CULTURAL MADRID 15-06-2002 página 34

ESCULTURA Afte tos y patinado con ceras, lo que consigue aunar una voluntad de realismo y una sensación final de artifi cialidad. Estas esculturas, presentadas bajo el escla recedor subtítulo de La intimidad, representan a uno de los creadores- -cualquierade los dos- en un momento privado, despojándose de las caretas que han ceñido o ceñirán durante el dla- la de conejo, la de lobo feroz, la de uno u oir) hermano- hasta que darse en una faz que no acertamos a vislumbrar to talmente. En la obra fotográfica, sin abandonar el tratamiento del soporte de manera fragmentaria, con los retoquá pictóricos acostumbrados, reprodu cen imágenes que se duplican de manera especular Bosques, árboles, matorrales se repiten creando una sensación de extrañeza. El artista de todos los tiempos ha tendido a derra mar su mirada hacia lo más cercano, y en esa cerca nia atiende las vicisitudes propias de sus circuns tancias. Es lo que mejor conoce o lo que mejor cree conocer La fuerza de los RosadoGarcésreside en ha cer de su singularidad vital y de su problemática identitaria el eje central de su obra. El método fun ciona. Qué mejor para el discurso artístico que ha blar de uno mismo, bueno, de dos. Rosado Garcés y MP MP Rosado Garcés GaleríaPepe Cobo. Sevilla. Cardenal C Cisneros, 5 Hasta mediados julio de NA nueva exposición de los gemelos Rosado Garcés y una nueva oportunidad para elucu brar sobre los hilos que mueven su creatividad. Con ocasión de la presente muesira hemos podido oír y leer a muchos que han comentado el gran salto existente entre lo anteriormente visto y lo ahora presentado. No es cierto. No totalmente. Resulta evi dente su afán investigador, indiscutible es el paso dado, pero en el fondo los posos del discurso son los mismos. Y son éstas las virtudes de su forma y capa cidad para expresarse: las interrogantes que plantea ser dual en la unidad, sentirse dos siendo uno, perci bir que la extensión de la identidad propia no fma liza en el mismo cuerpo, sino que se expande por el del otro, que también es un yo siendo distinto. lbdo ello se exuda en forma de dibujos, fotograflas o es culturas. Escenifican en cada una de sus obras el PINTURA U Montajede los gemelos Rosado Garcés discurso del enmascaramiento, la ceremonia de la dualidad. Esta exposición también resulta muy inte resante, no ya por el tema- que si bien no es nuevo, sí es novedoso y arriesgado su acercamiento- sino por trabajar con materiales y soportes nuevos para ellos. En las creaciones tridimensionales es magnífico el tratamiento del barro cocido, coloreado con pigmen Ivándu Torre la Amerighi R. Pérez- Carasa Rosa Pérez- Carasa GaleríaAlmirante. Madrid. O Almirante. 5 De 600 a 3.000 euros. Hasta 27 dejunio el ON serie El No Lugar, Rosa Pérez- Carasa la (Riotinto, 1957) abandonado las frenéticas ha autopistas y la brillantez y particularidades de las urbes posmodernas para situarse en polígonos in dustriales, aeropuertos, aparcamientos, cruces... lu gares funcionales y anónimos que convierten cual quier ciudad (Segovia, Salamanca, Madrid, Nueva York... en todas o ninguna De trabajar sobre mode los fotográficos, de la instantaneidad que el obje tivo- objetivo presuntamente proporciona, resultan imágenes secuenciales y aleatorias de naves fabri les, coches e individuos desvalorizados, irreconoci bIes. La intención de la artista es descubrir por qué son únicos e interesantes estos espacios sin signos (J jdentificadores- los carteles, las matrículas se resu men en masas de color- desafio de hallar donde el aparentemente no hay Estas silenciosas y solitarias áreas de transición, que la retina reconoce aunque no las haya grabado conscientemente en la memo ria, parecen congeladas en el tiempo, pese a que los elementos que las habitan sean contemporáneos. Son sitios olvidados, de confluencia y espera, que la artista, una moderna paseante baudelairiana, reco rre empeñada en desentrañar el misterio de lo pró ximo. En sus obras, respetuosas con las leyes de la composición clásica, transeúntes, arquitecturas y automóviles (Aparrados, 2001) tienen el mismo pro tagonismo y son representados una y otra vez desde sorprendentes perspectivas; los planos se recortan, contrastados, sobre superficies vibrantes, lumino sas, de viva y al tiempo, áspera cromía. La propuesta es invitar al espectador a observar lo que le rodea, no porque sea hermoso o atractivo, sino porque existe. Una exhortación podría complementar el tí tulo de la exposición: Sean conscientes de aquello que cada día miran sin ser capacesde percibir! MaríaGarcía Yole Obra la seile Elnol, 4, (2002) Pérez de de Carasa Pablo SanJuan Pablo San Juan GaleríaGarage Regium. Madrid. Pradillo, C 5 De 300 a 3.000 euros. Hasta 24 dejunio el entendieseHistoria de la pinturaartística como NA breve esta manifestación abstracta que un intento de definir, formular o reconstruir la pin tura- partiendo de la base de que el academicismo decimonónico equivale a su total aniquilamiento, cosa que ya se discutirá a su tiempo- a partir de sus elementos constituyentes más básicos, podría arran car con la síntesis mondrianesca Punto y línea so bre plano- y avanzaría por un bosque de plantea mientos diversos que se extiende por todo el siglo XX: figurarían las reflexiones en torno a la materia, el color, la luz... Y acaso (pónganse siempre numero sos reparos a toda interpretación de la historia reciente) cuando uno se asomase a la nueva abstrac ción que en los 90 empezaron a cultivar los jóvenes U SIt (2002) Pablo Iuan de San artistas españoles más sobresalientes, se encontra ría con que lo que más les interesa es el espacio. No es que el cuadro vuelva a representar un reco nido hacia dentro; ni que el pintor retome el papel de mago que crea un espacio tridimensional ilusorio y ficticio aboliendo así las leyes sobre las que se asienta todo el movimiento contemporáneo. En la mayoría de los casos- -yasí sucede con Pablo San Juan (Madrid, 1965) -vuelta a la ilusión espacial esta se produce de un modo extraordinariamente sutil y constituye más un diálogo cómplice con los maes tros que una transgresión: evidentemente, la profun didad no figura entre los atributos de lo plano; pero el color y la forma la generan espontáneamente- como lo demostró la psicología de la gestali- porque así lo quiere la mecánica de nuestra percepción y el pintor la crea o la neutraliza mal que le pese. Yestos son los elementos con los que juega: partiendo de formas sencillas minuciosamente pintadas, como aros u óvalos de vivos colores que se entrelazan o se solapan, desarrolla estructuras repetitivas de cierta complejidad que tienden a desbordar los limites del lienzo y tras las que parece siempre guarecerse una última forma misteriosa. En todas estas obras se producen fenómenosópticos sutiles que determinan el recorrido de la mirada y que, como apunta Virgi nia Tbrrente, crean cierta adicción Javier Rubio Nomblot 34 ABC ult, ral 15- h- 204 2