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CULTURAL MADRID 05-06-1998 página 28
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CULTURAL MADRID 05-06-1998 página 28

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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A B C literario 5 de junio de 1998 Ensayo Artículos Poesía e imagen en las vanguardias hispánicas Antonio Monegal Tecnos. Madrid, 1998. 259 páginas, 2.500 pesetas A imagen como producto visual y verDalí- Buñuel y su común insistencia en el hebal a la vez, la imagen de la pintura, cho poético; compara las metáforas lineales del cine y de la poesía contempladas y el repudio de la metáfora analógica del prien su común intertextualidad y en su preciso mero con la subversión de la ¡conicidad veroprisma de significativas diferencias es el obsímil de los dos últimos; y establece la relajeto de este libro raro por su rigor y rico por su ción existente entre fragmentación, desconcaudal, en el que el lector disfruta con la contextuaJización y recombinación y las operacatenada presentación de ías ¡deas y el conticlones de montaje. Contrapone la escritura de nuo diálogo entre el arte y la realidad. Antonio Picasso y la de Dalí y las somete a un minuMonegal aborda el problema de la mimesis y cioso análisis filológico que ilumina sus difesus implicaciones epistemológicas; esboza el rencias y explica sus mecanismos de dicción. de la representación y su teoría semiótica; y Miró, Duchamp, Mondhan y Rothko reciben fija las bases de una interesante, necesaria y oportuno tratamiento y atención: sobre todo, feraz comparación inter- artística Pasa reel primero, que sirve a Monegal para seguir el vista a la ilusión del signo natural de Krieger, diálogo que se establece entre el código litea los eikones de los dos Filóstratos, a las inrario y el código pictórico y la colisión que se capacidades del lenguaje y a la ékfrasis enproduce entre los dos. Miró traducido por tendida, al modo de Hefferman, como la reJunoy, por Alberti y por Brossa en un juego de presentación verbal de la representación vi ñame dropping acróstico permite ver cómo sual El autor explica que, en el arte condeterminadas prácticas poéticas participan temporáneo, el significante llega a interferir y en una economía del intercambio que saca suplantar el proceso de representación y partido a los recursos propios firmando pagaafirma que la realidad es un sistema de acrés con nombre ajeno Distinta es- y Moneceso restringido Para Monegal, el signo es gal así la trata- la transfiguración de Paz y el la tumba del objeto y la imagen, la versión comercio entre la mirada y la palabra. utópica de la verdad Valente y su concepto del espacio intersticial Ullán, Gimferrer, Sánchez Robayna, TaSu alusión a la elegía es acertada en algupies, Zóbel y María Zambrano aparecen aquí nos puntos, pero le falta historia para ser conen unas aguas en las que flotan también Klee, vincente. No así en cambio su interpretación Radon, Wols, Sarduy, Pizarnik y Rothko. El de El Cristo de Velázquez de Unamuno poema- objeto obliga a Monegal a volver sobre- poema sobre un cuadro, y ante un cuaBrossa, y el museo y el cine, vistos como predro, más que sobre Cristo que le permite texto e intertexto, le llevan a navegar por los concluir que la relación interartístlca puede novísimos y a ver en ellos tanto la épica de la considerarse una variante de la intertextualiexperiencia cotidiana -que es el ir al cinedad Una oportuna cita de Longino le hace como la práctica de la hipotiposis, la mezcla desembocar en dos versiones del cubismo lide culturas, el juego de conjuros en Martínez terario- la de Reverdy y la de Apoilinaire- y en Sarrión y Vázquez Montalbán y la huella de la la teoría del último horizonte de Huidobro. elipsis de Eisenstein en Gimferrer. Subraya el componente visual del creacionismo y la doble mimesis que en él se pone en Monegal ha escrito un libro documentado y práctica. Compara esto con la explicación que brillante que da la medida de lo que su autor del caligrama da Foucault, y analiza muy bien es: un inteligente estudioso. la inversión gráfica que, en el poema Estanque hace Larrea. Estudia el triángulo LorcaJaime SILES rpo deGamoneda los símbolos Antonio Libertarias. Madrid, 1998 233 páginas, 1.500 pesetas 0 U É le ocurre a la actual crítica literaj f ria española para que no se haya 5 prestado la debida atención a un libro como este? En él hay lo que tiene que haber: las mejores pautas para la comprensión del mundo poético, e incluso vital, de Antonio Gamoneda. Y si Gamoneda es, junto a Claudio Rodríguez, uno de nuestros máximos poetas vivos, si su palabra ha servido para la renovación de nuestra poesía, agostada una parte de ella en el superficialismo: ¿qué ha hecho posible este silencio? Como una poética tanto como unos fragmentos de su autobiografía se pueden entender los artículos reunidos en el libro, y esto porque en nuestro autor la vida toma siemipre la misma música y la misma fuerza dramática de uno de sus poemas. Y si la vida le ha llevado a construir las ruinas desde su provincia, si se ha visto marcada por el sufrimiento íntimo y civil, por una amenaza constante de la muerte, también su poesía, las palabras que ella convoca, se ha tenido que escribir desde una complejidad de sentido, desde una tensión lingüística que lo acercan a los grandes desgarrados de nuestro siglo. Como uno de ellos, Gamoneda ha expresado su propia desgracia, sus horas de miedo contemplando la intemperie, creando un lenguaje poético nuevo que no se detiene en los géneros literarios establecidos, sino que los asume como pérdida, que crea su tragedia no reflejando la realidad sino construyéndola en el poema. A él hay que agradecer el que haya llevado su poesía a una aventura radical: la de la expresión del mundo de la vejez, de la decrepitud física, del abandono progresivo de la conciencia de la vida. Un camino que en esto comparte con Joan Vinyoli, pero que en Gamoneda adquiere un sentido más desarraigado, más terrible y desalentador. Desde esa poética de los sufrimientos últimos y de la vejez es desde donde hay que leer lo mejor de su obra, y es lo que le da validez a su aventura poética, que nos cautiva porque aporta una complejidad mental que ni siquiera vislumbran muchos de sus contemporáneos. La riqueza mental la da su enfoque del proceso creativo como medio de conocimiento, como medio por el que las palabras ensanchan el sentido de lo real y se convierten en símbolos de sí mismas. Pero junto con esto lo que Gamoneda expresa es un universo sentimental profundamente dramático, una aventura del pensamiento de un hombre por asumir sus límites, su propia contingencia. La poesía se hace con palabras pero también con ideas, y si de Gamoneda se hace una lectura excesivamente formalista estamos amputando parte de los más genuino de su mundo. Todo esto pues es un diálogo al que invita el libro. Incluso a trazar el recorrido de su biografía: su niñez y juventud en la sórdida postguerra provinciana, las primeras lecturas y la aparición de la poesía, los amigos que fueron devorados por el tiempo... Y lo que este libro encierra de sencillez, de confesión se lee desde la autenticidad, lo que él tiene de llaneza lo tiene también de sabiduría. La sabiduría de unas pocas convicciones, como él las llama, que iluminan el acto de escribir poesía hoy. Diego DONCEL L FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

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