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CULTURAL MADRID 22-06-2002 página 2
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CULTURAL MADRID 22-06-2002 página 2

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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J. J. ARMASMARCELO os creen que que los articu los de los periódicos son las columnas del Partenón son una tribu en ascen so. Escribir un arti culo no es fácil. No es redactar un texto que dibuja apa rentemente cierta idea de la nada, o describe una simple ocurrencia, tan del gusto de tantos lec tores que terminan aplaudiéndola como si fuera un artículo de verdad. Jorge Semprún, en su temporada de Mal Camilo José Cela; 0 raux español, como ministro de Cultura de uno de los gobiernos de González, denun ció que el único poder que no había hecho to davía los deberes de la transición democráti ca era la Prensa. Definió despectivamente co mo deposiciones matinales los artículos de uno de los grandes escritores del Partenón, Manuel Vázquez Montalbán, y al otro lado del río, entre los árboles, deploró la presencia de la firma de Jaime Campmany, otro de los grandes. Algunos exégetas del periodismo es pañol de la democracia, entregados al exceso corporativo con alegre folclorismo, sostienen todavía que en las páginas de los periódicos se está escribiendo la más brillante literatura de estos años. Tampoco es tanta la rareza, si una visión del conjunto nos traduce que las columnas del Partenón, en muchos casos, vie nen firmadas por primeros espadas de la li teratura que se desayunan con drásticos ejer cicios gimnásticos, para calentar músculos, antes de entrar de lleno en el duelo con las pá ginas del libro que están escribiendo. Se adu ce, con mal intencionada ingenuidad, que el periodismo escrito es el último reducto de la literatura para una masa de lectores de perió dicos que no lee libros con frecuencia y flui MANUEL RODRÍGUEZRIvERo C LA ILUSIÓNDEL FASCiSMO L dez. Firmas como las de Garcia Már quez o Cela, y las de Cándido o Vi cent, se colocan en el altar mayor del artículo periodísti co- -todoun género literario- -para que nadie dude de las verdades intoca bles de los invento res del santoral. No es menos cierto que quien dispone de una columna en al gún periódico espa ñol de referencia y alcance- -escritory periodista- es capaz de creerse, en su delirio de vanidad escritora, que el de sembarco en Normandía, la muerte de Franco y la caída del muro de Berlín fueron posibles gracias a sus esfuerzos de columnista escul tural. Se sabe que un buen masaje cerebral es el mejor medio para recuperar la cordura ne cesaria en el escritor. Algunos otros brillan tes y excelentes columnistas del periodismo español lo son por un ejercicio redomado de la escritura en el espacio donde da la vuelta el aire: el olfato en la palabra exacta, la imagen en la esquina rosada que nadie veía antes de que el columnista siguiera alil en el momento de despertarse. Y, al fm y al cabo, ciertos co lumnistas del inmenso Partenón cumplen, con notable entereza de espfritu, el papel que se les asigna en el texto teatral. Salen a la tari ma, recitan su monólogo disfrazados de cro nistas, sociólogos, intérpretes de la realidad y notarios de la verdad (una sospechosa redun dancia semántica) Los más patéticos y entra ñables son los amanuenses y guachimanes, que perpetran sus engendros poseídos por una dignidad de profetas, como la del pato mareado que, sin idea alguna de la orienta ción, da vueltas en el estanque dorado creyén dose elegido de los dioses Como ocurrió mayoritariamente en el caso del comunismo, el fascismo también fue una ilusión (en ambos sentidos del término) de una parte importante de la intelligentsiaeuropea (incluida la española: Ridruejo, Laín, etcétera) durante los años 30 y 40 del siglo XX. Todavía está por hacer la gran historia cultural de las derivas politicas y morales que llevaron a muchos escritores y pensadores de valía a abrazar, con mayor o menor entusiasmo y durante tiempo variable, ideologías totalitarias que acabaron conduciendo al infierno de la guerra y el Holocausto, o al Gulag y los campos de muerte de Pol Pot, A esa historia futura contribuirá a su manera Cioran, EliaLle, Ionesco: l oublie dufascisme, un estudio desiguál, pero bien documentado, de Alexandra Laignel- Lavastineque ha publicado recientemente PressesUniversitaires de France (530 páginas, 29 euros) yen el que se examina el comportamiento de esos tres intelectuales durante la dictadura del mariscal Antonescu (1940- 1944) incluyendo sus relaciones con la temible Guardia de Hierro, la organización paramilitar y represiva en la que aquel se apoyó hasta su definitiva consolidación en el poder. Incluso Ionesco (1912- 1994) años después que elaboraría en su dramaturgia (Rinoceronte, 1963) una eficazdescripción en clave de absurdo de la fascistización de los pensamientos, colaboró con más o menos entusiasmo con el siniestro régimen rumano. Claro que, más tarde, el conducator Ceaucescu, (presidente del país de 1967 a 1989) también supo rodearse de lacayos y sicofantes bien; 1 Émlle doran Sumario; 0 II1 DL Li. PRESIDENTE HONOR: Guillermo Luca de Tena. PRESIDENTE: DE Nemesio Fernández- Cuesta. cONSEJERoDELEGADO: SantiagoAlonso Paniagua. EDITORA: Catalina Luca de Tena. DIRECTOR: JoséAntonio Zarzalejos. DIRECTORDE ABC CULTURAL: FernandoR. Lafuente. Consejo Asesor: Santiago Castelo, Valenti Puig, Ignacio SánchezCámara. RedactorJefe: Miguel ÁngelFlores. Redacción: JavierD (az Guardiola. Antonio Fontana. Marta PérezLago, Laura Revuelta, Carmen Rodríguez Santos, Stefano Russornanno, ManuelaSuárezCotarelo, Cristinade la Serna (Diseño) lustraciones: AlfonsoBerridi, Jaime Boto. Pérez CElas. JavierPagola, Pinoty Esperanza Santos. Diario ABC, S. L. W 4i82519.l E- mail: abc. cuttural abc. es. www. abc. es cultural L fttç ti 2 kBC Cultural 22- b- 2002 o, ST Obra Ramón al de Gaya, queel museo murciano queNon nombre su dedica antológica una fl sergalardonado conelPremio Velázquez; 1 FerlosioyD Ormesson

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