CULTURAL MADRID 03-12-1998 página 26

ABC Cultural De boca en boca IGNACIO RUIZ QUINTANO Zush Justo para el amor entro en el huerto Hay quien sostiene que de la vida en común llega a adquirirse hasta cierto parecido físico, pero, ante una mujer, los españoles aún nos las echamos de poner una cara tan interesante como la de los franceses ante una mesa o como la de los alemanes ante un concierto. ¿Con quién vivimos, entonces? l A I I A Ü S n l k B M S Si f E i n s i e r a ei ica cebre) d e i a L e g i é n i sr seiif ir i o s t e i e d i e i r i s s I s i m b i é i f ms wi esi su lieneia u fÁisgeies issreeiéjr pr seiit á r a ée? europeos tardaron siglos en salir. Los aristotelistas: el alma es transmitida con el semen. Los tomistas: el alma no es transmitida, sino creada. Los quisquillosos: si es el alma la que peca, y si el alma no es transmitida, sino creada, ¿cómo se puede heredar el pecado de Adán? Los ronaldistas: Nao sel. (Precedentes: los de los inquisidores que perseguían a las expertas en hechizos amatorios que lo usaban en recetas de la cocina mágica para hacer que quisieran bien a las sus amigas f M i ü i M t C i O N PiRBi A. I I M 0 gessersssiéni d e MSí pes itffls i i e a s f ie i3 d d e la amm ereyes d u e isss e sas i i s i p e r t a n f e s estafe p fuere f t a u r a is iiveif e s s n t o r a f L A cabra de la Legión en televisión. ¡Qué esbelta y renovada está la cumbrel En cualquier caso, durante la observación de la constelación Tucán, el telescopio espacial Hubble también ha obtenido una muestra de miles de nuevas galaxias situadas a una distancia de unos doce mil millones de años luz. ¡Tan bien! que está el cordero sobre la línea pura del otero paciendo sobre el cielo cabizbajo las cabizaltas flores. l jk SNTRAVÉB. i i í mimlsm y l i i i e r y iii íee li sii d e s t r o c a d i fMm é i s m u l e r o s P a u i tt rri 5 sey, smeasfm. D E M A N G A S 8 1 f U i U i B e n u n e i a i s u e x noviea p t ipropieirse y h a c e r m a i uss d e su s e m e n Noticia de Prensa. ÍCESE que el destino de los idealistas es conseguir aquello por lo cual han luchado en una forma tal que destruya sus ideales. El cineasta (y moralista) Paul Morrissey lo tiene claro: lo de Hillary, por lo que tiene de arquetipo, poniéndose en la piel del oficinista común: Si a Clinton le hacen un francés y Hillary no se enfada, no sé por qué hablas tú de que nos divorciemos. y lo del feminismo, por lo que tiene de contrasentido, poniéndose en plan pastor Bill McCartney, fundador de Promise Keepers, un movimiento de guardadores de promesas destinado a reflejar el descontento de los hombres ante los avances de las mujeres: Por culpa del feminismo- dice Morrissey- las chicas viven en una carrera continua intentando sacar tiempo para triunfar en el trabajo. Dado que el feminismo parece no ansiar ya tanto reducir los vicios de los hombres como hacer permisible entre las mujeres lo que siempre fue permisible entre los hombres, los holandeses, para quienes la tolerancia también puede constituir una industria, han decidido establecer empresas de alquiler de hombres de compañía para mujeres de negocios y muchos posibles. Los hombres verdaderos aman a Jesús reza la leyenda estampada en las camisetas de los guardadores de promesas. M IENTRAS Clinton intenta salir de su historia personal poniendo en marcha un servicio de adopción de niños por Internet, un ciudadano norteamericano trata de entrar en la historia nacional demandando a su ex novia por la apropiación y el uso indebidos de semen- pneuma, para el vulgo- que, según la denuncia, ella utilizó para quedarse embarazada. Como el demandante es un agente inmobiliario de la ciudad de Alburquerque (Nuevo México) todo el mundo entiende que estamos ante un ejemplo más de lo que puede dar de sí la técnica mercantil aplicada al derecho de los derechos, aunque el caso- el primer caso de la historia- es que, por causa del misticismo erótico de un vendedor de parcelas que rubenianamente pretende endiosar al semen- materia pensante, materia pleiteante- los jueces americanos pueden entrar en un jardín conceptual del que los teólogos L mayor paso de la humanidad fue, después del lenguaje, la cocina. Según Camba, la sumisión del perro- y la del hombre, añade uno- capaz de hacer toda suerte de bajezas para que le condimenten los alimentos, es un triunfo del arte culinario, que, al menos domésticamente, siempre estuvo en manos de las mujeres. Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito dice sor Juana Inés de la Cruz para decir que muchos secretos naturales ios había descubierto ella mientras guisaba en la cocina comunitaria. Para compensar tanta sumisión, el hombre se vio obligado a inventar el llamado cocido madrileño, que, como cualquier lector de La casa de Lúculo sabe, no es sino el truco de que se valieron los maridos españoles para entretener en casa a las mujeres hasta que éstas, cansadas, decidieron salir corriendo. La teoría de Laura Esquivel es que una salida tan radical de la casa ha creado graves deficiencias en el espíritu femenino, lo cual que, como mujer, no ha tenido más remedio que elaborar un tratado filosófico de cocina para rescatar lo que ella describe como ese espacio de intimidad y sensualidad que nos conecte de nuevo con el origen O sea, a Kant, para quien el conocimiento de la organización de la cocina suponía un auténtico honor para cualquier mujer, deleitando y aliviando al marido que, después de un día muy atareado, se sienta a la mesa cansado y sin fuerzas. 3 de diciembre de 1998 26