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CULTURAL MADRID 06-04-2002 página 33
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  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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ARQUITECTURA Arte Recuperar la memoria de la casa- estudio de Rodríguez- Acosta, su carmen, es el objetivo de un libro publicado por la Fundación que lleva su nombre con textos de Moneo e imágenes de Francisco Fernández La melancolíade un carmengranadino L carmen de José Maria Rodri guez- Acosta (1878- 1941) uno de los es lugares más fascinantes, enigmáti cos y melancólicos de la arquitectu ra granadina y española del siglo XX. Entre claro y laberíntico, trans parente y opaco, construido con mu ros, luces, sombras, arcos, colum nas, cipreses y agua, su existencia es sólo explicable como casa de ar tista, como casa en la que el artífice y dueño es mecenas de si mismo. Si tuado en la colina de la Alhambra, mirando a la ciudad y la Vega, pero también al complejo nazari y, de reo jo, al nacer y ponerse del sol, este carmen blanco o (de torres blan cas) como también ha sido denomi nado, tiene un extraño aíre de arqui tectura sin tiempo, moderna y anti gua, tradicional y misteriosa. Una arquitectura que, como escribiera E. García Gómez, parece propia del silencio que, viniendo del silen cio, se refugia en el silencio Por otra parte, es un lugaz de ar quitectura y jardines, que a la vez que se derrama o descuelga por una empinada pendiente, sujeto metafóri camente por la propia Alhambra, también se levanta a partir de la calle del Aire Alta, como quien eleva casti llos en el aire, sobre el horizonte mis mo formado por las humildes casas que pugnan por ascender desde el Campo del Príncipe, plaza que no es tal, sino campo, borde de lo urbano. Un carmen, por tanto, que sólo podía ser casa de artista y sólo podía estar en Granada y en donde está. Y ahí, hacia 1913, fue donde J. M. Rodríguez Acosta decidió convenirse de pintor en arquitecto, sin abandonar su con dición de artista (a pesar de lo que en Granada se decía) levantando con cuidadas y meditadas pinceladas su autorretrato, mientras diferentes ar quitectos, de los llamados de verdad, le preparaban el lienzo. La calculada y precisa, casi puli da, interpretación de Moneo de la arquitectura del carmen es muy bri llante, tan sólo un tanto severa con las aportaciones de Anasagasti y Gi ménez Lacal, posiblemente los dos arquitectos que ayudaron a depurar con más elegancia los lenguajes que allí se encuentran y sorprenden, con memorias clasicistas y medite rráneas, vienesas y simbolistas a lo Bócklin, metafísicas y nostálgicas, con fragmentos llenos de poesía, de memoria, de agua, de aromas y de humedad, de art cUcoy de Hoff mann. Palabras y nombres que en un recorrido narrativo por su arqui tectura, como en un texto, pero con mayor poder de evocación, casi co mo si de un nuevo retrato- autorre trato de Rodríguez- Acosta se tratase propone, con inolvidables y arqui tectónicas fotografías en blanco y negro, Francisco Fernández. Un li bro con dos textos bellísimos y dis tintos, uno escrito, el otro fotogra fiado. Vistadelcarmen Rodríguoz- Acosta de a partir de 1916,l uego sustituido por TSdoro de Anasagasti, desde 1921, fi nalmente reemplazado, en 1923, por J. E Giménez Lacal, debieron inten tar el retrato del artista. Un retrato colectivo en el que parece no desem pañaron un papel menor M. Cendo ya, en las terrazas y jardines, y el es cultor P. Loyzaga. DelfínRodríguez ELPERIODICO ARFE DEL Una casa come me Si quiere conocernos solicite ejemplar un gratuito: Zurbano, 15.28010 Tel. Madrid. 917004940. 913100844 Fax: E- mail: periodicodelarteperiodicodelarte. com Tantos arquitectos y artistas ha ciendo el retrato perniten suponer que a todos ellos el retratado debió decirles, como hiciera C. Malaparte a A. Liben, quiero una casacomeme, es deciz una casa como yo. De esta sucesión se ocupa en esta hermosa monografía, estudiando sus planos y dibujos y un inédito álbum de foto grafías que documentan el proceso de desarrollo de las obras, Rafael Mo neo en un texto claro, impecable, dis Identidades peculiares Que la casa de un artista sea espe ciplinarmente arquitectónico. Mo cial, es conocido; que sea, además, neo realiza un análisis que es una una suene de retrato o autorretrato, verdadera lección de anatomía de la es tópico en la Historia del Arte y la arquitectura. Reparte los papeles y la Arquitectura, si bien es cierto que importancia de los diferentes autores contemporáneamente a su construc del retrato colectivo, para llegar a ción Juan de la Encina ya formulara plantear y concluir si, como se ha es esa identidad en nuestro carmen; crito desde R. Pérez de Ayala a E. que, por Último, esté situada en un Orozco, de E. García Gómez a Juan lugar tan extraordinario, la dota de de la Encina o J. Gállego, el carmen identidades peculiares. Muy posible Rodríguez- Acosta no es en realidad mente, la mayor dificultad para de un autorretrato, en el que el todo y sentrañar las claves y enigmas de es las pinceladas fueron dispuestas por ta casa de artista haya residido siem el artista en un lienzo preparado por pre en saber si se trata de un retrato otros, como ayudándole a pensar, a o de un autorretrato. reconocerse. Rodríguez- Acosta ar Si se trata de un retrato, se supone quitecto y artista de sí mismo o, co realizado por otro. En este caso, va mo escribiera García Gómez: Un rios arquitectos, desde el primero y buen día decidió construirse él, sin fundamental Ricardo de Santa Cruz, arquitecto, un estudio- taller 33 ABC Cultural 6- 4- 2002

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