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CULTURAL MADRID 31-12-1998 página 41
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CULTURAL MADRID 31-12-1998 página 41

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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ABC Cultural nónicas para los músicos de las orquestas que dirige. Kleiber aparece como algo nuevo, y en cuanto que nuevo, prototipo del director futuro, en el sentido de que tiene magia, duende, un demonio que lo engancha apenas comienza a dirigir y lo transporta a un mundo fogoso, de exaltación total, de fiebres devoradoras. Pero es un duende acostumbrado al estudio tecnológico avanzado. Y esto es lo que le distingue de los otros directores viscerales; una férrea disciplina planifica estos caminos febriles, y las fiebres se pueden sufrir sin producir daño alguno. Kleiber ha cuadrado el círculo de la visceralidad y la racionalidad. También en esto es único. Su arte del rubato es inimitable y con él jamás se destruye el tejido narrativo, porque nace de la lectura lógica y no de una reacción emotiva del último momento; asimismo habría que hablar de lo inexorable de todas sus intervenciones (que Kleiber es inexorable queda perfectamente ¡lustrado con la anécdota sobre la fallida grabación del Concierto Emperador, de Beethoven con Arturo Bene- Milagro en Canarias P KLEIBER aparece como prototipo del director futuro, en el sentido de que tiene magia, duende, un demonio que lo engancha apenas comienza a dirigir y lo transporta a un mundo fogoso, de exaltación total, de fiebres devoradoras detti- Michelangeli: para destacar las corcheas en staccato en el último cuarto del primer compás del tema principal, necesitó nada menos que dos días de ensayos) así como de su arte de la precisión, para el que Kleiber no emplea sólo la escritura y los signos dinámicos, sino que utiliza incluso el equilibrio tímbrico general. Tendríamos que remontarnos hasta Klemperer para encontrar tal peso en las maderas. Este magnífico músico, al que se podría calificar como el director vivo más importante, ha profesado muchas veces su odio por la dirección de orquesta, hasta el punto de que en cierta ocasión le confesó a Karajan: Dirijo sólo cuando tengo hambre Sin embargo, su aire absorto y despegado del mundo esconde una agudísima capacidad de intrigante y una preciosa estima de- su propio valor (a puerta cerrada, lucha encarnizadamente por sus derechos y honorarios) Hasta el momento, y con casi setenta años, no ha concedido al mundo más que una visión fugaz de su genio. Seguramente, uno de sus destellos mágicos resplandecerá próximamente para los afortunados espectadores canarios. 31 de diciembre de 1998 de Copenhague a las órdenes de Okko Kamu. Brahms, Nielsen, Chaikovski y el estoniano Arvo Párt en sus atriles. La obra de este último autor (1935) que lleva el poético título de Como anhela la cien a, es el segundo encargo de este año que sigue una buena costumbre instituida por el certamen. El primero ha sido encomendado al madrileño Cruz de Castro, que ha escrito una sinfonía bautizada Canarias y que aparece en una sesión de Leaper unida al Carmina burana, de Orff, cuyas complejidades rítmicas y contrastes dinámicos podrán ser perfectamente reproducidos por el ya habitual Orfeón Donostiarra. El capítulo de solistas es asimismo de nivel. Junto a los ya señalados, hemos de mencionar a dos pianistas: la portuguesa María Joao Pires en un recital Chopin- esperado con expectación tras sus últimas grabaciones- y Rosa Torres Pardo, en Noches en los jardines de España, de Falla, y a dos violinistas, el alemán Franz Peter Zimmermann- Concierto, de Beethoven- y el letón Gidon Kremer, que se presenta con un conjunto de cáDe Strauss hay que seguir hablando. El festival mara que lleva el curioso y casi humorístico título nos lo hace presente en el año en que se cumple de Kremerata Báltica y da dos conciertos tipo comedio siglo de su muerte. Directores de solvencia llage. Caso aparte es el del barítono germano acreditada- ya que no personalidades musicales Matthias Goerne, un digno heredero- con una voz de excepción- como el citado Bychkov, el elás- de notable intensidad lírica pero algo corta de votico Charles Dutoit, con su Sinfónica, de Montreal lumen, timbre y extensión- de los grandes liede- un conjunto de notable colorido- y la siempre ristas del pasado, Dieskau, que ha sido uno de artista Julia Varady para los Cuatro últimos Heder, sus mentores, entre ellos. En su canto matizado y el animado y emprendedor Adrián Le. aper, titular podrá seguirse una de las obras maestras de de la Filarmónica de Gran Canaria- en un pro- Schubert: Viaje de invierno. No menos importante grama de alto interés- la operita de Poulenc La es el acompañante pianístico: Alfred Brendel. voz humana, con la inglesa Felicity Lott, soprano algo mate pero de registros muy variados, dos ARTURO REVERTER piezas straussianas clásicas, Tiíl Eutenspiegel y la suite de H caballero de la rosa- se hacen cargo de los pentagramas del compositor alemán. La cosa no acaba aquí en lo que a formaciones sinfónicas se refiere. Anotemos, aparte la de la Orquesta de- la Radio Bávara al mando del caprichoso, exigente y genial Carlos Kleiber- de quien se habla en páginas vecinas y que no empuña una batuta desde hace más de un año- la presencia de una orquesta norteamericana, la fabulosa de Cleveland al mando del riguroso y adusto Christoph ven Dohnányl- La consagración de la Primavera, de Stravinski, y La Grande, de Schubert, entre otras piezas- y de dos nórdicas, la de la Radio Finlandesa, con el ascendente JukkaPekka Saraste- en sesiones de notable atractivo que incluyen el Oedipus Rex, de Stravinski y la Sinfonía número 4, de Nielsen- y la Filarmónica o c o a poco, el certamen canario va introduciendo novedades en una programación que empezó hace quince años con un espíritu más bien conservador y rara vez rompedor. Con independencia de las dudas que puedan derivarse de la existencia de una convocatoria de este tipo, que cuesta un dineral, lo cierto es que la oferta de esta decimoquinta edición es de un interés innegable. Se anuncian dos óperas en versión concertante, dos títulos señeros: La waikiria, de Wagner y Elektra, de Strauss. La primera, cuyos tres actos se desarrollarán en dos sesiones- ya se sabe que los conciertos se dan, salvo excepción, en Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria- es una buena prueba para Víctor Pablo, que tendrá a sus órdenes a la orquesta tinerfeña de la que es titular; la segunda estará al cuidado de la corajuda batuta de Semyon Bichkov y de la potente Orquesta de la Radio de Colonia y se escuchará en voces bien adiestradas: Polaski, Runkel, Brendel y Huffstodt, un reparto la mar de apañado para los tiempos que corren. Arriba a la derecha, María Joao Pires. Debajo, Yeflm Bronfrnan Carol Friedman 41

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