CULTURAL MADRID 02-02-2002 página 36
- EdiciónCULTURAL, MADRID
- Página36
- Fecha de publicación02/02/2002
- ID0005394049
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PINTURA Arte De ida y vuelta Manuel Ángeles Ortiz Galería Guillermo Osma. de Madrid C Claudio Coello, 4 Hastael 28 defebrero A partirde 840 euros (desde 140.000 pesetas) ANUEL Ángeles Ortiz (1895- 1984) con su tocapalos particular, fue de aquí para allá por medio mundo, siempre yendo pero también volviendo, sembrando y cosechando, y su propio arte fue el de ese continuo y nunca concluido viaje de pasos adelante y atrás, durante el que tomó y dejó casi todolo que se le apareció en el ca mino. Al fmal de su vida, él mismo recordabala recomendación que le hizo Picasso en 1928, y a la que sin duda fue fiel: No dejes nunca de hacer aquello que se te pase por la cabeza Por eso, po cos artistas como él que puedan ser vistos como síntoma, como revelado del fondo de época, como una especie de antena que recoge casi todo el re pertorio de vibraciones producidasalrededor. Tocar todos lospalos En la Granada de 1915, vemos a Ortiz en el Café Alameda, con Lorca, con Falla, con Ismael González de la Serna, con Almagro y Montesi nos. Lo vemos haciendo el cartel para el Con curso de Cante Hondo del 22. Lo veremos luego en París con Hernando Viñes, con Boros y Cos sío, y exponiendo con ellos y con su escuela en el Jardín Botánico en 1929. Cuando llegó a Bue nos Aires, diez años después, había conocido, y vivido, todo el 27, ilustró sus libros, trazó los de corados de sus teatros, viajó con La Barraca, pasó por la Alianza de los Antifascistas, estuvo M en el Pabellón de la República de 1937. Para en tonces, a Ortiz le había dado tiempo de probar un cubismo tardío, el neoclasicismo y el rea lismo de mediados de los veinte (en cuyo palo hizo excelentes retratos de línea) un cierto- -e in cierto- -surrealismo, la geometría lírica. En las orillas de los lagos argentinos quedó deslum brado por los ritmos orgánicos de la naturaleza y, oyéndolos, en ese otro palo tocó la melodía de los elementos que crecen y germinan y mueren, tal como la escuchamos al ver sus raíces fósiles de las araucarias, sus pulidos guijarros de gla ciar (tan Ferrant, tan Breton) y los dibujos a tinta que tienen como un tono Michaux. Pero en los años cincuenta, Manuel Ángeles volvió a Granada, y a partir de la emoción de en tonces es como si sus viajes estilísticos se hubie ran hecho no más largos sino más hondos, más jondos, porque en sus perfiles enfrentados, y so bro todo en sus Albaicines y sus Paseos de cipre ses- -encantador de una estrecha tabla que aquí el se muestra- repetidos a partir de entonces en se ries de variaciones, nos parece oír que el pintor tocapalos está tocandoal fin en uno propio, que es uno de ida y vuelta entre Granaday París, los dos lugares por los que, aunque pasara por otros, se fue y volvió siempre su espíritu verdadero. Es ante esas partituras donde ese carácter suyo de eco de época se convierte en una nota distinta, de licada y un tanto sombría, juguetona pero emo cionada, distinguible ya de la mera resonancia de la melodía general. Enrique Andrés Ruiz Medinacdi: Arco Romano: aniversario XXV Galerfa Romano. Arco Medinaceli (Soria) C Barranco, 2 todosloscaminos mano cumpleahoralos veinticinco años de existen cia y hace el número cien de sus exposicionesla co lectiva y conmemorativaque inaugura la primera parte deuna serie deseis. El galerista Pepe Arense, el solitario autor de lafazaña, le ha puesto el significa tivo título de 7 bdos los wminos. De ellos da detalle Juan Manuel Boneten el textodelcatálogo. Referencia de la figuración Arco Romanoacredita una impresionante nó mina Destacanlos de Juan Giralt Dis Berlin, Arito nio Rojas, José Manuel Calzada, Damián Flores, José Bellosillo, Pelayo Ortega, Javier Riera, Andrea Bloise. Los veteranos Cuixart, del 1 km al Set, el cera mista Antonio Ruiz, la figuración de Joaquín Pa checo. Aportandimensión cosmopolitael inmenso pintor argentinoRómuloMacció, el sutilísimo acua relista austriaco ReinerSchiestl y el expresionista neoyorkino Frank Carmelitano. Estáel geometrismo poético de Juan Cruz- Plaza el lirismometafisicode y José Bellosifio. A los figurativos mencionados habría que añadir al inclasificableJosé María Herrero, el raro F rnándezPera, a LoladelCastillo. Pero, como dice Bonet, lo que más llama hoy nuestra atención es la temprana sostenidaapuestadel galeristapor y Dis Berlín, Pelayo Ortega, Anghie Kaak, Teresa Moro, Juan Corres, José Manuel Calzada o Damián Flores Arco Romanoes por derechopropiouno de los lugares de referencia de la figuraciónneometafl sica española. Hasta 15 brero el de ON canto del gallo, adivinabaPounden lo el Cantos, partió el Cid. Y lo hizo por Arbujuelo (en el Cantar, Arbuxuelo arriba privado aguijaban el valle salinero y agrario, indescripti ble en todos sus cambiantes matices, cuyopanorama se levanta como un mar cóncavofrente a la altura del arco romano de Medinaceli. Hito (supone Mé lida) en la divisoria de los conventoscluniacensey cesaraugustano, pasa bajo el imperio de su triple puerta una calzadaderivadadela vía que va de 2 bletum a Cesaraugustay que terminaa pocosmetros de una insólita galería de arte. C Un puñado de artistas lbdos los caminos de España- -y de la pintura los contemporánea- pasanpor la elevadaMedinaceli, la OCilIS romano- celtibérica. Y a la consiguiente inipronta arábigo española de su nombreactual nada desautoriza la etimología poética de Ciudad del cielo, Medina diamantina que prefirió Gerardo Diego en su Soria sucedida. A centenary medio de kilómetros de Madrid (de cuyo circuito galeristico es ajeno) hoy es lugar de segunda residencia para un nuevo vecindario, del que forman parte un pu ñado de intelectuales y artistas. La galería Arco Ro- ABC Cultural 2- 2- 2002