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CULTURAL MADRID 12-06-1998 página 52
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CULTURAL MADRID 12-06-1998 página 52

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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A B C de la música 12 dejumodel 998 DISCOS Alkan. Obra completa para piano y orquesta. Dmitri Feofanov (piano) Orquesta Sinfónica Razumovsky. Dir. R. Stankovsi i. Naxos 8.5533702. DDD. J. S. Bach: Cantatas para contralto (BWV 35,54 y 170) A. Scholl (contratenor) Orq. del Colleglum Vocale. Dir: Ph. Herreweghe. GD. HMC 901644. HM France. George Gershwin: We got rythm Un cancionero de Gershwin André Previn (piano) David Rnck (contrabajo) CD. DG. 453 493- 2 Brahms: Sinfonías 1- 4 Obertura Académica Variaciones Haydn Scottish Chamber Orchestra. Sir Charles Mackerras. Telare 80450. 3 CD. DDD. A carrera del Charlesde L Valentín Alkanfrancésoriginal un CADA discoideaAndreas Scholl (1813- 1888) es un nuevo acierto. Ha sido pianista formidable y un una excelente reunir en un creador para piano, no llegó a tegj ner el fulgor de la de alguno de sus colegas. Su música permaneció en el olvido hasta que la empezó a sacar a la luz el pianista norteamericano Raymond Lewenthal (19261988) que hizo un caballo de batalla del impresionante Concierto para plano una extensa partitura para piano solo en tres movimientos, incluidos, con los números 8 al 10, en su serie de 12 Estudios op. 39 de 1857. La novedad de este disco es el arreglo orquestal del primer movimiento de esa obra Estudio nú Tiero 8 Se recoge el trabajo, realizado en 1872 y retocado en 1902 por Karl Klindw orth, que contaba con la anuencia del propio autor. En realidad era una especie de recomposición que mantenía las constantes originales y, con notables cortes, eso sí, adaptaba la partitura, de raíz fuertemente sinfónica, a las dimensiones de un Allegro de concierto, similar a los que podían haber escrito en su momento Chopin o üszt. Y es precisamente a estos dos autores a quienes más pueden recordar estos pentagramas, llenos de fuerza y de notable riqueza temática y estructural, plagados de exigentes dificultades para el solista, que aquí resuelve con soltura y con un sonido brillante y expresivo Feofanov, discípulo de Lewenthal, bien cortejado por orquesta y director. Uno y otros interpretan con parecido acierto los tres más modestos, banales y juveniles Concerti da camera éstos sí compuestos directamente para piano y orquesta. El primero revela una clara influencia beethoveniana y es rematado por un excitante Rondó a la escocesa. Los otros dos sue x ían mucho a Chopin y a Weber. Arturo REVERTER 52 no tanto la NA interpretación que se preHACEuna habilidadimprovisación Usenta conoriginal de Meininera al alcance de el reclamo de acocualquiera que quisiera llevar con gerse al estilo dignidad el nombre de músico. Hoy, la improvisación, como el buitre leonado, sobrevive en reservas. El jazz es una. Allí encontramos ciertas especies del género improvisador. Dice Rnck, el contrabajista de este disco: Las piezas de Gershwin se atienen a las formas clásicas, AABA o ABAB, suelen moverse en torno a centros tonales y están hechas de frases musicales sensatas. Por todo ello, esta música resulta especialmente apropiada para las improvisaciones jazzísticas A un improvisador de jazz, Gershwin le tranquiliza. A un improvisador darmstadiano (a especies diferentes, zoos diferentes) Gershwin le impacienta. La improvisación es siempre una ventana de orear músicas y nos recuerda- porque a veces se olvida- que la experiencia musical, hacer música u oírla, es un placer antes que ninguna otra cosa. De eso, este disco es eficaz recordatorio. Dos músicos amigos se sientan y se ponen a jugar con unas cuantas canciones de Gershwin. Los ingenieros de DG graban la sesión. El placer de hacer música. El contrabajista Finck está ocurrente, del piano de Previn salen sorpresas y alguna hermosa pedantería- en una reunión de músicos, los clásicos somos siempre los pedantes- y el sello amarillo celebra atinadísimamente el centenario de Gershwin. -Alvaro GUIBERT gen, una ciudad a la que el compositor hamburgués estuvo muy ligado y en la que estrenó la partitura número 4 Este acercamiento no posee, sin embargo, por ello un absoluto rigor histórico, ya que, como reconoce el mismo Mackerras y firma Robert Pascall, recogiendo palabras de la planista Fanny Davies, coetánea de! compositor, el estilo de interpretación de Brahms era libre y muy expansivo... lo que se aplica no solamente al matiz, sino también al ritmo Escuchamos en estas grabaciones a una orquesta constituida por unos cincuenta instrumentistas, como la de Meiningen. Pero no delDe olvidarse que frecuentemente estas sinfonías se tocaban en Viena y que en concreto dos de ellas, la 2 y la 3 se estrenaron allí por la Filarmónica, un conjunto similar a los actuales. Mackerras emplea sistemáticamente arcos incisivos y enfoca el discurrir musical bajo la óptica del staccato Desentraña con habilidad las complejas texturas y hace oír casi todo con claridad, con un impulso rítmico innegable y unos tempi más bien ligeros. La sonoridad es muchas veces soleada, poco brumosa en tal sentido y un punto áspera en los tutti Todo ello nos hace perder de vista- como sucedía en parte en las experiencias de Norrington- no poco del intenso lirismo que embarga por lo general a esta música, que a veces es expuesta con escasa emotividad. Por ejemplo: comienzo danzable del desarrollo del primer movimiento de la Sinfonía n 3 cortedad expresiva del segundo tema del Andante de la n- 4 El álbum, bien grabado, contiene un cuarto CD con una extensa entrevista, con ejemplos musicales, a Mackerras. -A. R. solo registro las maravillosas cantatas BWV 35, 54 y 170, dedicadas a la voz de contralto a solo. Son tres obras bellísimas en las que Scholl hace una verdadera exhibición de su talento absolutamente extraordinario. La voz de este joven contratenor alemán es de una belleza difícil de describir: su timbre sedoso, aterciopelado, que ni se endurece en el agudo, ni pierde el centro en el grave, ni se desequilibra de una tesitura a otra, posee algo que resulta conmovedor por sí mismo. Pero además de un gran cantante es Scholl un gran artista, un artista trascendente con muchas cosas que decir. Su Bach es unas veces claro, sereno y apacible; otras apasionado e incisivo; a veces sombrío y tortuoso; en ocasiones exultante y luminoso. Pero todo ello dentro de la seriedad y profundidad que la música de Bach siempre requiere. Y es que Andreas Scholl no sólo sabe darle sentido a la música, sino también al texto. Las tres cantatas constituyen algo así como un campo de minas, a causa de su enorme dificultad vocal e interpretativa, capaz de poner a prueba la técnica y el talento de cualquier cantante. Scholl dicta una formidable lección de principio a fin, haciendo gala de una madurez impropia de sus años. A su lado el gran bachiano que es Philippe Herreweghe logra una interpretación de una vivacidad, una fuerza y una inspiración ejemplares. Un disco formidable en el que la música de Bach se aparece con una riqueza de claroscuros y con una diversidad de emociones a la que estamos poco acostumbrados- Alvaro MARÍAS De referencia Bueno Aceptable Discreto Mediocre

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