CULTURAL MADRID 22-06-2002 página 30
- EdiciónCULTURAL, MADRID
- Página30
- Fecha de publicación22/06/2002
- ID0005393383
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ESW LTU RA Afte Puntos Sta (1997) do por tanto, reflexión. Tras la desaparición de la narratividad y la entrada en la escena artística del siglo XX de lo conceptual, muchos creadores centraron su interés en la investigación de las posibilidades expresivas del material. Esta es la línea que continúa el mallorquín, que explota a su antojo la maleabiidad de la madera, la arci ha, el hierro o el bronce a través de un proceso artificial que no ocultan las obras. La interrela ción entre formas (reducidas a cubos, conos y es feras cezannianas) texturas y colores es un com ponente fundamental de las piezas, unas escultu ras que crean su propio espacio al tiempo que se relacionan con el que las rodea. Sin embargo, los elementos se distribuyen por las superficies con la soledad y resignación de las figuras giacomet tianas y multiplican los puntos de vista. Incon fundibles son también los aspectos que recuer dan tanto a la pulcritud del miniinalismo como a la inmediatez del expresionismo abstracto. Las estáticas esculturas ensambladas de Alvaro de la Rosa encierran y, a la vez, dejan escapar el tur bador secreto de la Naturaleza, salvaje o sornetida. Álvaro laRosa de Álvaro de la Rosa CentroCultural Despernada. La Villanueva de la Cañada (Madrid) Olivar, C 10 Hastael 30 dejunio cepto de jardín, paradoja que define el con A inquietante naturaleza construida que in cansablemente se rebela por volver a su ser, arti cula la exposición de esculturas de Alvaro de la Rosa (Palma de Mallorca, 1956) De la pretensión de equilibrio entre lo orgánico y la creación arti ficial surgen unas piezas cuyos elementos y ma terias se relacionan íntimamente y que, al trans formarse en muros, columnas, mesas... parecen querer regresar a su estado primigenio, El artista erige una suerte de bosques hechos a la medida del hombre (la mayoria de las escul turas son de pequeño tamaño, muy distintas a su obra para espacios públicos) casi portátiles, re sultado de una meticulosa experimentación: para realizar estas piezas se requiere tiempo y, L María García YeIo PINTURA M. H. Mompó Manuel Hernández Mompó GaleríaJuan Gris. Madrid. Villanueva, C 22 De 2.700 a 60,100 euros. Hasta 29 deiunio el naje a Mompó a los diez años de su como home A exposiciónque Juan Gris presenta muerte pro voca en los aficionadoscabales una dobleemoción. El recuerdo de un pintor de la vida y la ocasión de con templar un conjuntode cuadros fechadosentre 1958 y 1985 que dan un testimonio intimo de la evolución de su obra, siempre movida por el imperativoético de es tablecer diálogo con el espectador, de pintar como Gente alrededor unaplaza de (1972) hablando El recorrido desdesus inicios en la figura ción y la geometrla, hasta la elidida complejidad de chaux... Pese a los cualesjamás ha abandonado el or sus últimas y apuradísimas síntesis, pasando por los den constructivo que, como él escribió, aparente años en los que su pintura coincidía con la de sus coe mente no se ve, pero que está allí Que ha estado en táneos europeos de diverso signo y en la que ahora se sus mejores momentos con exactitud de pensamiento nos antojan ecos como de Dubuffet, Corneille, Mi- neoplasticista, pero resuelto en infinitas y poéticas L constelaciones de episodios gráficos y pictóricos so bre la superficie de un blanco espacio indeterminado e infinitamente expansivo. Espacio luminoso en el que actúan la posibilidadde la letra, de la palabra pin tada que termina por hacerse ideograma, y lo refma damente pictórico; el rasgo humano, humorístico, po pular; los tonos y el cromatismo de la claridad medi terránea y la extremada levedaddel matiz. La pesquisa del sentido en la obra de Mompóno se agota al constatar que le es consustancial, más que la ingenuidad, la directa y rotunda frescura de los sue ños e intuiciones de los niños. Mompóquería contri buir con su obra a la construcción colectiva de un mundo sano y positivo Singularizan la labor de este pintor, que Iras una penosa enfermedad nos dejó de masiado pronto, la libertad y la alegría de vivir Vida, alegría, libertad y orden racional que, como en Spi noza, implican una ótica, precisamente, de la liber tad o felicidad si es la piedad virtud del que vive conforme al dictado de la razón De ahí que, parafra seando al filósofo, podamos decir que la de Mompóes una ética demostrada de manera pictórica. Santos Amestoy Sokoa, 25 años 25 Años Sokoa de GaleríaSokoa. Madrid. Claudio C Coello, 25 De 1.800 a 18.000 euros, Hasta 30 dejunio el ELEBRA días la galería Sokoa, fundada en estos 1976 por M 3 Luisa Gurrea y Juanjo Azcoitia, sus 25 años de andadura con una exposiciónque reúne a los treinta y cuatro artistas que hoycomponensu plan tel, Por Sokoa, que en el momento de su apertura apostó por una figuraciónde corte realista, y a lolargo de los años ha ido ampliandosu horizonteestilístico, han pasadomultitud de artistas importantes, algunos de ellosdesaparecidoscomoBaySala, Pastor Calpena, José M 3 Vayreda, Manuel Carnicer o VicenteDelgado. Y precisamente en el transcurso de esta temporada se han producidoen la veterana sala numerososcambios, que atañen tanto a su espaciofisico (se han habilitado varios salonespara tertulias y exposiciones) comoa su Enea expositiva, con el fichaje de nuevos artistas que C Bodegón mwribMlos Enrique de de Albizu nada tienen que ver con el realismo o el postimpresio nismo que la definian. Así, junto a realismos de indu dable calidadcomo los que cultivanAntonio Vázquez, Palomo Reina, GonzálezPoblete- un virtuoso- el jo ven AntonioCazorla, Santiagodel Campoo IsabelGue rra- que dijopintar laluz de Dios) que nunca re cosa batiré- hallaremosla pintura sutil y ambigua de han cisco Arjona- -unade las últimas y más notorias incorporaciones- el paisaje orgánicode RufoNavarro y otros lenguajespersonales: Javier Olayo, Pérez Mu ñoz, Alvar SuñoL. Entre los deudores del postimpre sioñismo figuran Ramón Vilanova, Ibresa Llácer o el vangoghniano Ulpiano Carrasco; del luminismo, Gi ner Buenoo GonzálezAlacreu; y aun del orientalismo, que es lo que emula IgnacioTrelis, un joven y descon certante pintor. Más allá, un abanico de figuraciones más o menos expresionistasque van desdeel trazo ins pirado de un Josep Sala hasta la pintura matérica de Javier Olayo. Al margende las opinionesque suscite la línea expositiva de esta galería, en este aniversario cabe celebrar la pmfesionalidadsin mácula de sus di rectores y elogiai como lo hace GonzálezLlácer en el libro editado para la ocasión, el cariño con que mi man a sus artistas, la consideración impagable con que los tratan y la exquisitez y discreción con que se ocupan de todos los detalles JavierRubio Nomblot 30 ABC Cultural 22- 6- 2002