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CULTURAL MADRID 16-02-2002 página 7
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CULTURAL MADRID 16-02-2002 página 7

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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Libros viética y China- la hizo mucho menos popular entre muchos estadouniden ses de lo que ahora aparenta. Del mismo modo, los eruditos e intelec tuales que se sienten más a sus anchas haciendo campaña por la justicia uni versal que empleando el engaño en aras de la seguridad nacional, podrían acabar cansándose de esta nueva gue rra si piensan que no está siendo li brada según unas condicionesclaras. Como en la Guerra Fría, será impo sible derrotar al enemigo sin la ayuda de gobiernos que no necesariamente reflejan nuestros valores: el dirigente militar de Pakistán, el general Pervez Musharrat ha hecho por nosotros mu cho más de lo que habría hecho cual quiera de sus débiles y protegidos pre decesores, elegidos democrática mente. Precisamenteporque nuestro ejército es superior a cualquier otro ejército del mundo, todo adversario competente atacará nuestro punto más débil, y explotará estratégica mente las libertadesmismas que defi nen en primerlugar lo que somos. Y si dejamos que nos paralicen las defini ciones absolutistas de amigo y ene migo, y de democracia y dictadura, nuestras posibilidadesde vencer se ve it mermadas. Guía protética En su libro Ylirmrism, Ayymmetríe Warfare and Weapons of Mass Des tnsetio, v Defending 11 wU S. Land (7 krrortsmo, guerra asimétricay armas de destruccüin masiva defender la patria estadounidense Anthony H. Cordes man, del Centro de Estudios Estratégi cos e Internacionales, ofrece una guía amplia y profética sobre todas estas cuestiones. Analiza las comisionesan teriores contra el terrorismo, los deta lles de la defensade la patria, el riesgo de ataquesquímicos y biológicos, las responsabilidades de- lasagencias fe derales, la experienciade otras nacio nes, etc. La defensade la patria, señala sabiamente, no es un ejerciciodeaisla miento, porque si somos golpeados du ramente, nuestros aliados en Oriente Medio y en otras partes del mundo también se verán afectados. El realismoprospera en tiemposen los que la gentese siente insegura, del mismo modoque el idealismo florece cuando la seguridad se da porsentada, La era posteriora la GuerraFría, una t lagunade doce años desdela caídadel Muro de Berlín hasta el derrumba miento de las lbrres Gemelas, un vio brotede humanitarismo hacia los Bal canes y Africa. Peroesa erase acabó, y estas dos importantesobrasanuncian tiempos en los que la concentración pragmática en la propia seguridad no es neoaislacionismo, sino los cimien tos de un internacionalismomás ita o lista. aTerrorism cuid U Fbttgn Po 1i cyn de Paul R. Pillw ha sido edi tado por Brookings Inst itut ion Press (Washington, 2001) Terrorism, Asymmetric Warfare, and Weapons of Ma- ssDestruction. Defending tite U S. Homeland de Anthony II. Cor desman, por Praeger (Westport, Con necticut, 2002) P terrorismo e internacionalismo CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN rri Un bombero desofocar trata urna losmúltiples de Incenclos provocados losatentados por contra lasTorres Gemelas m- T- A- fiembre contra los Estados IfniLataqueterroristadellldesep dos ha puestoa estepaís, el máspode roso del mundo, en el centro delpro blema terrorista. Esto significa que en lo sucesivo tendráuna influencia fundamental no sólo lo que hagan, sino tambiéntodo lo que se diga en los EE. UU. acerca del terrorismo. Conviene estar atentos a su debate. La reseña de Robert Kaplan nos acerca un pensamientoprocedente, lo cual no es baladí, de sendos exper tos en política exterior y seguridad: Paul It Pillar y AnthonyII. Cordes man; el primero ha trabajadoen la CIA y el segundo lo hace en el Centro de Estudios Estratégicos Interna cionales. Con tales ocupaciones, pa rece natural que ambos aborden el problema en funciónde la seguridad y la política exterior de los Estados Unidos. Al fin y al cabo, la costumbre de contemplarel mundo desde el pi náculo del Capitoliopara juzgar de qué modoel planeta puede afectara la autosuficienciaamericana (el la mado aislacionismo) no es solamente una obsesióndelestabllshment se en cuentra parecidochovinismoen, por ejemplo, las celebradas críticas de Noam Chomsky, más preocupadas por desautorizarla política exterior E de su país que por la tragedia de las víctimas del terrorismo en cualquier otro lugar del mundo. Por eso conviene recordar que el terrorismo es mucho más que la pe núltima conspiración interna cional contra los Estados Unidos. Si la decisión americana de actuar sin dilación y con toda energía contra los grupos terroristas es envidiable Es sintomático que ni ETA ni los grupos norirlandeses sean terroristas paramuchos analistas americanos en países como el nuestro, donde to davía se sigue mareando la perdiz del ser de la metafisica terrorista hasta en la Audiencia Nacional, si el reconocimiento inmediato de las victimas de Nueva York es toda una lección, la reducción del terro rismo al papel de nuevo enemigo privado encierra un engaño para ellos y un peligro para todos. Era previsible que algún día un grupo terrorista extranjero atacara los Estados Unidos; que haya sido uno árabe e islamista es algo azaroso (ljnabomber era puramente ameri cano, y ya ven) Bm Laden no ha in ventado nada, limitándose a em plear a gran escala procedimientos terroristas probados en muchos países desde hace años. Si en los Estados Unidos triunfa la tesis aislacionista de ir contra el terrorismo únicamente cuando com porte un riesgo para su seguridad, también puede imponerse el procedi miento, ensayado en la Guerra Fría, de desviar a los terroristas hacía ter ceros países igualmente odiados que, por su situación, no puedan ni quie ran aislarse del mundo al modoame ricano; por ejemplo, Europa Es sin tomático que ni ETA ni los grupos norirlandeses sean terroristas para muchos analistas americanos, y en cambio silo sean los grupos pales tinos; ¿dónde radica la diferencia? en el grado de amenaza que compor tan para la seguridad americana. El desafio terrorista ofrece el riesgo de retroceso al aislacionismo, pero tam bién la oportunidad de trabajar por la libertad como una aspiración y un proyecto mundial. Habrá que insistir en este sentido. 4 7 ABC Cultural 1 fr 2- 2002

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