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CULTURAL MADRID 12-06-1998 página 40
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CULTURAL MADRID 12-06-1998 página 40

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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A B C de las artes 12 dejuniodel 998 AinVRRETIUini DE GARCÍA- ALIX lia, los médicos. No me iban a comprender. Porque un problema de la fotografía es, como decía antes, ¡a intención. Todos sospechian de la intención del fotógrafo, yo también lo hago. Llevarse una cámara a la cara es siempre sospeclioso. ¿Cuál es su foto soñada? ¿Hay alguna en particular que querría hacer? -No, esas cosas para mí no existen. Tengo motos soñadas, o mujeres, pero fotos soñadas, no. Sí que querría mejorar, estar más despierto, ser más brillante. Pero si sabes qué foto quieres hacer, entonces, amigo, ponte a hacerla. -Desde que empezó a hacer fotos hasta ahora, su mundo de motos y tatuajes ha pasado de ser algo de minorías, casi de secta, a formar parte de la cultura diaria. ¿Se siente satisfecho de esa aceptación? -Lo odio. Te voy a decir lo que me parece: en el depósito de mi Harley he puesto una plaquita de Mobilette. Que todo se compre y iodo se venda, y nada sea de verdad, me ofende. Hay un anuncio de una colonia Harley Davidson, que dice que es el aroma de la libertad. ¿Qué pasa, que la libertad es una colonia o qué? Con los tatuajes es otra cosa. Antes costaban mucho dinero, y ahora cuestan menos, y eso me parece bien. La gente que se tatúa por moda me da pena. Toda la vida llevando esa condena. Para mí un tatuaje no tiene sentido meramente ornamental. Para mí es una redención. Uno de mis tatuajes dice; Vida loca que es la que he tenido. Otro dice: Don t follow me. l m lost No me sigas. Estoy perdido y lo pienso. La mejor definición de tatuaje que he oído es de una película que se llama La bandera sobre una novela de Mac Orlan. Hay un hombre en la Legión que se está tatuando la cara, dibujándose una calavera. Y sus compañeros le dicen que está loco, que por qué lo hace. Y él contesta: Así, si me da morriña, no volveré a casa Con una calavera en la cara uno no va a ver a su madre, o a una novia que tuvo, a ver si le vuelve a querer. grafo con mucho talento y que se mató en moto. Un día apareció y me dijo que siempre había querido ser como yo. Ahora vendrá Urraco, que es un chaval que me ha dicho que él había crecido con la foto de Elena Mar en la pared de su cuarto. Él no miraba ia foto, claro, miraba a la chica, pero esa forma de encuadrar el plano le marcó, y el día en que se echó una cámara a la cara, lo hizo con esa idea clara. Me siento orgulloso de que yo haya podido dar algo a alguien, no por mí, por la vida. Yo me he inventado mi vida. Quién me iba a decir a mí: Ven, Alberto, confío en ti Nadie. El Canto de ia Tripulación me lo tuve que inventar, porque nadie me iba a regalar una revista. Me inventé un equipo de carreras, y ganó el Campeonato de España. -Parece que su divisa podría ser: Yo me atrevo -Me atrevo a esas cosas, a otras no. Yo creo que el gran coraje es amar. Lo demás son, digamos, diversiones. ¿Cómo se siente ante ese fenómeno de la gente que quiere ser como usted? -Yo creo que están locos si dicen eso. Pero también sé que yo he copiado a otros. Me hice rockero porque había rockeros. Lo copias, pero lo llevas en el alma. Si quieres algo, y te atreves, a por ello. Pero hacerlo sólo porque puedes comprarlo, y es por cuatro días, eso me da pena. ¡Cuando hay gente a la que eso le haría tan feliz... Las cosas no deberían ser de quien las posee, sino de quien las ama lo suficiente. -En una ocasión leí que decía que para usted un artista es el que regala, que es una definición bastante insólita en los tiempos que corren. -No sólo es una definición del artista, es algo más, es una manera de ser. Tengo conciencia de que regalar es maravilloso. No hablo de cosas materiales, hablo de dar vida a la vida. La gente que no da nada, no me gusta nada. ¿Y qué puede regalar un hombre como yo, que no tiene nada? Pues una foto. Aun- Nicotina de 1982 que también las vendo, para vivir, para comprar obras de arte, porque me gusta estar rodeado de cosas bellas. podía ir matizándolo hasta dar con la misma luz, y que me reconocía en aquella foto. Ahí me quedé atrapado. También hacía fotos porque tenía la impresión de que aquello nunca lo volvería a ver, que mi juventud se acababa. Siempre he fotografiado lo que me rodeaba, y no por dinero, ni por creatividad, sino por magia. ¿Cuál es su cultura fotográfica? -He tenido siempre muy poca. En mi casa había mucho interés por el arte y la literatura, pero la fotografía no existía. Empecé a hacer fotos sin ninguna cultura fotográfica, de lo cual me arrepiento. Un rockero como yo, con la vida que llevaba entonces, estaba muy lejos de todo eso. Y la magia de los encuentros no me puso delante a un fotógrafo de prensa que me hubiera podido decir: Tienes que hacer esto y esto Me encontré con otros tipos. La única persona que conocía que hacía fotos era Ouka Lele, y luego Pablo Pérez Mínguez. Pero no me interesaban por sus fotos, me interesaba el personaje. Empecé a tener conciencia de lo importante que era conocer a otros fotógrafos en una exposición de August Sander, un fotógrafo alemán que retrata la Atrapar lo nunca visto -Hay gente que piensa que al fotografiar se roba algo al fotografiado. -Robas, sí, pero también das. Si ia foto es buena, estás dando. Estás dando a la persona una posibilidad de que se conozca mejor. ¿Qué le empujó a hacer sus primeras fotografías? -Una casualidad. En casa de un amigo que tenía un laboratorio, en el setenta y seis, empecé un día a revelar fotos, y vi flotando en el líquido lo que había visto antes con mis ojos, y me di cuenta de que Artista es el que da ¿Cree que ha creado una cierta escuela? -Lo más importante para mí es saber que mis fotos significan algo para los demás. Conocí a un chico de Murcia, Yiyo, que era un fotó 40 JTARA mi un tatuaje no tiene sentido meramente ornamental. Es una redención. Uno de mis tatuajes dice: Vida loca que es la que he tenido. Otro dice: Don tfollow me. l m lost No me sigas. Estoy perdido y lo pienso

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