CULTURAL MADRID 13-04-2002 página 28

ESCULTURA Arte De la creación (in) útil MX KMine Galería 57. Madrid. C MonteEsquinza, U De 6.000 a 45.000 euros. Hastael 4 demayo IFÍCILMENTE añorado Keynes se iba a lina el ginar que el sujeto posmoderno vería reducida su condición a hombre- marca, ene! mejor de los ca sos, y, en el peor, a vulgar y anónimo hombre- consu midor El consumo, las marcas y los logotiposconsti tuyen las puntas de lanza de una jamás desfallecida filosofía capitalista en cuyas entrañas anida la movi lidad cual concepto angular (aunque más bien se trata de un viaje a modo de excursión organizada que en su sentido mitológico) El artista MK Káhne abonla de manera irónica y crítica esta movilidad y flexibilidad bendecidas urbi et w- bi. De origen letón, MUcha) K (urt) KAhne (Vilnia, 1963) quien vive y trabaja en Berlin desde 1988, em pezó su andadura artísti a como pintor A continua ción producirla una serie de objetos antifuncionales- como La máquina de embuchar salchichas- que, a partir de los años 90, le llevarían a la serie de escul turas sanitarias. Así, y de manera paulatina, el ar tista iría conformando un amplio elenco de objetos relacionados con el arte útil Y es precisamente en ese ambiguo territorio de conceptos de lo útil y artístico donde sus limpias, cómodas, estéticas es culturas- objeto se sitúan pan redefinir la supuesta e incompatible funcionalidad y sentido del arte. Las obras aquí reunidas van desde cámaras para coordinar y observar- Maleta de supervisión- pa sando por sofás, televisiones y maletas con teléfono, televisión y cadenade música incorporados de la se rie El hombre moderno, hasta un bar con barra por tátil o una soprendente maleta con un dispositivo para respirar capazde transportarextrañapero có modamente a un ser humanoen su interior De aca bado impecable, este abanicode objetosrespondea D N t and (2001) Day TécnIca mixta las necesidadesdelhombremodernoen la actual so ciedad, erigiéndose en un equipamientobásico de carácter intimo que ha de garantizarle un trocito de patriachica en mediode tantodesplazamiento. Los poéticos objetos de Káhne desprenden una extraña sensación de confianza que se basa en un juego de sorprendentes contrastes donde lo asép tico- sanitario contrasta con lo brillante- cálido de la madera de caoba, el aspecto de producto se riado con el intenso y laborioso proceso manual o la aparente utilidad con una nostálgica antifun cionalidad. También los binomios lujo- banalidad, ausencia- presencia y positivo- negativose funden en una relación armoniosa y perfecta donde la forma y la estética recuerdan a Duchamp, al su rrealismo, al arte conceptual y a un cierto gusto posminimalista. Los imaginarios y absurdos obje tos de Káhne cuestionan irónicamente nuestro Zeitgeist. Bajo una vistosa apariencia de utilidad y necesidad surge una propuesta original e incó moda que nos lleva irremediablemente a revisar los limites y las falacias del arte. Paco Barragán Mapas metropolitanos Esther Pizarro Galería Raquel Ponce. Madrid. O Alameda, 3 De 240 a 8.414 euros. Hasta 20 deabril el son relaciones entre arquitectura y escultura AS complejas, cuandono francamentepolémi cas, en un momento en el que la ciudad está mar cada por un urbanismo excluyente, y cuando, por otro lado, las intervencionesescultóricas site- speciflc o las instalacioneshan sido sustituidas porel manie rismo fotográfico o una proliferaciónobjetual que impone una rara banalidad, similar a la que pro paga planetaríamente la estrategia televisiva del reality- show. La voluntadconstructiva en escultura es infrecuente, y por ello, los planteamientos de Est her Pizarroadquierenuna tonalidadque me atrevo a calificarcomoejemplarEsta es una de las mejores exposiciones de escultura que he visto en los últi mos años, el resultadode una extraordinaria cohe rencia conceptual, pero tambiénde un rigor compo sitivo y, sobre todo, de un saber hacer técnico digno de elogio. Prolongando planteamientos previos, fija su atenciónen la ciudad de Paris, invirtiendoy va ciando los veinte distritosen una disposiciónque recrea la tramade la metrópoli, al mismo tiempo que recrea la figura flmdamental del laberinto. La ciu dad boca abajoexhibe unas enigmáticasescaleras, relacionadas con aquellos ensueños y temores del desván y el sótanodelos que hablara Bachelard. L Vista conjuntade de An ondlsswnont 19 los do Pizarro Esas sólidas estructuras que tienen algode forta leza transmiten un sentimiento de dislocación, el problema contemporáneo habitat pero también del son el sedimentoo la sutil rememoraciónde mififi ples vivencias. Dilucidaciones geométricas- -es cribe Esther Pizarro- distorsiones en el parale lismo, acoplamientosincompletosde formasson al gunos de los rasgos que definen el trabajorealizado sobre Paris En los libros asociados a cada uno de los distritos, las ramas de los árboles, una imagen canónica delromanticismo, superponen los pla se a nos de la ciudad, en un plegamiento barroco (por emplear una noción deleuziana que le interesa a esta creadora) que supone un ciframiento concep tista de lo experimentado. Lejos del formalismo (post) mininialista, esta escultora convierte la in mensidad intimaen un singular entrecruzamiento de escaleras, en las que la referenciaantropomórflca ha sido excluida, comosi purificara los espaciosabe rrantes de las cárcelespiranesianas. Esther Pizarro convierte y ofrece en sus Reco rridos visiones estratificadas de una ciudad que conocemos sólo fragmentariamente, lo textual está velado, la transparencia y la distancia que imponen la cera está delimitada por el peso y la crudeza del plomo. Asistimos a un complejopro ceso de composición de una cartografia dinámica en la que el imaginario arqueológico está supe rado por el juego del retoque, el calco y la provi sionalidad. Esther Pizarro reformula las conside raciones de Heideggeren las que señalaba que el hombre contemporáneo carece de morada y, por tanto, debe aprender a habitat Nuestra condición de apátridas y el nomadismo vertiginoso nos obli gan, no tanto a mistificar la dispersión, cuanto a intentar establecer posicionamientos intensos, construir aquel rincón del mundo que, en La poética del espacio, Bachelard considera lo inme morial de la casa. En una época de desconexión (precisamente cuando la ideología de la hiperco municación impone su lógica naij) estas rotun das esculturas activan el pensamiento, al mismo tiempo que nos incitan a un merodeo vital, esto es, a un reencuentro con esa ciudad que no es sólo escenario del exilio. Fernando Castro FlOrez 28 ABC Cultura 3- 4- 2002 1 1