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CULTURAL MADRID 11-05-2002 página 27
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CULTURAL MADRID 11-05-2002 página 27

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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PINTURA Afte Imágenes binoculares Víctor Mira. Apología éxtasis del Museo PabloSerrano. Zaragoza. Paseo Maria Agustín, 20 Comisarios: Fernando Castro Flórezy Miguel Marcos Hasta el 9 de junio Galería Miguel Marcos. Barcelona. C Jonqueres, 10 Desde 9.000 euros. Hastael 3 de junio ARA hablar de Víctor Mira (Zaragoza, 1949) lo primero que tenemos que plan- tearnos es saber de qué huye. Desde luego reconocemos que es un pintor. La exposición cuasi antológica que ahora tiene lugar en Zaragoza nos ratífica en ello, porque es por medio de los colores y sus combinaciones po sibles como consigue mostrarnos su imagen del mundo. Nos damos cuenta también de que la paleta se le convirtió en un combinepainting en el que cual quier collage, para alcanzar la expresión, es posible. Pero es que su obra no termina ahí, sino que se alarga y dimensiona en una mezcla de subjetivida des anímicas, literatura y coloresque no pueden evi tar la cuestión citada: ¿de qué huye? Nos interesa sa berlo para que así empezar a organizar nuestras per cepciones de sus cuadros que cierto, no necesitan de nosotros para ser válidos lo son para él y su cir cunstancia pero que expuestos se someten al cues tionar de quien los observa y éste, el observador, ade más de considerar las obras desde el punto en el que el artista las haya dejado, necesita saber o inducir desde dónde y cómo hay que plantearse la posesión estética de lo que se le somete a consideración. Por si fuera poco, cuando se entra en los iinpolu tos ámbitos de la galería MiguelMarcos, ante esta si- P ImagenbInocular (2000) GalerÍa Miguel Marcos tuación, emplazamiento y circunstancia, se impone saber, en frase shakespeareana, ¿de qué huye el au tor? ¿Por qué esa binocularidad- que el pintor aclara como la convergencia simultánea de dos ejes visua les- -en cada uno de sus cuadros? El observador atento, impresionado ya por el ambiente del lugar y atraído por la binocularidado simultaneidad repre sentativa de temáticas diferentes, se cuestiona acerca de cómo ha de abordm- las pinturas, además, presididas todas por un titular que las unifica en se ries y una frase que se quiere clave e introductoria para que se llegue adecuadamente al hecho plástico. Cada obra, tanto en la serie de los Moodscomo en la de las ImágenesBinoculares, se presenta dividida, cuarteada temáticamente en su interior, y uno se pregunta por dónde hay que iniciar el correcto reco rrido plástico y temático, porque su síntesis solo puede hacerla la conciencia como ya sugiere su au tor. Pero su captación plástica exige un orden de atenciones puesto que, como sucede en una de las mismas representaciones del artista, cabe confun dir según el juego psicológicode atenciones, si lo re presentado es un beso o una copa. Sibilinamente, Mira las plantea como una apología del éxtasis para que procedamos consecuentemente y según nos convenga porque, su drama, ése no nos lo ex plica, sólo lo dispone plásticamente y lo deja al albur. Quizá es por ello que en la galeria se muestra en un inmenso friso, impresionante, una Ultima Cena en donde cada personaje lleva adscrito a su lado el testimonio de sus glorias, penalidades o afecciones. Hay que captarlo todoconjuntamente aunque plásti camente esté dispuesto en separado. La angustia progresivamente se apodera del observador; la cro maticidad del conjunto, aunque tendente a la reduc ción, como es propio en el artista, establece el leni tivo espiritual, pero el concepto, planteado como clave desde el texto pensado y escrito por el artista, acaba aplastando el espíritu y lo deja solo ya la gb. ria del placer de la Enea y del vigor o la tenuidad de la pincelada. ArnauPuig V ÍDEOINSTALACIÓN A todovértigo Sergio Prego Galería Soledad Lorenzo. Madrid. C Orfila, 5 De 4.800 a 24000 euros. Hasta 131 demayo ERGIO Prego (SanSebastián, 1969) ha está ciendo su entrada en Madridpor la puerta grande: Soledad Lorenzo suprimera para individual en esta plaza, que, además, constituye la se sólo gunda quecelebra una galería, en después cinco de años exponiendo colectivas Europa, en de América y Japón: Bienalde Venecia, ReinaSofia, 1 AM, Bue nos Aires, México, Kyoto, Francisco, San Londres... sin olvidar mismísima la galería Gagosian Nueva de York. Estosupone tambiénuna apuesta valiente y audaz porpartede la galería madrileña, intro que duce en sunómina artistasconsagradosun jo de a ven y nuevocreador, cumpliendo una función así propiadelgalerismo a menudo echaen falta: que se no limitarse lo comercialmente a seguro, pro sino mocionar y difundirtambiénlo novedoso más y creativodelacreación contemporánea. Artista de dialecto personal, dentro lenguaje Nonio (2001) del universalcontemporáneo explora terrenos que los existencialistas la condición de humana, Pregoín habla de dualidad y está hecha con el dm- o acero y daga con sus vídeos, la primerapersonade su con el más dúctil aluminio. Respectoal grueso de su en propia imagen (peroextrapolable colectivo obra, los vídeos. Si Pipiotti Rist (citada como un re al so cial) sobreloscontradictorios sentimientos éx ferente universal del vídeoarte) representa el pan del tasis y la agonía, la adaptaciónla inadaptación, amasado con la particular masa bien ligada de lo de y de la pletórica fuerza laautoconfianza parali poético y lo violento, Prego se decanta por la mezcla de yel zante miedo produce conocido que lo de la convulsión y la pausa. Hay algo de poesía es que lo (más desconocido, estecaso) podery de lafragili condida en sus obras, como si sólo se atreviera a es en del dad. SuobraSoporte (2002) representativa: bozarla, atenazado por el pudor. Su pan es una ho doble es S gaza, deliberadamente áspera y tosca, en la que el componente poético no es lirismo, sino realismo social. Desgarro personal, individual, quizá autobio gráfico de sus sentimientos íntimos, pero, como digo, extrapolable a lo social, intuido, por contraste, a través del protagonismo único del artista- actor. Mark Dery lo denominé (velocidad de escape) La obra de Prego está transida de la sensación de movimiento vertiginoso, como el ciberespacio del que trata la obra de este autor, pero desde el espa cio cerrado e íntimo de un estudio de artista. Sus videos adoptan la estética del videodllp (como, en su din, empezara a hacer Rist) incluso la estética disco, con imágenes que se suceden veloces y que vuelven atrás y se repiten reiteradamente al son de la música; flashes fugaces de movimientos entre cortados; giros espasmódicos de autómata y filma ción circular en torno al artista, que parece querer escapar de muchas cosas, de los condicionantes que lo rodean y quizás, y ante todo, de sí mismo. Su propia acción vomitando una pintura biomórfica parece un intento de escapar de formas más tradi cionales del arte. Y, sin embargo, retoma el icono por excelencia del minimalismo de Dan Flavin, el tubo fluorescente, para tratar de reconvertirlo e in corporarlo al mecanicismo actual, haciéndolo cir cular (como otro autómata) por el carril que reco rre el techo de la galeria, acompañado de un chi rrido industrial que se funde en la estridencia general que inunda el espacio, en una especie de globalización de ruídos, luces, sombras, movi miento, voces y música. Fornando Martín Galán 27 jIwral 11- -3- -2002

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