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CULTURAL MADRID 13-03-1998 página 41
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CULTURAL MADRID 13-03-1998 página 41

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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13 de marzo de 1998 A B C de las artes BARCELOU SAHTIAGfl CRÓNICAS BROSSIANAS EL PASO Colegio de Fonseca Rodríguez Cadarso Hasta el 29 de marzo C Diana de 1998 (95 x 141 x 71) J Miguel Marcos ha entrado en Galería Miguel Marcos Barcelona por la puerta Jonqueres, 10 grande, inaugurando una galeHasta el 30 de abril ría de corte americano instaDe 2.000.000 a 6.000.000 de ptaslada muy cerca del Paiau de la Música, en lo que fuera un viejo convento del siglo XVIII. Las OAN Brossa, a sus 79 grandes estancias monacales años, está más dinámico han sido transformadas en vaque nunca. Desde que rios lofts interconectados y presentó su obra en la pasada orientados a un luminoso Bienal de Venecia ha publicado claustro en el que también nuevos libros de prosa y poe- tiene previsto instalar obras de sía, ha instalado obras suyas arte. Y es en este contexto en distintas ciudades de Eu- donde Brossa y Marcos (que ropa, ha dado nombre a un han decidido trabajar juntos a nuevo teatro, donde se ha partir de este momento) han puesto en escena una obra montado una exposición exsuya, y aún, su agenda de tra- cepcional, más propia de un bajo incluye otras actividades museo que de una galería, futuras. Es este Brossa, que fi- compuesta por cinco instalanalmente ha sido reconocido ciones que se hallan en este como uno de los más lúcidos ámbito de la creación visual creadores del arte catalán de donde la poesía, el objeto, el este siglo, el artista invitado por montaje y la puesta en escena Miguel Marcos para inaugurar forman una inextricable unidad una nueva y espléndida galería. en la que Brossa se siente tan A pesar de trabajar en Zara- cómodo. Cinco instalaciones goza o en Madrid, Marcos que superan el objeto aislado, siempre ha estado estrecha- que recientemente comentamente vinculado a Barcelona, y mos a raíz de su última exposide entre todos los artistas de la ción en Barcelona, y que crean ciudad es quizá con Brossa conjuntos cargados de significon quien siempre ha mante- caciones polisémicas: Diana nido una relación privilegiada, el sillón tapizado en rojo, denya que más que un marchante, tro de las más convencionales Marcos es un coleccionista, un formas del piso pequeño burapasionado del arte. Así, la co- gués, y atravesado por tres flelección completa de obra grá- chas de tiro al arco; Emplagafica de Brossa que se ha incor- ment. Interior a l interior el porado al IVAM, y que dio pie a pez dentro de una pecera que una excelente exposición y a a su vez está en el interior de un inmejorable catálogo dise- una jaula metálica; Emplagañado por Manuel Granell, pro- ment, Caront la barca flotando sobre un mar de confeti; cede de sus fondos. Foguera el impresionante fajo de leña, de cuya cuerda de unión pende la carta del tarot con la imagen del diablo; y, finalmente, Emplagament, en dues parts donde juega con poleas pendidas del techo, cuerdas, viejos orinales y sillas Thonet en las que distribuye la palabra ALA. Un Brossa que no podemos interpretar unívocamente porque entremezcla ideas, pensamientos, códigos, referencias culturales, ironía en un juego entre los significantes y los significados. Un arte que provoca la complicidad. D. GIRALT- MIRACLE OMO bien es sabido, fue en 1957 cuando un manifiesto dio cuenta de los objetivos que existían tras la constitución del grupo El Paso. El reconocimiento explícito de una situación que se reconocía como crítica en la actividad artística hispana lleva a una serie de artistas y algún señero exponente de la crítica de entonces no sólo a denunciar su valoración del momento sino también a convocar a los espíritus a la marcha hacia una plástica revolucionaria En ese contexto cultural se extiende la obra de los componentes de El Paso en su fugaz existencia (1957- 1960) En los nombres de Canogar, Chirino, Feito, J. Francés, Millares, Rivera, Saura, Serrano, Suárez y Viola se encuentran la expresión artística que testimonia ese grito de modernidad. La exposición que presenta Caixavigo, desde un planteamiento de itinerancia, en Santiago de Compostela muestra una muy cuidada selección de obras que tienen la virtud de llevarnos hacia esos años en los que estos artistas funcionan como grupo. La cercanía vivencial que une a los artistas que componen el grupo tiene un directo reflejo en su obra cuando ésta se compara precisamente en el tiempo. Dicho por la vía del ejemplo, se puede señalar que existe parecido grado de violencia espiritual en las obras de Millares, Viola o Saura, y de que experimentan con diversos materiales con semejante curiosidad estética Juana Francés, Rivera o Serrano. Los espacios de la capilla y sacristía del renacentista Colegio de Santiago Alfeo- o de Fonseca- así como el hoy llamado Salón Artesonado- que fue General de Teología- acogen este grito colectivo que pretendió ser expresión de libertad y de autenticidad. La ordenación otorgada a la obra seleccionada, en esos tres diferentes ámbitos en los que se integra, fomenta una adecuada valoración de lo expuesto apuntando con maestría afinidades y diferencias de matiz dignas de ser resaltadas. J. M. G. IGLESIAS 41 Ventana a la muerte (1965) de Viola

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