Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 09-02-2002 página 7
CULTURAL MADRID 09-02-2002 página 7
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 09-02-2002 página 7

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página7
Más información

Descripción

Libros Zola no pudo evitar un comentario ali viado: Yocreía que nos iba a enterrar a todos Desdeentonces, a propósitode Victor Hugo puede reunirse un rami llete de frases malvadas con firmas de categoria; la posteridad francesa le ha tratado muy mal, y el resto del mundo ha tendido a desentenderse de su colo sal figura, comosi no supiera qué hacer con él. Admiración que se da por su puesto, pero a distancia. El hombre océano JUAN PEDROQUIÑONERO OETA, dramaturgo, novelista, político, polemista, dibujante, orador, Victor Hugo fue mucho más: uno de los patriarcas de la Francia moderna, figura- encrucijada donde se cruzan todos los mitos, fantasmas, esperanzas, debilidades, cultura yme sianismo de una lengua y una patria que él contribuye a construit Admirado, odiado, respetado, exi liado, entronizado en el Panteón de los hombres ilustres, Hugo encarna un sigloy una profecíamesiánica. En francés, quizá sólo Voltaire encarna esa fuerza oceánicaque sueña con es cribir una suerte de Biblia laica y cuyo destino es indisociablede la for tuna de Europa. Victor Hugo- -co menta el historiador Laurent Theis- -es el último monumentohumano que hemos conocido franceses, y segu los ramente, el francés más apreciadoen el resto del mundo Autorde un en sayo que explica cómose forjó la glo ria deHugo, Theis comenta: obra (Su escapa a las fronteras de la literatura y la política, encarna, a la vez, el in y dividuo singular, a un pueblo y a buena parte dela humanidad. La glo ria universal Hugoes el triplefruto de de su obra, quele pertenece, de las dr cunstancias históricas, que vivió apa sionadamente, y del tiempo que fue necesario hasta alcanzar el gran con senso nacionale internacional Ecosde su voz En Baudelaire, en Mailarmé, en Ver lame, en los simbolistas y en buena parte de la poesía francesa del siglo XX hay infinitos ecos de su voz (se definió como alma que es de mil voces pero todos renegaron de Victor Hugo. Valéry dijo que era un multimillonario, pero no un príncipe) Claudelle llamó des vergonzado chapucero con dotes admi rables y es famosísima la boutadede Gide cuando le preguntaron quién era el más grande poeta francés: Victor. P Rechazo oración la de todas lasiglesias. Pidouna oración a todas las almas. Creo en Dios escribióen sutestamento Hugo, Fiélas! comoquien dice jquése le va a hacer, qué remedio! Casi todos ácidos, rencorosos, crue les, probablemente injustos, denun ciando que era más sonoro que sutil lo cual no siempre es verdad; que tenía una asombrosa capacidad para pasar de lo sublime a lo ridículo, de lo íntimo y verdaderoa la declamacióa Es el pre cio de ocupar demasiado espacio con demasiado ruido. Poeta nacional pero muy discu tido; estatua en vida, perocon qué ebulli ción interior; enorme, desproporcio nado, genial de una forma en la que la tradición francesa, por lo común tan bien educada, casi no se reconoce. lbdo él superlativo, el milagro repetidoince santemente los elogios son de Baude laire, quien en una carta confiesa a su madre que abominade Loszniserablas. Doscientos años después, cuando otro siglo vuelve a tener dos años, se le recuerda como un personaje único, tal vez demasiado personaje, con la mayor personalidad que ha tenido la litera tura francesa, inabarcable, muy tenta dor para la injusticia y el desdén. No hay que caer en los tópicos que a me nudo esconden detrás de ingenio mor daz y melindres, que son especialidades de su tierra, cierto espíritu mezquino, incomprensión, quizá nuestra misma pequeñez que se resiste a aceptar lo que es muy grande. En una estampa de sus últimos años, Maurice Barrés le describe como un ancianomal vestido (que parecía un viejo albañil, un viejo obrero, pero que era un profeta Y añade: Está en pose sión de misterios y de esperanzasque la mayoría de los hombres no posee Ha bría que añadir que tenía también un inmenso tesoro, extraño y fascinante, de palabras que aún hoy deslumbran y emocionan. practicó con éxitotodos los génerosli terarios de su siglo, el XIX, teatro, la el crónica de viajes, la novela, el pan fleto, la oda, el discurso, el ensayo, el relato histórico. Lector bulímico, es cribía con mucharapidez En ese marco, Los miserablesquizá haya sido la novelaque ha marcado a todas las generacionesde más de un siglo de lectores. En un siglo de nove las y novelistas tan enormes como Stendhal, Flaubert, Balzac, Zola, Ibis toi, Dostoievski, Dickens, Galdós... Los miserablesno ha dejadode sedu cii incluso en su arquitectura folleti nesca. Granhistoriadora las ideas, de Mona Ozouf resume esa fascinación: Esa novelaes un libro- monstruo, un laberinto, una selva, un océano, un continente. El lector, fascinado, se deja llevar en una alfombra voladora que debiera conducirloa fantásticas tierras desconocidas Obra gráfica Incluso los garabatos dibujos rea y lizados por Hugo en la intimidad po blada de pesadillas, iluminacionesy fantasmas, son comomanifestaciones de una genialidadfuerade lo común. Marie- Laure Prévost ha comisariado la gran exposición Victor Hugo, el hombrt- oczno, que demuestrahasta qué punto la obra gráficadel artista está ligada a la obraliteraria. flas ha ber estudiado dibujos y manuscri los tos del escritor, Prévostllega a estas conclusiones: Hayuna modernidad excepcional en esa obra gráfica, que anticipa, pormomentos, buenaparte del arte que vendría con el siglo XX El director de cine Bertrand Taver nier llega a conclusionesmuy seme jantes, en otro terreno, definitiva mente moderno: Hugoanticipa, mil veces, el cineque vendria. Hugo, como Dumas, presiente anticipalos vercia y deros arquetipos del relato cinemato gráfico, con sus dosis de aventura, emoción y testimonio social. Dumas influyó en todala historiadel western, que declina de maneraincansable la historia de los tres mosqueteros. Buena partedel cine negro se inspi ran en las relacionesentreel policíay el proscrito en Los miserables. Pero hay muchomá el alientoépico, los antihéroes modernos, todoeso está ya de maneraflmdacionalen la granno vela de Hugo Roben Badinter, el ministro de Justicia que firmó la aboliciónde la pena de muerteen Francia, recuerda que Hugohizo ésa y otras profecías. Ibdala novela, lapoesía, el drama la y politica que vendrían, inclusoel des tino de Europa, en el siglo XXI, estu vieron y están marcadospor un me sianismo proféticoque desbordato dos los génerosliterarios. Volver a leerto El rostro menos atractivode ese consenso es el embalsamamiento de la gran momia nacional. Tal es el riesgo denunciadopor Philippe Sollera: Loirritante Hugoson los cli de chés escolares y republicanos, las imágenesbarbudas y piadosas, el Pan. teón y las conmemoraciones, culto el y el aburrimiento. Comoes habitual, lo que se suponeconocidoestá, en ver dad, muy mal conocido; y basta con entrar en los detalles de una obray de una vida para que todo cambie y el abuelitomomificado transforme se en un hombreeternamente joven El riesgomás evidente- -continúa Jean- Marc Hovasse, que acaba de pu blicar una nueva biografía sobre Hugo- es el aburrimiento un con de senso fofo. j Despuésde un balance narcisista, consagrado nuestrapro a pia autosatisfacción, que volvera hay leerlo. Su obra literaria, su estilo, su energía, la construcción de sí mismo dentro de la historia, continúan siendo algo titánico, con muchosca minos mal explorados, cuando no pura y sencillamente olvidados Entre las decenas de reedicionesy los incontablesestudiosy exposicio nes, quizá destaque un monumento nada común: la reedición de la única edición existente, hoy por hoy, de sus obras completas, en quince volúme nes y 17.500 páginas. El director del equipo, JacquesSeebacher, resume el alcance de ese legado: Hugotenía el genio de plantear los grandes proble mas universalesa muchosniveles. En su caso, todoestá ligadoinextricablemente. La lengua, el ritmo, la historía, la política, mito, el espíritu, la mate el ria, el pasado, el presente, futuro, es el tán íntimamente trabados. Hugo tam bién tenía un genio evidente para plantear, con una dimensiónuniver sal, todoslos debatesde la conciencia individual y colectiva. En su obra, nuestro destino y sensibilidad invidi dual formanpartede un mismo mar cuyas mareas continúan agitando nuestras personas y nuestro destino Se ha insistido en esa dimensión de obra- río, obra- continente, obraocéano, que un especialistaen Hugo, Gérard Gengembre, la Universidad de de Caen, comentaen estos términos: Hugo es un continente literario, Hugo fue el primeroen insistir en esa dimensión, afirmando que deseaba es cribir unasuertedeBiblialaica. Hugo 7 ABC Cultural 9- 2- 2002

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.