CULTURAL MADRID 10-07-1998 página 38

A B C de la música 10 de julio de 1998 NHUeiTEIMiS? E centraré hoy en el público que asiste a las salas macHeñas nnezciado con muchos de usted Ustedes mismos h rán padecicto muchas veces comportamiento de aquéllos a quienes me refiero y habrán criticado su conducta. En más de una crftica en el diario me he referido a algunos de los mates que caracterizan nueslra audiencia En- lasalashfónica del ditorio Nacional tenemos, según los ciclos, uno de los públicos rvés Puidosos de cuantos existen en Europa, tas toses supera el límite normd de enfermos y oí onales. En cada pausa suena i n trueno de tosesacumu- iadas. Peor es cuando vienen a machacar el pianfsimo más delicado, el momento de mayor tensión; d 6 una interpretación. Los íeléfono s móviles han reailtado una especie de imposible exención. Me gustaría que un día, desde el podio, un director de renombre parase una escena junto ai arroyo beethoveniárta, se volviera a la sata y contestase: ¿pígame? A él se añade ah xa o o públic el de los estrenos del Teatro Real. Ése del que García Navarro armaba que le nx) tesía aplaudir B otro d a su coinport níento con Monteerrat Caballé fue inadmisible. Acababa yo de estar en un recital de la insigne soprano en Munich. La ovación a su entrada al escenario duró cinco minutos. Lo mismo se repite en cualquier parte del mundo ante una de las mayores cantantes del siglo. En Madrid apenas unos tibios aplausos. Cierto es que su Canción del sauce de Otello no sonó como hace venticinco años en el Liceo, pero les asegiffo que el 99 por ciento de los que estaban allí no: volverán a escuchar en su vida una interpretación superior. La gran mayoría no se dio cuenta, se limitó ae deriortzar un murmullo de satis- fación- iay, esto, sí que es lo que nos gusta! -cuando inmediatamente a continuación sonó el preludio de La revol- tosa y, a su final, sonaron hasta bravos. El suceso muestra a las- claras el público más social que i o n a d o de estos estrenos. Su desconocimiento musical es tan grande, su inseguridad tan patente, que tenrten aplaudir porno mostrar al ve: cino su grado de satisfacción. ¿Mostraré ser un ignorante si aplaudo aquí? Y, claro, las teses son sólo una típica reac. pión ante el aburrimiento que corroe por dentro. De ahí las alegrías ante músicas revdtosas Nuestro público se va pareciendo cada día más ál internactonal. A ése cpje acude a un teatro media docena de veces en una vida. Es ley de vida y única forma de Henar salas a diarfo. Lo que pasa es que en España este público aún no está edu- cado. Será cuestión de preparar un manual. Afortunadaneníe nos queda el de la sala de cámara del Audtorb. Gonzalo ALONSO 38 DE VIVA VOZ M fflffl MUCHOS DIRECTORES FRACASAN PORQUE NO OOSIFIGAN EL TRABAJO EN LOS ENSAYOS E L maestro italiano Gianandrea Noseda será uno de los protagonistas del XII Festival de Perelada. Además de dirigir a la Orquesta de Cadaqués en un concierto con Pepe Romero, asumirá la responsabilidad musical de La flauta mágica de Mozart, en montaje de Lindsay Kemp. Noseda se ha convertido en figura habitual del panorama español tras ganar el Concurso de Dirección de Orquesta de Cadaqués ante un jurado presidido por Gennady Rozhdestvensky. Ha trabajado en gran parte de nuestros auditorios, incluido el Real, y estuvo a punto de ser titular de la Orquesta de Valencia. Aunque sólo tiene 34 años, ha sido nombrado por Gergiev su segundo en el Kirov como responsable del repertorio italiano, con un contrato que le liga a San Petersburgo tres meses al año. Ha grabado el último disco de arias de Andrea Bocelli. encargo, no estás en disposición de decir que no. Tienes que preparar las obras con rapidez, lo que genera un ritmo estresante. En mi caso, no hago ascos a los distintos repertorios, ya que siempre se puede sacar algo útil. En un vals de Strauss puede haber una gran lección de música. La colaboración con orquestas de distintas características ayuda en tu desarrollo. No es lo mismo hacer un concierto con la JONDE, con la que disfrutas de muchos ensayos, que con la BBC, que a lo mejor sólo te brinda tres. Muchos directores fracasan porque no saben dosificar el trabajo en los ensayos, uno de los secretos de este mundillo. ¿Cuáles son Ios- directores de referencia para su generación? -Después de los Karajan y Solti, que ya murieron, y Giulini, que apenas dirige, tenemos un cierto vacío. Con la excepción de Carlos Kleiber y, quizá, de Abbado, los demás no cuentan con el carisma de los anteriores. Por ejemplo, Saviíallisch es un excelente maestro, pero no es un Karajan. Es mucho más interesante la generación siguiente, con nombres como Gergiev, Chailly o Rattie, que nos sirven de ejemplo por su forma de trabajar, mucho más dosificada. -Una pregunta maliciosa. ¿Cómo fue la grabación del disco con Bocelli? ¡Una buena experiencia! (Riéndose) Para un director joven, hacer un disco con una compañía tan importante como Philips y una orquesta como la del Maggio Musicale no es nada fácil. El encuentro con Andrea fue muy positivo. Luis G. IBERNI -Desde que ganó el Concurso de Cadaqués, España se ha convertido en uno de los vértices de su carrera. -Al ganar Cadaqués, las orquestas españolas asociadas al Concurso te contratan, lo que es mucho mejor que un suculento premio en metálico. Para un joven director, ponerse al frente de distintas formaciones es la mejor recompensa, de ahí que este Concurso se haya situado en primera línea en Europa. -Usted, a pesar de su juventud, tiene ya una gestualidad muy apreciada. ¿Qué papel le concede a la técnica en la dirección de orquesta? -Aunque pueda parecer un tópico, lo primero es el músico. La técnica de la dirección es muy sencilla. Con un buen sentido rítmico cualquiera puede marcar. Hasta un niño sabe hacerlo. Eso no quiere decir que no sea útil, que lo es, porque las orquestas cada vez cuentan con menos ensayos. Mucho más complejo es el trato con los músicos, que requiere psicología. Para un joven director, el encuentro con varias decenas de profesores que conocen muy bien lo que van a tocar es un shock hasta el punto de que muchos no lo llevan bien. Hay que mostrar la capacidad de comunicar y lo claras que tienes las cosas. Si en un ensayo interrumpes a la orquesta, ésta espera que le digas la razón; de lo contrario, te pierde el respeto. -Los directores jóvenes generan muchas susceptibilidades en las orquestas. ¿No ha tenido la impresión de sentirse en un foso rodeado de fieras? -No, porque nunca debes enfrentarte a la orquesta haciendo ostentación de que tú eres el que manda. Si la orquesta siente esto, se rebela. Si tú respetas a una orquesta, éstate respeta a ti. -Los maestros jóvenes, para dotarse de un repertorio, tienen que trabajar muy deprisa. -Nuestra situación no es fácil, ya que, cuando te sale un