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CULTURAL MADRID 08-06-2002 página 31
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CULTURAL MADRID 08-06-2002 página 31

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Crónicas 2002; 0 Procedente de la National Gailery of Scotland, el lienzo de Rembrandt Mujer en el lecho ha estado expuesto en el Museo del Prado junto a la única pintura del maestro holandés que guarda la pinacoteca española, Artemisa Esta mujer quenosmira... un primer momento, así pa en rece que fuera. Ante la Mujer en el lecho de Rembrandt, sentimos pronto la tentación de pensar eso: Esta mujer que nos mira... y que ahora pa rece invitar a nuestros ojos a sacarla de la invisibilidad en la que estaba, o invitar a alguien a hollar ese sitio ene! que está... Sin embargo, algo nos dice que debemos detenernos, justo ahora que nos encaminábamos así a la averi guación de no sé qué acertijos, propios sin duda de la imagen, dicen que mis teriosa, de esa mujer. Y es que! os acer tijos, os intríngulis, sean ilterarios, biográficos o iconográficos, nos da mos cuenta ahora que atañen sólo a! o que no es, o que no puede ser esa crÍatun, que no es una imagen, y que, des de luego, no nos mira, y a la que, tam bién desde luego, no alcanzamos del todo a ver. Porque, ¿qué estamos vien do? ¿qué se nos hace visib! e en esta pintura? y casi a su! ado y a la vez, ¿qué no vemos ahí, aun estando como está vivo y palpitante? Pensamos: Esta mujer que nos mira... y nos enfilamos a explicar lo que ve y, sobre todo, lo que vemos en ella, en esa ventana ilu sionista que es toda una ironía mayús cu! a, un engaño como lo llamó el discípulo Hoogstraten, el gran fabri Mujeren el leche, Rembrandt de cante de trampantojos tan disparata dos como su caja perspectiva. ton- -un protestante que leía (y pinta ba) su Biblia, o sea, la experiencia in Visibley mundano dividua! de la Palabra padecida en car Si la tentación es vencida, no sólo ne y vida propias y singulares: e! cru vemos que esa mujer nos no mira, esa ce, siempre actual, del Verbo y la mujer tan bien rellena como dijo el Carne, que! os dos debían ir a tajo pa propio Hoogstraten para describir a rejo. Otra cosa es que, andando e! Geertje Dircks, la cuidadora de Titus, tiempo, os abismos de la vida interior el hijo de Rembrandt, que entró en la se acabaran viendo como sede de una casa cuando iba a morir su esposa Sas verdad radicalmente separada de la kia y que quizá fue, si es necesario que verdad del pensamiento; ése es e! te sea alguien, la mujer del lecho que ella cho de Rembrandt y de todas las ver misma caldea. Vemos que la visuali dades existenciales modernas, que dad, la medición de lo que hay allí por son como una media verdad, demedia el rasero de las cosas visibles en e! mundo, es como si no sirviera, des pués de la sin par ironía de ese método SALA DE ARTE ilusionista, para! a comprensión de una superioridad y anterioridad de al PUERTADE ALCALÁ go invisible e interior sobre esto otro kLCALÁ, 67. 28014 MADRID 91576 5277 visib! e y mundano. Lo anterior, quizá, EXPOS! CIÓN COLECTIVA de la posibilidad (el don) de ver y sen tii sobre el cuerpo o la cosa vista o sentida. Por eso la medida de la visibi lidad conviene poco a la aceptación de otra verdad más originaria que la ver dad de un mundo a! que se abandonan! os cuerpos como cosas. La visualidad tiene mucho que de cir de la pintura. Pero quizá no lo úni co, ni! o de más, de una pintura verda FELIPE SANTAMANS GONZALEZ ALACREU dera. Parece que cuando pintó e! cua MARIANO OCAÑA dro, otro acertijo, Rembrandt estaba ANTONIO MEDINA más cerca que nunca de la inocencia y MANUEL GARCÍA LÓPEZ la humildad de los menonitas. En ya SANCHÍS CORTÉS DEL SAL 22 DE JUNIO- como decía Kenneth Clark recordan Horario delO: 30 a 14: 00 h. yde 18: 00 a 22: 0O El. do una frase sobre ellos de Chester Y ENRIQUEANDRÉSRuiz carne desnuda de su vida, claro que sin atributos. No es una simp! e como! os simples de Ve! ázquez, cuyo pintor y cuyo Dios los ve en la santa indife rencia por lo que es visto, con una mi rada integral que no hace temblar en las palpitaciones de la angustia. Su carne no es g! oriosa, como las carnes confiadas de Rubens, ante! as que apenas si se siente la posibilidad de! pecado, La suya es una simple vida, en cuyo cuerpo ya se supone un vientre abultado, unas piernas algo zambas; pero cuya carne se nos hace invisible e intocab! e, pura vida a la que sólo llegamos renunciando a la so la vista, a distanciar lo visto pan que quede más a la mano, al deseo sensual de las cosas. En una vida no a la mano, sino dada de antemano y a la que ya nacemos partida, esta mujer sólo de parece invitarnos a un cuerpo, al ha rro latiente y llamado a la podre de los cuerpos de Rembrandt. Pero Rem brandt no es Tertuliano, y no debe creer que la encarnadura humana se resuma, a lo hebreo, en esa materia ciega sin semejanza ni imagen hecha de polvo amortajable y distante de la divinidad. La verdad inocente y olvi dada (la inocencia só! o es en e! olvido) de quienno nos mirayde quien no lle gamos a ver sino su mero cuerpo limo so, es antes de antes, una carne, la Car ne, que no puede ser objeto de la vi sión, porquees anterior e interior a! o visto por ella. Por eso, esta mujer no es de este mundo. Y nunca la vamos a ver por completo, ni a nadie, que no sea como nos vemos en un espejo, que nos vemos pero que no. O como vería Ibbit, al decir de! apócrifo que quizá fue Palabra, según los acertijos, para esta pintura prodigiosa, tras sus manchas blancas, o sea, sus cataratas, después de que! e cayeran en! osojoslos excre mentos delos gorriones. da de otra Íntegra verdad antigua en la que Vida y Palabra no habían sido desgajadas, Pero en esta mujer, como en las demás carnes vivas rembrand tianas, hay un cuerpo visible y una carne invisib! e que lo antecede, reve lando en su pasión, en su padecimien to, una verdad que no toma del mundo visible la medida para objetivar las co sas y encaramarse desde ellas a un fundamento del saber, que desdeluego no está allí. Yesta mujer no deja de ser una simp! e, una criatura de las que só lo tienen su vida, concretamente la SLJBASTA EXTRAORDINARIA CARTELES DE ÉPOCA 13 DEJUNIO 2002 A LAS 17 H Hotel Wellington CC, VeMzquez, 8) Exposición al público DÍAS 8, 10, 11 Y 12 DEJUNIO (de lOa 14 y de 16,30 a 20 h) en C Conde de Aranda, 22. Madrid Tel. 91 575 43 00 31 ABC Cultural 8- 6- 2002 1

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