CULTURAL MADRID 01-06-2002 página 36

PINTURA Mte Porque su nombre salta a vecescuando se habla de los de Pamplona. O de los neoflgurativos de no sé cuándo. Es como un nombre que sólo salta cuando salta el de otro, el de la ciudat O el del rótulo clasifi catorio. Y elia ya llevaba algún tiempo de brega cuando Moreno Galván ideólo de la Escuelade Pam plona Y en cuanto a la figuración, qué poco es decir eso de estas pinturas en las que ahora hay acróbatas algo matissianos, al lado de Jacob, Ruth, la expulsión del Paraiso, con la aparente desmaña abocetaday con esas manchas de color irreal que quisieran dejar a esos seres en la otra realidad en la que siempre esta ban, antes de que a la pintura se le antojase expulsar de su propio paraíso cualquier asunto, cualquier poe sía (que eso eran las historias que contaba) Para po nerlo hoy más dificil, estas pinturas tienen un aire simbolista, a lo Puvis de Chavannes; y además son cuadritos, aunque también puede ser cuadrito un Van der Weyden, Por encima de todo eso, está una pintora de ternezagrande, de cierta ácidadulzura; y no debiéramos esperara su gran ocasión para reco nocer ahoramismosu verdady la deesta pinturaque canta (es moderna) y cuenta (es muy antigua) cosas olvidadas que, sin embargo, constituyen. nos 1. Baquedano Isabel Baquedano. Rozando borde el GaleríaEstampa. Madrid. Justiniano, C 6 Hasta el de junio todo si LARO, general acuerdo enademás, es como hubiera va muy deprisa. Y prestarse al vo ceo de lo que ya de por si ruidea más. Aún así, habrá quien espere lo otro, lo que va caminando, hacién dose poco a poco, hasta que llegue algún día en que, visto el camino todo junto, sorprende, y entonces es cuando se habla del admirable tesón del haberse es tado casi quieto, ajeno a modas y ruidos. Pero sería una lástima que alguno se perdiera cada lento paso del camino a solas. Como éste de Isabel Baquedano, que es una artista de las que, cuando el momentolle gue, se dirán todas esas cosas. Mientras tanto, esas ra rezas suyas, que sean raras da idea del ruido que debe haber alrededor de la pintura, porque la pintura, de toda la vida, además de cantaz ha contado esas cosas. En cualquier caso, no se debería esperar a la gran ocasión para decir de Baquedanosu verdad. Cb cg (2001- 2002) AaIllcof lienzo C Enrique Andrés Ruiz de convertirse en la nutrida corriente neo- metaflsica, hoy de plena vigencia Yun día descubrióen el Prado la estatua de la durmiente Ariadna dela que pintó varias versiones ensoñadas y metaflsicas Hacia entonces IluminadaGarcía Torres unos cuadros realistas sobre motivos tan abstractos Sala Municipal La Lonja. de Alicante. Paseo Almirante como cilindrosy prismas que luego pasarían a su obra del escultórica. De unas y otras cosashay testimoniobreve JulioGuillénTato. Hastamediadosde iunio en esta retrospectiva. Indica- ya lo enseñaba Meyer Schapiro- -continuidadde lapintura abstracta conel la arte figurativoprecedente, incluidoel deautoríapropia. ElhilodeAñattia que lluminada declamen el titulo sus Gen ogiae, a propósito de Ariadna, cuya de esta exposición lleva a la pintura Hilvana, si ya RAN salida de tono la de GiovanniBoccaccioen nos hermana Fbdra- detrágicodestino- le biñóaseo que no el laberinto, un reverberanteespacioimaginario. Hi había sido su pareja. Másevemei- ista Evémero (mo leras y cuadradosdetrazosregu 1 ans aunque sensibles que ralizadorpolWmllywrrai de la mitología) suponeque, modulan el plano bidirnensional; bordes son indi los siendo Nams y Quíosislasde muy buen vino, t presa rentes a la extensiónde aquellosinfinitostrazos- pince de éstey porello, borracha comose pasaba eltiempo lada, al hilo delos cualestejelapíntura Contraponenés y bebiendo, fuellamada despuésesposade Baco em tos la huella corporal y psicológica ducws a la geo Sin del bargo, hace casitres lustros que el sueño de la valientee metría delordenracional Diálogo la repeticióny de de ingeniosa Ariadna fascinéa una pintora que devanaba la diferencia, de la serialidad y la tonalidad, conjura la el hilo de una propuesta plástica muy singular ilumi planitud de la pintura moderna para que el cuadro, nada Gaitía- Ibrres, discípula aventajadade Antonio como decía Klee, no quede en una buena alfombra y López, venia practicando una pintura de virtuosa téc sea capazde convocarsin artificioilusionistala pren nica realista, justo en el límite de lo que estaba a punto cia real de una tenrn dimensión. iluminada teje el ta 1. García- Torres n- a a. 0 -a- -a! t! a. a -a G 3- Una dolaspinturasIluminada de Garc- Torros pía de los sueños de Ariadna el trance posterior al hilo deductiw peroanterior a las nupcias con el turbulento Dionysos que Bon cio confundiócon Baco; el trecho entre loapolíneoylo dionisiaco. Santos Amestoy G. Oyagüez GuillermoOyagüez Montero GaleríaAnsorena. Madrid. Alcalá, C 54 De 900 a 7.210 euros. Hasta 7 dejunio el laga, l7O) no Guillermo OyagiiezMontero (Má A pintura de es tan sencilla como, en principio, parece. El realismo que supuestamente define la co lección de paisajes, interiores y figuras expuesta en la galería Ansorena no es tal; las imágenesque el es pectador observa han sido tomadasde la Naturaleza y filtradas por la fantasía de este hábil discipulo y colaboradordeAntonioZarcoy José 5. Carralero. A primera vista, los argumentos que presenta Oyagüez resultan más o menos anodinos y, sin em bargo, poco a poco se descubre una personal revi sión de los planteamientos de la figuración tradi cional, El artista une a la sublimidad romántica (Barco hacia San F, -ancisco) un cierto decaden tismo novecentista (Qzmlina) y, sobre todo, la fin- L pronta del realismo norteamericano de mediados del siglo XX. Las anecdóticas vistas de Mallorca o California, las silenciosas estancias y los retratos han quedadocongelados en una aparenteplacidez, pero el eficaz manejo de la luz y de una paleta uni forme hace intuir que las escenas escondentramas inquietantes. Incluso el propio artista se repre senta deformado, extrañado, en los distintos Auto rret mies. Con excepciones (El árbol) las obras son de pequeñoformatoy paleta reducida. Aunquehay algunos óleos sobre lienzo, predomina el lino, que permite obtenersuperficiesmás planas, menos em pastadas, pero igualmente densas, cubiertas en su totalidad. Las piezas están compuestas por masas de color compactas, abstractas, que forman un con junto naturalista. La depuradatécnica se confirma en unas escenas prácticamentemonotonales (Estanda) el equilibrio de grises, verdosos y pardos queda roto con casi imperceptiblespero determi nantes toques azules o rojos (La casa venie) Gui llermo OyagüezMontero es capaz de obtener mu cho con un númerolimitado deelementos: una cua lidad que muy pocosposeen. AUtOrrulnrto V, Oleo lienzo sobre MaríaGarcía Yelo 36 ABC Cultural 1- 6- 2002