CULTURAL MADRID 17-04-1998 página 34

A B C de las artes 17 de abril de 1998 EL DESAFÍO BE KITBJ motivo y argumentación central de su labor durante los años ochenta, tanto en el ciclo dedicado a un sosias de las experiencias que podría haber vivido, Joe Singar como en el que en referencia a la Germania soñada por los alemanes, ha alcanzado la culminación de lo que Ulrich Krempel describe como el arte en cuanto historia escrita inconsciente por último, y más acentuadamente en los últimos años, los acontecimientos ligados a su vida familiar. Todo ello en una concepción de la imagen pintada en la que, el crédito e influjo de su formación en el Courtauld Institute, con Gombrich, Warburg y sus discípulos, lo han orientado hacia composiciones tan complejas y alegóricas como las de los maestros de la gran pintura figurativa clásica. Iconológicamente se empareja con Giotto, Ticiano, Rembrandt o Goya. Su factura, sin embargo, es contemporánea de su tiempo, cuando no lo anticipa, Degas y Manet, en lo remoto; Cezanne- véanse, sus singulares bañistas, de ios años setenta y, también, de tos noventa- Picasso y Matisse, y también Schiele. Sus superficies de los setenta tienen la textura del pastel, técnica que, posteriormente, ha depurado hasta proporcionarnos algunos de los mejores y más inquietantes dibujos del siglo. Hay en su pintura algo de frágil y polvoriento, que conjuga, sin em- bargo, la mayor delicadeza cromática y las mezclas más arriesgadas. Si, ciertamente, Kitaj se ha basado en la gran tradición histórica de la pintura, y en sus nombres principales, no es menos cierto que se ha servido, también, y ampliamente, de la imagen popular, de los grabados impresos en ios siglos XVIll y XIX, incluidos los sarcásticos y caricaturescos; una fuente documental a la que no han sido ajenos, nunca o casi nunca, los grandes maestros. Ello es quizá apreciable en su polémico El crítico criminal asesinado por su viudo, incluso una feroz respuesta a las vengativas críticas de la prensa inglesa a su muestra de la Tate Gallery de 1994, a las que el pintor imputa el derrame cerebral que puso fin a la vida de su esposa Sandra. La galería Marlborough ofrece estos días una selección de su obra gráfica y cuatro espléndidos desnudos recientes, sobre papel. Mariano NAVARRO 34 mm MiMm Gatería Marlborough OrSIa, 6. Madrid HastaelWdeaÉiril Dé iSS. ObO a 750.000 pesetas OMO contrapunto a ia exposición de Kitaj en et Reina Sofía, Marlborough presenta una excelente muestra de obra gráfica de) mismo artista: veintttantas piezas, entre serigrafías, tiíografías y aguafuertes. Las serigrafías, desde 1964 a 1975, son coüages de textos impresos e imágenes fotográficas, organizados en una cuadrícula de colores píanos, a veces emulando et diseño publicitario. Son productos de una sensibilidad pop pero. refinada y matizada. A veces reúnen el rigor forma! y fa gracia narrativa: así sucede en La bailarina roja de Moscú The red dancer of Moscov 1974) una de las estampas preferidas del artista. Esta imagen, explica Kitaj, es como un edificio de una vieja ciudad europea, cuyo interior atisbamos por puertas y ventanas. En el centro, como soporte de la estructura y protagonista de la historia, la bailarina rusa adorada y deseada, que lleva una simple bolsa de papel a modo de tutu. Por otros huecos de ia fachada asoman portadas de libros, fo togramas de viejas películas o difbujos del propio Kitaj. Después- de iáé serigrafías- irónicas, fesíivas- tres autorretratos al aguafuerte 1983) señalan un giro Hacía lo íntimo. Esta nueva orientación se hará más evidente, después de 1989, cuándo Kitaj sufre un ataque cardiaco, que le sume en la depresión y- en 1 a crisis creativa. Desde entonces domina en sus grabados una marcada tendencia expresionista, ya sea con él trazó seco de My mother 1 y if aguafuertes, 1991) ya sea con eí trazo graso de los cuatro Retratos bíbifcos (tttogíaftas, 19911994) Estos cuatro caracteres del Antiguo Testamento- Sara, Rebeca, Lia. Abraham- revelan e! compromiso del artista con el judaismo, avivado en tos útti- C La bailarina roja de Moscú (i 01,6 x 74,9) mos años a través de las ense- de muy diversos artistas, donde ñanzas del rabino Adin Stein- se encuentran seis grandes disattz. En eilos alcanza Kitaj lo bujos ai carboncillo de Kitaj. más hondo de su inspiración Cinco dé ellos son poderosos artística, donde se advierte ia desnudos femeninos. El titulado huella de Beckmann y, más Redención a través del peallá, una afinidad q. ue no es cado (1990 a 1993) combina el humor y ó alegórico: sobre una cama que se hunde y ante un efebo con cigarrillo, un gran) Las serigrafías, desnudo recostado que evoca a ta Leda dé Miguel Ángel desde 1964 a 1975, y la vezodalisca de Matisse. Deuna son coüages de bajo de sus líneas podemos descifrai- ios trazos borrados textos impresos e de! mismo desnudo e. n otra postura; e! dibujo de Kitáj frehuíí genes cuenta cada vez más estos fotográficas, efectos de palimpsesto. tos otros desnudos son ofga n iza dos en únd opuleritas, tendidas ode tíbicas sentadas cuadricula de ante nosotros, a veces con las piernas abiertas y el sexo visicolores píanosla bfe, ídolos que atrapan a! espectador, como ia Otympia veces emulancbel de Manet o como ia maja de diseño publicitario Goya; precisamente en ei dibujo titulado La maja vasca sólo temática con Rembratidt. Pero esta profundidad expre- (Idoia) (1996) el espléndido siva es sólo un aspecto de la cuerpo inciái póra eri su coscreación reciente de Kitaj. Én ia tado ei rostro de uft vp iir misma galería Mariborough hay GuíUermó SOLANA otra exposición, Sobre papel