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CULTURAL MADRID 18-05-2002 página 2
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Ala intemperie; 0 Del orientalismo J. J. ARMASMARCELO OS ingleses re sultaron en bastantes casos pé simos repartidores de su viejo Imperio. No sólo con los ára bes, sus desiertos, tribus y petróleos, sino con la India se cular, para ellos ca si siempre incom prensible. Aquellos lodos llenos de occi dentalismo colonial trajeron en cierta medida estas heren cias de guerras, en frentamientos y lo curas del fanatismo religioso islámico con respecto a Occi dente, Inglaterra y los Estados Unidos, sobre todo, sin olvidar el resto de Europa. ¿Qué habria sido de la India si el Pandit Nehru no se hubiera enfrentado al loco proyecto inglés de repartir las tierras indostánicas por religiones) Pakistán para los islámicos, India para los indios que practi can religiones no mulsumanas ni cristianas? Los viajes de V. S. Naipaul por los territo rios islámicos causan un profundo rechazo en los orientalistas. Las tesis de Edward W. Said provocan alta tensión en muchos occi dentales que ven el Islam como un fenómeno extraño, incomprensible fuera de sus propios códigos religiosos. Los últimos episodios del fanatismo islámico- Rin Laden, que aún no aparece (ni vivo ni muerto) -venido a la han minar, al menos hasta el momento, todos los grandes intentos de acercamiento y compren sión entre Occidente y el Islam. Y con razón sostiene Amin Maalouf, autor de Identi dades asesinas y- por cierto- -nada sospechoso de integrismo de ningún género (ni religioso, ni étnico, ni político) que Occidente no hizo nunca gran cosa por comprender qué era exactamente el Islam, en qué ámbitos era una religión y en cuáles un pensamiento cotidia no y una manera de entender la vida. Las teo Pasen y lean MANUEL RODRÍGUEZ RwlRo C MIGIJEL ÁNGEL EN SU ANDAMIO L rias de Hunting ton vienen, avala das por ciertas in terpretaciones de ciertos hechos his tóricos, a mantener en alto el hipotético o real choque de ci viiaciones. La fascinación por el Islam en cualquiera de sus interpretaciones por parte de occi dentales de biogra ifa fuera de lo co mún les provoca a ellos mismos re chazo más o menos evidente en sus ám bitos geográficos, históricos y cultu rales. Es clásico el ejemplo de Thomas Ed ward Lawrence, como queda reflejado en su leyenda y. sobre todo, en la biografía de Je remy Wilson; leyenda y mito que nunca, ni a pesar de la lucha de los últimos años de su vi da, pudo quitarse de encima Lawrence de Arabia. Verdad que nuestra sociedad abierta laica y occidental tiene muchos defectos, em pezando por una excesiva mala conciencia que se traduce en errores de interpretación, Como el que cometen con harta frivolidad ciertas izquierdas al otorgar carta de bondad absoluta- -o algo parecido- al riquísimo, cultí simo, clasista y a veces cerradísimo mundo islámico. De modo que entre Occidente y el Is lam, y en gran parte Oriente, se juega desde hace muchos siglos una gran partida de aje drez en la que los caballos locos de la memo ria histórica, los alfiles de los espejismos cul turales y las torres integristas impiden que una visión más clara y reflexiva de ambos mundos se materialice como mesa de entendi miento y muralla frente a guerras, abusos y matanzas. Como ahora mismo las de Sharón frente a los palestinos, y las de los movimien tos terroristas palestinos contra ciudadanos judíos. En 1508 Michelangelo Buonarrotti aceptó a regañadientes el encargo de Julio II para pintar la bóveda de la Capilla Sixtina, construida bajo el papado de Sixto IV. Durante buena parte de los cuatro años siguientes el también escultor, arquitecto, ingeniero y poeta toscano permaneció encaramado en unos andamios a muchos metros del suelo, mientras se partía la espalda y el techo se llenaba de imponentes imágenes de la Historia de la Humanidad antes de la llegada de Moisés. Buonarrotti se alejó del concepto tradicional bíblico del Génesis para insuflar a todo el conjunto el sentido neoplatónico que había aprendido con los humanistas de la academia de Careggi. No sólo era un artista descomunal, uno de los más grandes de una época en la que los grandes se contaban por docenas, sino también una especie de intelectual avant la letire lleno de entusiasmo ante las nuevas ideas y dispuesto a discutirlas con el Poder. Aquellos cuatro años y todo lo que pasó en Roma durante ellos- incluyendo la rivalidad de Buonarrotti con Rafael, que estaba pintando al mismo tiempo los Apartamentos del Papa- -el argumento de son Michelangelo and the Pope sCeiling, un documentado estudio de Ross King que publicará Chatto Windus el próximo otoño. Por cierto, el autor del libro, que tiene una novela (Dominó) traducida en Seix Barral, ya había publicado Brunelleschi sDome, un elogiado trabajo acerca de cómo fue construida la cúpula de la Catedral de Florencia. De manera que práctica no le falta. 1 Sumario; 0 I1 J t 21i hji- ü DL: PRESIDENTE HONOR: Guillermo Lucade Tena. PRESIDENTE: DE Nemesio Fernández- Cuesta. CONSEJERO DELEGADO: SantiagoAlonso Paniagua. EDITORA: Catalina Luca de Tena. DIRECTOR: JoséAntonio Zarzalejos. DIRECTORDEABC CULTURAL: FernandoR. Lafuente. consejoAsesor: SantiagoCastelo, Valent (Puig, Ignacio Sánchez Cámara. Redactoriefe: MiguelÁngel, Flores. Redacción: Javier DíazGuardiola, Antonio Fontana, MartePérez 4. ago, Revuelta, Laura Carmen Rodríguez Santos, Stetano Russomanno, Manuela Suárez Cotarelo, Cristina laSerna de (Diseño) Ilustraciones: Alfonso Berridi, Jaime Boto, Pérez DElios, Javier Pagola Esperanza y santos. Diario ABC, S. 1. W 4 L 2 a 9. LE- mail: abc. Sltiiral abc. es, www. abc. es cultural í. h En Portada guerrasXflfiay jculturales de salo Paseale s. s (1999) Miguel do Angel Campano (Madrid, Sl 8) que ahoraexpone si 1 (Ma; 1 9 Ilí uliaral 1 ll -5- 2iiil

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