) Y dado que una burbuja natural no sabe lo mismo que una ar tificial he dejado de comprar mis dos marcas preferidas y por qué no decirlo, también he de jado de tomar agua: el rioja y el chinchán dulce, en cambio, son lo que son. Pero después, pensándolo mejor, me he puesto a reflexionar- -al y al cabo soy un in fin telectual, y nada que burbujee me es ajeno- so bre si la energía y la vida no serán en realidad burbujas, mejor dicho, si la energía y la vida no serán más que su burbuja. ¿Qué es una bur buja, para empezar? Respuesta: algo inodoro, incoloro e insípido cuya única virtud consiste en explotar O sea, es la nada en deflagración. Pero, al parecer, imprescindible, La burbuja no es nada, pero sin burbuja al parecer tampoco hay nada. Ya veslo que es ponerse a pensar Por ejemplo: ¿qué es el precio del suelo en España? ¿Vienedel manantial o es una cosa in yectada? ¿Es naturaleza o jeringuilla? Desde hace cinco años el precio del suelo se ha quin tuplicado. Da gusto. Pero aun así necesitamos saber Si se ha quintuplicado con arreglo a na turaleza es porque hay poco suelo, pero sise ha quintuplicado por el gas añadido por los subas teros, los recailficadores y los descuideros en tonces es burbuja Y si es burbuja explotará en el paladar y además en todo el morro. También es posible que se haya quintuplicado porque los tipos de interés están soplando en las eco nomías familiares, en cuyo caso le explotará al sistema financiero en cuanto las torres RIO empiecen a temblar por la amenaza de alguna cometa sin plan de vuelo. Lo que vale para el sistema inmobiliario vale pan el sistema futbollstico. De hecho, los clubes están presididos por los señores del in mueble. Este año no hay fichajes. Aquí da la impresión de que la burbuja ha sido experi mentada en todo su placez por no hablar de las deudas con Hacienda, que son la jeringuilla en vena Por lo demás, el coche, el frigorífico, los via jes por agencia para que digas que estuviste allí, el máster del niño en Boston o en Aca pulco son la burbuja incolora, inodora e insí pida que explotará en plena boca para que sientas la energía y la vida que te invade, a pe sar de que nunca hubieras podido pagarlos si no fuera porque pagar es para ti la gran bur buja, pagar con lo que no tienes para arruinar tu vida y esperar que los otros exploten. Tú ya lo hiciste. 4 Mi nombre nadie es Ulises alta en mar BALTASAR PORCEL El Aleph. Barcelona, 2002 249 páginas, euros 16,88 P E 9 o a o E -D c con una novela cuyo protago nista es ambicioso, y no digamos si es periodista, y es capaz de todo, es deciz como se decía. an tes, presto a entregar su alma al diablo me vienen a la cabeza dos personajes redondos en su vitalidad y abyección, pero fasci nantes en lo que tienen de trans gresores y, a la vez, de detentado res de los valores de su tiempo. Desde luego, el Lucien Chardon de Las ilusionespeniidas, donde la vida es capaz de triunfar a pe sar, o quizá por eso mismo, del yermo espiritual al que le con dena el poder, y el Georges Du roy del Bel Ami, de Maupassant, que es capaz de condenarse como Fausto, pero donde, y aquí asoma quizá por primen vez la desvalorización moral sin re mordimientos porque detrás de todo nada hay, la mujer ya no es portadora de redención alguna. De estos dos personajes son deu dores gran parte de los tipos des critos de ambiciosos modernos, aqui ya no hay deseadas Marga ritas ni retos al Altísimo por su jetos capaces de pedir al Diablo que les alumbre su cigarro sino acaparadores de fama y dinero, los dioses de nuestro tiempo, y convendría tener en cuenta que todos semejan de una manera u otra a Bel Ami, al fin y al cabo nuestro Fausto cabal para tiem pos epigonales. Baltasar Porcel, en cuya vasta obra narrativa la recurrencia a los mitos y a la aventura es sobrada, cómo no recordar Los argonautas o Caba lbs hacia la noche, aparte su es pecial predisposición a la novela histórica a la que da un giro ten dente a la descripción de lo coti diano capaz de alumbrar el pa sado de manera insólita, la presencia del campo de concen tración en las Baleares de los de rrotados soldados bonapartistas en El Emperador o el ojo del ci clán es una imagen dificil de ol vidar de tan vívida, parece ha ber tenido en cuenta esa doble predisposición del ambicioso moderno, lo fáustico, lo mitico, aliado a lo patético, a un cinismo del que la alta literatura de otros tiempos no se ocupaba por ser moralmente bajo. Digo esto por que en la creación de Lluis Arrom, ese periodista de altos vuelos que se mueve en los ale daños del poder político, del fi nanciero, existe una clara deter minación de equipararlo, y no ARECEno hay reme que dio: siempre que me topo veo en ello ninguna predisposi ción irónica, al Ulises capaz de enfrentarse y salir airoso de mil escollos con su don de internii nable astucia como sola arma. Con él, parece decirnos Porcel, comienza la novela moderna, pero, y esto es importante, por que, rmalniente, representa al héroe de nuestros dias que mientras navega es él mismo un dios, pero sólo mientras navega. Controladas obsesiones Mmm, por ejemplo, el perio dista de éxito y talento que se mantiene como consejero de la Generalitat catalana- hay en la narración un encuentro con el president Raimon Escorca que no tiene desperdicio- se nos muestra en la primera parte de la novela como un hombre de dones escondidos, culto hasta llegar a cierta lucidez no dese ada, escribe aplazando una y otra vez el tan deseado salto, pendiente hasta hacer de ellos sus dos controladas obsesiones, de dos nombres, Gabriela y Or landis, el pequeño pueblo ma llorquín donde habitan sus pa dres en la finca de Sa Barrera, el destino de éstos según se acercan a la vejez se confunde con el devenir de las rocas, las plantas y los animales en una de las más bellas imágenes del libro, pero inmerso en una trama de intereses en definitiva tan mediocres y miserables, y lo que es peor, sin alternativa po sible, que sólo cuando se le pre senta la ocasión, en una suerte de azaz que toma en el mundo moderno el capricho antes re servado a los dioses, el de nave gar en un barco de sospechoso nombre, el Omeros en com pañía de unos amigos italianos que semejan el antiguo canto de las sirenas, tan arrullantes y ca prichosos son, es capaz de re montarse hasta el reino donde él sólo habita, en una lucidez y vacío reservado en exclusiva a los verdaderos viajeros. Tengo para mi que en esta Ulises en alta mar, Porcel nos ha querido dar cuenta de una pérdida del alma y su recuperación a través del encuentro consigo misma, de eso tratan en definitiva todos los viajes, en un cato desespe rado de buena voluntad. El que Lluis Arrom proceda, final mente, más como un Cándido que como un Bel Ami depende exclusivamente de su autor. Es como si éste hubiese querido, a pesar de todo, salvarle. Al modo de un Mefisto compasivo. Juan Angel JuSto o ABCCultural (13- 7- 2002 1

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