Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 13-03-1998 página 58
CULTURAL MADRID 13-03-1998 página 58
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 13-03-1998 página 58

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página58
Más información

Descripción

A B C de la ciencia 13 de marzo de 1998 Caleidoscopio COMUNICACIÓN INTRACELULAR Hormonas, neurontransmisores, quimioquinas, mediadores locales (autocoides) y estímulos sensoriales ejercen sus efectos sobre las células a través de su interacción con receptores específicos acoplados a proteínas G (pGs) Se conocen más de mil receptores de la clase mencionada ceptores de trombina, de tromboxano, de angiotensina y de bradiquinina, pudiendo estar involucradas en ia regulación del intercambio Na H- iy en la activación de los canales de Ca 2- i- dependientes del voLaje. La ausencia de G 13 impide una angiogénesis correcta y bloquea el desarrollo de un sistema vascular organizado. Por su parte, una vez que G alfa- GTP se ha disociado de G beta- gamma, el heterodímero beta- gamma libre es un activador de un número indeterminado de proteínas; entre ellas, la PLC beta y la AC. También recluta a la quinasa del receptor beta- adrenérgico (AR beta) en la membrana, donde fosforila el AR beta inactivándolo. G beta gamma activa, de manera directa, ciertos canales de K, Na y Ga dependientes de pGs, fosfatidiiinositol 3- quinasa y qui nasas activadas por feromonas. Se conoce que varios receptores pueden converger en una pG, y que un receptor puede activar varias pGs y, con ello, modular una multitud de señales intraceiulares. La conclusión de la señal depende de la actividad GTPásica de la subunidad G alfa; la hidrólisis de GTP a GDP facilita la disociación de G alfa de los efectores y su reasociación con G beta gamma. La lentitud de la actividad GTPásica intrínseca de G alfa está regulada por proteínas activadoras de GTPasa (GAPs) Las GAPs se reconocieron, inicialmente, como GTPasas de bajo peso molecular; en la actualidad, un grupo de GAPs, denominado reguiadores de la señalización inducida por pGs (proteínas RGSs) ha tomado protagonismo. En mamíferos, se conocen 19 genes que codifican el dominio RGS. Las proteínas RGSs inhiben ia disociación de la GDP, bloquean ia activación de las pGs o estimulan la actividad GTP básica, facilia tando la desactivación de las pGs. ANTE LAS effftS VÍRICAS MOIANTES L A aparición de nuevos agentes antlvi rales en el arsenal terapéutico y ia combinación de varias drogas podrían ofrecer una respuesta adecuada a uno de los problemas que dificultan el tratamiento de aquellas personas Infectadas con los virus B y C de la inepatitis: la aparición de cepas víricas mutantes, que favorecen la reactivación de ia infección una vez que se ha suspendido la medicación. Las estadísticas arrojan el dato de que más del 70 por ciento de los pacientes infectados por el virus 8 desarrolla, a lo largo de la enfermedad, cepas mutantes delvírus. El virus C es aún más susceptible de alteraciones en su material genético. Investigadofes y clínicos de diversos centros hospitalarios han participado en una jornada científica, celebrada en Madrid, para estudiar los avances en hepatitis víricas, Organizada por la Asociación española para el estudio del hígado. Una vez más se ha puesto de relieve que las estrategias para el tratamiento de la hepatitis crónica producida por e! virus C se sustenta en un conocimiento profundo de la historia de esta- enfermedad y de tos factores implicados en su progresión y de los determinantes de ¡a respuesta del tratamiento. Este mejor conocimiento permitirá a los especialistas precisar las indicaciones del tratamiento de esta patología con rnterferón y rivabirlna, según el doctor Joaquín Berenguer Lapuerta, jefe del Servicio de Hepatogastroenterología del hospital valenciano La Fé y presidente de la citada Asociación. En este contexto, añade, la droga que ha mostrado mayor eficacia es el interferón alfa, a cuya terapia responde, aproximadamente, el 25 por ciento de estos pacientes. La posibilidad de diagnosticar la infección por el virus C de la hepatitis es fundamenta! ya que en la rñayoría de ios casos esta infección no produce síntomas y la evolución de la enfermedad es muy lenta. En determinados casos pueden transcurrir entre veinte y treinta años antes de que aparezca cirrosis o un carcinoma. Este virus es el más agresivo de los agentes virales conocidos capaces de ocasionar lesiones hepáticas. En las conclusiones de diversos estudios realizados en población donante de sangre se subraya que la prevalenoia de infecciones por virus C en la población española se aproxima ai 2,5 por ciento, mientras que el porcentaje de infecciones por el B es del 0,6. J. M. FERNÁNDEZ- RÚA L AS proteínas heterotriméhcas G transducen el acoplamiento del ligando a su receptor en respuestas intraceiulares que, a su vez, se traducen en los comportamientos fisiológicos de los tejidos y de los organismos. Las pGs influyen en la especificidad y en las características temporales de las respuestas celulares a las diferentes señales. Las pGs son compuestos de tres subunidades; aunque existen numerosos genes para cada uno de los subcomponentes (20 alfa, 6 beta y 12 gamma) y las pGs se agrupan en cuatro clases principales: Gs (activa adenilato ciclasa, AG) Gi (inhibe AC) Gq (activa fosfolipasa C, PLC) y G 12 y G 13 (función desconocida) Las pGs son inactivas en su conformación nativa heterotrimérica acoplada a guanosina difosfato (GDP) su activación se debe a un intercambio de nucleótidos de guanina catalizado por el aco- subunidades G beta gamma libres. Los receptores acoplados a pGs responden a un patrón general de siete dominios transmembranares; la interacción con el ligando, que fuerza una reorientación de algunos de los dominios, expone restos activos de la estructura que interaccionan con la pG. Los extremos carboxi- y amino- terminal de la subunidad G alfa están involucrados en el contacto con el receptor; las subunidades beta y gamma refuerzan la interacción entre el receptor y G alfa. Las clases principales de la subunidad G alfa (familias Gs, Gi y Gq) tienen dianas bien conocidas; sin embargo, en los últimos meses se han señalado nuevos objetivos tales como la nucleobindina (sin función conocida) y la tirosina quinasa de Bruton en células de linfoma. Dos familias G alfa (G 12 y G 13) no tienen efectores conocidos, aunque se conoce su relación con los re- Fosducina plamiento del ligando al receptor y que resulta en el acoplamiento de guanosina trifosfato (GTP) a la subunidad alfa. El acoplamiento de la GTP conduce a la disociación de G alfa- GTP de las subunidades G beta gamma; con ello, se disparan las vías de señales intraceiulares desencadenadas por G alfa- GTP y por las 58 Las proteínas G influyen en la especifidad y en las características temporales de las respuestas celulares las diferentes señales

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.