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CULTURAL MADRID 11-05-2002 página 19
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CULTURAL MADRID 11-05-2002 página 19

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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HISTORIA Libros Un cuartode siglode Monarquía 25 años reinado de de SuMajestad DonJuan Carlos 1 REAL ACADEMIAHISTORIA DE LA Espasa. Madrid, 2002 1.008 paginas, euros 21,50 liza la extraordinaria proyección de la lengua española en el mundo. Los ba lances de cada una de las áreas cultu rales se reparten entre representantes directos (Muñoz Molina, la novela) e historiadores (Pérez Sánchez, Gallego, Marías) El libro que comentamos permite conocer y, sobretodo, reconocer losar gumentos que los protagonistas de la transición han ido exhibiendo res pecto a su papel histórico. Se puede sa borear el esifio lineal de Suárez, el ex quisito sentido del humor de CalvoSo telo, la amarga ironía de González, la preocupación de Aznar por el terro rismo, la vocación autonomista de Fraga no es en la autonomía donde están los problemas, como quiso indi car la fracasada LOAPAy alguna de las primeras sentencias del Tribunal Constitucional (pág. 240) el refina miento intelectual de Ruiz- Gallardón, el peculiar criterio expositivode Pujol con sus doce episodios anecdóticos, la beligerancia de Ibarra contra el PP más épica; o de Bono, más sutil. Todos ellos, lógicamente, intentan defender su ego en el rol que les tocó jugar A este respecto es muy significativo lo que Felipe Gonzálezdice respecto a la educación en España y su papel en este sentido (pág. 144) A la Real Academia de la Historia, plural Academia que dirige Gonzalo Mes, ha decidido conmemo rar los veinticinco años del reinado de Don Juan Carlos 1 y lo ha hecho con un libro, sin duda, fundamental para el conocimiento de la Iransición poli tica española y los primeros años de la democracia en nuestro país. La Histo ria de España desde la muerte de Franco ha dejado de ser territorio pu ramente periodístico para convertirse en materia de análisis histórico. Por otra parte, la memoria oral empieza a ser relevada por la memoria escrita. Y el aluvión de memorias de protago nistas de primera y segunda fila que se han venido publicando en los últi mos años así lo revela. Faltan todavía algunas de ellas que nos serían enor memente provechosas (el vacío más significativo lo representa AdolfoSuá rez) Pero faltaba en esa bibliografía un estudio global en el que se conjuga ran los análisis de los historiadores con la voz de los protagonistas direc tos. Y eso es lo que la iniciativa de Gonzalo Mies al frente de la Academia ha conseguido, quizás porque pocas instituciones hubieran tenido la capa cidad de convocatoria para aunar tes timonios politicos tan distintos y dis tantes. La primera evidencia destacable de este libro es lo que tiene de reproduc ción del célebre Pacto de la Moncloa de 1977, que pudo asumir visiones tan dispares; pacto, por cierto, que cuenta con buen lujo de detalles Fuentes Quintana en este mismo libro. A la convocatoria de la Academia han acu dido prácticamente todos los sujetos agentes que protagonizaron y contri buyeron de alguna manera a la ges tión de la transición. Nos faltan- y se acusa el vacio- los que nos han dejado. Hombres como Tarancón, Gutiérrez Mellado, Fernández Miranda, Tana dellas, Fernández Ordóñez, Rodríguez Sahagún, Tomás y Valiente... Entre los convocados vemos a politicos (Suárez, Calvo Sotelo, González, Guerra, Carri llo, Aznaz Oreja. Martin Vifia, Oliart, Serra, Cavero, Fraga, Ruiz- Gallardón, Roca, Pujol, Ardanza, Rodríguez Iba rra, Bono, Alvarez del Manzano, Váz quez) representantes del mundo so cial y sindical (Redondo, Gutiérrez, Ruiz- Giménez) de la economía (Velarde, Fuentes Quintana, Boyer, Sol bes, Rojo, Sánchez Asíain) de la Igle sia (Suquia) y del mundo cultural y mediático (Muñoz Molina, Luis A. de Cuenca, Anson, Pedro J Ramirez, Ce brián, Zarzalejos, Antich, Arnedo, Martin Ferrand, Prats) Incluso se da la palabra a dos de los senadores de las L Los logrosdel Rey Unos se acuerdan más del Rey a la hora de trazar sus respectivos balan ces, otros menos. Todos, en cualquier caso, le atribuyen el logro de haber he cho olvidar a los españoles, por irrele vante, el viejo debate sobre la forma de Estado. Felipe Gonzálezle atribuye dos méritos: heredar un poder abso luto y reconvertirlo en constitucional y ser el gran poder estabilizador en época de incertidumbre. Calvo Sotelo insiste, por su parte, en todo momento en su apodíctica sentencia: En el principio fue el rey Cavero expone los cinco fundamentos de la legitimi dad de la Corona de Don Juan Carlos. Velante expone la responsabilidad di recta del Rey en la politica económica (págs. 410- 412) último, el libro per Por mite poner de relieve que la gran som bra que inquieta y preocupa por exce lencia a los españoles es el terrorismo. En este sentido, son muy significati vos los textos de Ardanza y de Mayor Oreja. En conclusión, estamos ante un li bro absolutamente lejano de glosas cancillerescas, halagos florales o retó rica oficialista. Aquí, a la convocato ria de la Academia de la Historia, ha acudido la España real, la de los políti cos, la de las centrales sindicales, la de la cultura y los media, a dar cuenta de los logros y los problemas todavía pen dientes. En la diversidad de ideologías y opiniones políticas dispares sólo existe un común denominador el reconocimiento a lo que ha significado y significa el Rey Don Juan Carlos 1 en el nada fácil camino que vincula la España de 1975 y la de 2002. primeras Cortes: Chueca Goitia y Cela. Chueca explica su papel de ilu sionado liberal en su breve experien cía politica y Cela vincula la persona del Rey al esencialismo español. El es pectro de la vida española de los últi mos años reflejado, a través de sus pro pios protagonistas, al completo. Sólo echo de menos a algunos personajes como Solana; Chaves, el presidente de la Comunidad autónoma de Andalu cía; Maragall, por su protagonismo como alcalde de Barcelona durante los Juegos Olímpicos... La vIsIónde loshIstorIadores Pero, como decíamos al principio, el libro no se limita al testimonio de los sujetos agentes directos. Estos, a veces, son demasiadoparciales u opor tunistas. El distanciamiento se garan tiza con la visión de los historiadores. En primer lugar se apela a Artola y Suárez Fernández para que exploren la genealogía de la Monarquía parla mentaría de Don Juan Carlos y a Seco para que analice la contribución efec tiva de la Monarquía a las leyes de la transición. Carmen Iglesias explica los cambios culturales ocurridos en la sociedad contemporánea con las nue vas actitudes y valores, desde la supe ración del esencialismo y el victi mismo a las conquistas sociales, pa sando por la extraordinaria irrupción de las mujeres en el espacio público. Martin Municio disecciona, por su parte, los veinticinco años de ciencia y educación y lanza el diagnóstico más pesimista de todo el libro: Los niveles de desconocimiento a los que han lle gado los alumnos son alarmantes, se han perdido las referencias culturales, no existe capacidad de abstracción, operaciones matemáticas elementales pueden ser inabordables; escribir con simple corrección ortográfica, un im posible, e insólita la incorporación a la lectura (pág. 773) Galmés de Fuen tes nos hace un muy lúcido análisis de la problemática hnguistica en España, especialmente centrada en la dialéc tica castellano- catalán en Cataluña. Darío Villanueva traza su particular canon de la novelística contemporá nea. Víctor García de la Concha ana- Ricardo GarcíaCárcel 19 ABC Ci. mira 11 5- -2112 1 II

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